
Olivia Cooke, conocida por su papel de Alicent Hightower en la serie House of the Dragon de HBO, habló sobre los desafíos que enfrentan las mujeres al filmar escenas de sexo en la industria cinematográfica.
En una entrevista con The i Paper, la artista británica señaló que, históricamente, las actrices que establecen límites durante escenas íntimas suelen ser estigmatizadas.
“Las actrices a menudo son etiquetadas como ‘difíciles’ o ‘una perra’ por hablar cuando no se sienten cómodas”, explicó.
La famosa recordó que antes de la aparición de los coordinadores de intimidad en los rodajes, muchas intérpretes tenían que “arreglárselas” por su cuenta para lidiar con situaciones incómodas.

Por si fuera poco, Olivia Cooke destacó la importancia de estos profesionales, que se han convertido en una figura clave para garantizar la seguridad emocional y física de los actores.
“Un buen coordinador de intimidad se convierte en la voz de las mujeres que dudan en expresar lo que no les resulta cómodo, especialmente cuando recién comienzan y aún no tienen el vocabulario para decirlo”, señaló.
Asimismo, la actriz agregó que las escenas de intimidad son un componente integral de la narrativa cinematográfica y que pueden filmarse sin que los intérpretes sientan que están perdiendo parte de sí mismos.
“Mostrar intimidad y pasión forma parte de reflejar la experiencia humana. Hoy se pueden rodar esas escenas de manera profesional y segura, sin que nadie tenga la sensación de que se le ha arrebatado algo”, explicó.

Cooke también reflexionó sobre los cambios en la industria. La introducción de coordinadores de intimidad no solo ha transformado la manera de abordar las escenas sexuales, sino que ha permitido a las actrices establecer límites claros y negociar con confianza.
Mientras tanto, Olivia Cooke se encuentra en medio de la promoción de su nuevo proyecto, The Girlfriend, la serie se estrenará el 10 de septiembre en Amazon Prime Video.
La historia sigue a Laura (Robin Wright), una mujer que aparentemente lo tiene todo: una carrera brillante, un esposo amoroso y un hijo querido llamado Daniel.
La vida de Laura comienza a cambiar cuando Daniel llega a casa con Cherry, interpretada por Olivia Cooke, una novia cuya presencia altera el equilibrio familiar. La trama explora relaciones familiares, secretos y conflictos que surgen en la convivencia y en el manejo de emociones complejas.

Han pasado casi diez años desde que la quinta temporada de Game of Thrones emitió una de sus escenas más controvertidas: la violación de Sansa Stark a manos de Ramsay Bolton en su noche de bodas.
El episodio, transmitido en 2015, generó una oleada de críticas internacionales y un debate encendido sobre los límites de la ficción al retratar la violencia sexual.
Ahora, con 29 años y una trayectoria consolidada, Sophie Turner volvió a hablar sobre aquella experiencia que marcó su carrera y la percepción del público.
En entrevista con Flaunt Magazine, la actriz británica explicó que, aunque entiende el rechazo que provocó la escena, considera que también abrió un espacio de diálogo necesario.

“Sentí —y aún lo siento— que Game of Thrones puso luz sobre cosas que muchos decían: ‘Oh Dios, no se puede mostrar eso’. Entiendo que pueda ser desencadenante, totalmente lo entiendo, pero también creo que hicimos justicia a las mujeres y a la lucha que han enfrentado por cientos de miles de años”, señaló.
Sophie Turner, madre de dos hijos, contextualizó la secuencia en una problemática más amplia: la normalización de la violencia contra las mujeres a lo largo de la historia.
“Las mujeres hemos tenido que soportar el patriarcado, ser tratadas como objetos y ser constantemente agredidas sexualmente. No conozco a una sola mujer que no haya vivido alguna forma de eso”, dijo.
La actriz añadió que lo desalentador es cuando estas experiencias son desestimadas, sobre todo por hombres que prefieren no creerlas. “Eso ocurre porque no hablamos lo suficiente de ello, lo evitamos”, lamentó.

Reconoció, sin embargo, que la industria televisiva ha cambiado desde 2015 y que probablemente hoy la emisión de una escena así incluiría advertencias de contenido.