¿Qué hay con la ‘eliminación’ del impuesto a la propiedad?

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La propuesta de erradicar o al menos disminuir la tasa apenas fue mencionada durante la sesión legislativa 2025.

El gobernador Ron DeSantis lo propuso, incluso pidió una disminución de 1.000 dólares para este año, pero tan solo consiguió que se realice un estudio sobre el impacto que la medida tendría en los presupuestos generales del estado, condados y municipios.

Posibilidades

De hecho, DeSantis encargó a un comité explorar soluciones para la reforma del impuesto a la propiedad, incluida la posible eliminación total del gravamen.

La propuesta podría ser discutida en la sesión legislativa 2026, ya que el presidente de la Cámara de Representantes, Daniel Pérez, republicano por Miami, y el presidente del Senado, Ben Albritton, republicano por Wauchula, aseguraron tener interés en conocer mejor los efectos que tendría en gobiernos locales antes de avanzar.

“Haremos todo lo posible para que los habitantes de Florida tengan la oportunidad de decidir qué hacer con los impuestos a la propiedad”, declaró Pérez a la prensa el 16 de junio.

“Personalmente, espero que podamos abolirlos o, como mínimo, reducirlos para ciertas personas”, aseguró.

Ante esta posibilidad, el representante estatal Dean Black, republicano de Jacksonville y expresidente del Partido Republicano del Condado de Duval, lanzó un jarro de agua fría al definir que los impuestos a la propiedad son como "una fuente de ingresos sustancial e indispensable" para financiar servicios públicos.

Sin embargo, si la propuesta de eliminar el impuesto regresa al pleno del Congreso estatal y es adoptada, habría que convocar un referendo para borrarlo de la Constitución estatal. Plebiscito que muchos dan por ganado fácilmente.

“¿Quién quiere pagar impuestos?”, preguntó el contador público Frank Ramos, de la firma Ramos CPA.

“Nadie”, respondió.

Evidentemente, nadie quiere pagar impuestos, pero muchos quieren recibir servicios públicos como policía, bomberos y un sinfín de programas sociales.

Quienes se oponen, desde alcaldías hasta legisladores estatales, argumentan que faltaría dinero para pagar servicios públicos.

Pero los que apoyan la propuesta plantean que no es justo pagar un impuesto anual de 2.000 dólares, 4.000 o incluso más por algo que se compró, como una casa.

“Es como pagar alquiler al gobierno", reclamó DeSantis.

Y añadió: “Decir que compras una casa y luego, cada año y durante el resto de tu vida, te seguirán enviando una factura… eso no es el estilo americano”.

Pero sí es el ‘estilo americano’. El pago de impuestos a la propiedad no solo se aplica en Florida. Los 50 estados de la Unión Americana y el Distrito de Columbia cargan tributos similares.

“Es importante tener en cuenta que las tasas y la administración de este tipo de impuesto varían considerablemente de un estado a otro e incluso de un condado a otro del mismo estado”, señaló el contador público.

Desacuerdo

DeSantis insiste en lo que llama “injusticia de los impuestos a la propiedad” y para lograr que el Congreso estatal adopte alguna medida al respecto necesitará convencer a legisladores de su propio partido, que son mayoría absoluta en ambas cámaras.

“No quiero especular sobre si ha perdido autoridad o no. Creo que DeSantis tiene ahí un duro enfrentamiento”, reflexionó Ramos.

Durante una de sus recientes alocuciones, el gobernador expuso: "La gente no clama por recortes en el impuesto a las ventas. Lo que clama es una reducción en el impuesto a la propiedad".

El comentario fue rápidamente relacionado con la solicitud de rebajar el impuesto a las ventas, del 6% al 5.25%, que propuso el presidente de la Cámara de Representantes.

Al final, la propuesta de ley de impuestos aprobada HB 7031 no incluye las reducciones que Pérez o DeSantis querían, aunque sí elimina el impuesto estatal sobre las ventas en los arrendamientos de bienes raíces comerciales.

También incluye una exención permanente del impuesto a las ventas para ciertas baterías y equipos de seguridad, una exoneración al impuesto por ventas para equipos de caza, pesca y campamento, y algunos cambios para las ventas en centros de datos.

Disposiciones

Florida cuenta con ciertas disposiciones de alivio al impuesto de la propiedad, como límite de tasación y topes a la tasa impositiva que fue promulgada por la enmienda constitucional Save Our Homes en 1995.

Casi 30 años después, otra enmienda constitucional, la célebre número 5 de 2024, prevé un ajuste anual por inflación al monto de la exención Homestead sin incluir el pago de impuestos a la autoridad escolar.

“No es suficiente”, demandó Sergio, vecino de Hialeah.

“Soy jubilado. Apenas recibo 1.400 dólares de jubilación y además de pagar alimentación, facturas de agua, electricidad, teléfono, seguro contra huracanes y a veces hasta medicinas tengo que tratar de reunir 2.000 dólares cada año para pagar el impuesto a la propiedad”, argumentó.

Otros, también jubilados o deshabilitados, perciben menos jubilación y tienen que contar los centavos, incluso comer alimentos menos saludables, para satisfacer la factura de impuestos a la propiedad.

“A veces no puedo pagar todo y me van sumando de un año al otro lo que no he podido pagar, más intereses”, señaló.

Mario, que vive cerca de Calle 8 en La Pequeña Habana, en Miami, compró una pequeña casa por 50.000 dólares hace 40 años.

Además del requerido pago de interés y el seguro contra huracanes que exige el banco por la hipoteca, pagó entre 1.100 y 1.900 dólares de impuesto al año.

“Saca la cuenta. He pagado 59.000 dólares de impuestos en 40 años. O sea, más que el precio que tuve por la casa”, exclamó.

Otros ven cómo la deuda de impuestos se acumula año tras año y, como habitan la vivienda y no pueden ser objeto de desalojo, optan por vivir en el lugar mientras tengan vida, incluso sin seguro contra huracanes porque no lo pueden pagar.

Tener en cuenta

Vale recordar que el valor tasable, que es dado por el tasador condal, es muy inferior al precio del inmueble en el mercado inmobiliario. Esto ayuda significativamente al propietario.

Además, si el dueño de la vivienda habita en ella, recibe la excepción Homestead, lo que resta otros 50.000 dólares al valor tasable.

Asimismo, hay otras deducciones, que se aplican a un número limitado de propietarios, como la cantidad de años de residencia en el inmueble, así como personas viudas, viudos, invidentes y discapacitadas, entre otros.

En otras palabras, no es igual pagar impuestos sobre el valor que una vivienda podría tener en el mercado, por ejemplo 600.000 dólares, que pagar impuestos en base al valor disminuido de 100.000 dólares que tasa el Condado.

A diferencia de otros países desarrollados, donde el impuesto a la propiedad es inferior porque ciertas necesidades sociales son asumidas con impuestos mayores a las ventas y tasas impositivas, en Estados Unidos los propietarios de viviendas llevan una buena parte de la carga de servicios públicos, como bibliotecas, escuelas públicas, deudas adoptadas en referendos, policía y bomberos, entre otras.

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