El video de Michelle Sky Hayward desató un debate sobre la seguridad en las playas de Ciudad del Cabo y la percepción pública de los riesgos ambientales. La deportista de kitesurf y empresaria compartió en sus redes sociales un video nadando en una de sus playas favoritas, sin saber que el agua podía estar contaminada con la bacteria E. coli. En la grabación, realizada con su cámara, Hayward se sumergió en aguas cubiertas de espuma y, por un momento, perdió el equilibrio e ingirió accidentalmente agua.
La publicación, citada por Daily Mail, generó una reacción inmediata en redes sociales, donde muchos usuarios advirtieron sobre los riesgos de bañarse en aguas potencialmente contaminadas con residuos. Algunos de los comentarios más destacados fueron: “¡Esa espuma son excrementos!”, “Estás nadando en aguas residuales”, y “¿Alguien puede decirle que eso es agua sucia, agua de alcantarillado?”.
La controversia creció hasta involucrar incluso al esposo de Hayward, quien compartió la preocupación expresada por los internautas, según señaló East Coast. La influencer respondió a los mensajes: “Temo haber cometido un grave error”, afirmó, dejando plasmada la mezcla de alarma y reflexión que le provocaron los comentarios.

El caso puso el foco en un problema recurrente en varias playas sudafricanas, sobre todo en Ciudad del Cabo y KwaZulu-Natal, donde se han registrado altos niveles de E. coli en el agua (bacteria que vive en el intestino de humanos y animales, y que puede causar infecciones si contamina alimentos o agua), lo que ha obligado al cierre temporal de numerosas playas. Esta bacteria suele llegar al mar por corriente superficial de agua, red de desagüe y desechos animales, lo que supone un riesgo para la salud y repercute negativamente en la imagen turística de la región.
Frente a las advertencias, algunos usuarios intentaron restar gravedad a la situación, explicando que la espuma visible podía ser de origen natural: “No, es espuma marina natural, no viene de una alcantarilla”, o “El océano también puede formar espuma de forma natural”. Otros recordaron que el mar, por su tamaño, diluye muchos residuos: “El océano es literalmente el baño más grande del mundo”, mientras que algunos bromearon diciendo: “Así se fortalece el sistema inmunitario”.
Las reacciones combinadas de alarma, alivio y humor evidencian la complejidad y diversidad de opiniones en torno al episodio. El caso de Hayward reactivó la discusión sobre la necesidad de transparencia en la información sobre calidad del agua y la importancia de estar atentos a posibles riesgos antes de disfrutar del mar.
La interpretación de la espuma y los riesgos derivados de la contaminación siguen siendo tema de debate, mientras residentes, turistas y autoridades continúan atentos al estado de las playas sudafricanas.