Los colores reflejan sensaciones, emociones, estados de ánimo y rasgos de personalidad. Así lo afirma la psicóloga y socióloga Eva Heller en su libro Psicología del color. Existen algunas tonalidades que están asociadas con personas de menor inteligencia.
Estudios psicológicos revelaron que los colores que más atraen a una persona, pueden estar relacionadas con algunos rasgos de personalidad, estados emocionales e incluso con sus niveles de inteligencia y creatividad.
De acuerdo con experimentos llevados a cabo en distintos entornos, desde universidades hasta clínicas, se detectó una correlación entre la preferencia por el color naranja y una menor capacidad cognitiva en áreas como resolución de problemas, pensamiento lógico y memoria de trabajo.
El resultado surgió de estudios que relacionan las preferencias por este color con los puntajes obtenidos en pruebas de inteligencia y otros indicadores cognitivos. Se descubrió que este color se asocia con menor capacidad cognitiva.
El naranja es un color llamativo y lleno de energía, que frecuentemente se vincula con la creatividad y las emociones. No obstante, también puede ser visto como un tono que refleja impulsividad y falta de seriedad.
El estudio realizado
Esta conclusión nace del análisis de datos recogidos en experimentos donde los participantes completaron pruebas de inteligencia como el WAIS-IV (Escala de Inteligencia de Wechsler para Adultos) y test proyectivos, junto con cuestionarios sobre preferencias cromáticas. Aquellos que mostraban una inclinación marcada hacia el color naranja tendían a obtener puntajes más bajos en métricas relacionadas al razonamiento abstracto y la flexibilidad cognitiva.
Si bien el naranja es percibido como un color que refleja la energía, entusiasmo y capacidad de socializar. Los expertos advierten que también puede estar asociado a rasgos como la impulsividad, la falta de introspección y la superficialidad emocional.
Principalmente en adultos, la preferencia de este color puede reflejar un deseo de gratificación inmediata y una baja tolerancia a la frustración. Estas características, según estudios en psicología evolutiva, se relacionan con pobres habilidades de autorregulación cognitiva.
Esto quiere decir que los colores que se eligen como favoritos pueden reflejar parte de nosotros. No obstante, esto no implica que determinen al 100% la capacidad intelectual de cada individuo.