Qué es y cómo se trata la insuficiencia venosa crónica, la afección que tiene Donald Trump

hace 4 horas 1
La Casa Blanca confirmó queLa Casa Blanca confirmó que Donald Trump padece insuficiencia venosa crónica tras una evaluación médica (Reuters)

Este jueves, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, leyó una carta redactada por un médico sobre el estado de salud del presidente de Estados Unidos Donald Trump.

Leavitt detalló que Trump percibió una “leve hinchazón” en la parte inferior de sus piernas, por lo que fue evaluado por el equipo médico de la Casa Blanca.

Los exámenes realizados no detectaron “ninguna evidencia de trombosis venosa profunda o enfermedad arterial”, aunque sí indicaron que el mandatario presenta insuficiencia venosa crónica. Esta condición —frecuente en personas mayores— se produce cuando las pequeñas válvulas dentro de las venas de las piernas pierden su capacidad de facilitar el retorno sanguíneo contra la gravedad.

La portavoz subrayó que se trata de un problema habitual en adultos de más de 70 años. Trump celebró su cumpleaños número 79 el mes pasado.

El maquillaje cubre la parteEl maquillaje cubre la parte posterior de la mano derecha del presidente de EE. UU. Donald Trump mientras habla con la prensa a bordo del Air Force One en ruta a Doha, Qatar (Reuters)

De acuerdo con MedlinePlus, el sitio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la insuficiencia venosa crónica es una afección de larga duración que se produce con mayor frecuencia por un mal funcionamiento de las válvulas en las venas, aunque también puede deberse a la presencia previa de un coágulo sanguíneo en las piernas.

Entre los factores que aumentan el riesgo de desarrollar esta condición se encuentran la edad avanzada, los antecedentes familiares, la trombosis venosa profunda previa, la obesidad, el embarazo, la permanencia prolongada en posición sentada o de pie y la estatura elevada.

Los síntomas suelen manifestarse como dolor intenso, sensación de pesadez o calambres en las piernas, acompañados en muchos casos por picazón, hormigueo y molestias que empeoran al estar de pie y tienden a aliviarse al elevar las piernas, según MedlinePlus.

También pueden observarse cambios visibles en la piel, como hinchazón, resequedad o irritación al rascarse, enrojecimiento y dermatitis de estasis, así como la presencia de venas varicosas superficiales, engrosamiento de la piel en piernas y tobillos (lipodermatoesclerosis) y, en casos más avanzados, úlceras que demoran en cicatrizar.

La insuficiencia venosa crónica afectaLa insuficiencia venosa crónica afecta principalmente a adultos mayores y puede causar desde síntomas leves hasta complicaciones graves (X)

Según Cleveland Clinic, este cuadro es frecuente en la población adulta. Las várices afectan a uno de cada tres adultos, y aproximadamente una de cada 50 personas con várices desarrolla insuficiencia venosa crónica cada año.

El abordaje recomendado para la insuficiencia venosa crónica depende de la gravedad del cuadro y la presencia de complicaciones. Según recomendaciones de la Society for Vascular Surgery, NYU Langone Health, el Texas Heart Institute y Cleveland Clinic, las estrategias terapéuticas pueden incluir:

  • Cambios en el estilo de vida como control del peso, incremento de la actividad física, elevación periódica de las piernas, evitar el sedentarismo y uso de medias de compresión para mejorar el retorno venoso.
  • Prescripción de fármacos en casos seleccionados, cuando los síntomas no ceden.
  • Terapia de compresión: “Los profesionales sanitarios suelen recomendar la terapia de compresión para tratar la IVC. Esta terapia ayuda a aliviar la hinchazón y las molestias en las piernas. Existen muchos tipos de vendajes y medias de compresión. Algunos ofrecen mayor compresión que otros. Las medias muy ajustadas requieren receta médica", señalan en Cleveland Clinic.
El examen médico puede indicarEl examen médico puede indicar un tratamiento clínico o cambios en el estilo de vida (Imagen Ilustrativa Infobae)

El tratamiento farmacológico de la insuficiencia venosa crónica (IVC) puede incluir distintos enfoques, según la indicación médica. Los antibióticos se emplean en casos de infecciones o úlceras cutáneas asociadas a la IVC, aunque no actúan sobre la causa de fondo.

También se recurre a anticoagulantes o “diluyentes de la sangre” para tratar trombosis venosa y prevenir la aparición de nuevos coágulos.

En algunos casos, se utiliza la bota de Unna, un vendaje medicado que combina compresión multicapa con una capa de gel de óxido de zinc, formando una cobertura semirrígida sobre las heridas.

También puede tratarse mediante procedimientos no quirúrgicos que buscan inactivar las venas dañadas sin necesidad de extirparlas. Uno de ellos es la ablación térmica endovenosa, que se aplica sobre venas grandes y consiste en el uso de calor —generado por láser o radiofrecuencia— para cerrar el vaso afectado. La vena permanece en el cuerpo, pero deja de funcionar, lo que disminuye el riesgo de hemorragias o moretones.

Otra técnica habitual es la escleroterapia, en la cual se inyecta una sustancia líquida o espumosa dentro de la vena comprometida. El objetivo es inducir su colapso, lo que conduce a su reabsorción progresiva por parte del organismo.

Leer artículo completo