
Este sábado, Pacifica State Beach, situada en las inmediaciones de San Francisco, en California, se convierte en el escenario principal donde cerca de 15 a 20 perros surfistas compiten en el World Dog Surfing Championships, el campeonato mundial de surf para canes. El evento, que atrae cada año a miles de visitantes curiosos, reúne a los participantes para disputar el título de “top dog” en distintas categorías, de acuerdo con lo informado por Associated Press.
La competencia, que ha ganado popularidad en la comunidad local y atrae la atención de los amantes de los animales y el deporte, permite que los canes participantes demuestren sus habilidades sobre la tabla. De acuerdo con el formato del certamen, los perros se agrupan por tamaño para asegurar que la competencia sea equitativa. Aquellos que destacan por su destreza avanzan hacia las instancias finales, compitiendo entre pares de similar dimensión física.
Además de las pruebas individuales, el evento incluye rondas especiales donde los perros comparten la tabla, sea con otros compañeros caninos o, en algunas instancias, junto a sus dueños humanos. Así, el campeonato contempla tanto el espíritu competitivo como la dinámica de trabajo en equipo, en un ambiente festivo y familiar, según detalla la descripción recogida por AP.

Las reglas del campeonato exigen que el jurado analice el desempeño de cada participante según tres criterios principales. En primer lugar, los jueces observan el tiempo que cada perro logra mantenerse sobre la tabla enfrentando las olas. En segundo lugar, evalúan la habilidad de mantener el equilibrio frente a la fuerza del mar. Por último, el jurado otorga puntos adicionales si el perro ejecuta algún truco, como girar sobre la tabla durante el deslizamiento.
Uno de los perros que más atención recibe es Charlie, un labrador amarillo de 10 años que compite en la ronda individual de surfista extra grande. Charlie también participará en la categoría de equipos, conformando junto a otros canes lo que sus propietarios han bautizado como “The Dream Team”. Según declaraciones de la agencia de noticias, Charlie tiene un entusiasmo tan evidente por el surf que sus responsables, Maria y Jeff Nieboer, deben esconder su tabla si desean permanecer un rato en la playa sin que él corra hacia el agua.
La preparación para las olas involucra tanto al can como a su familia. En el mar, Jeff Nieboer acompaña a Charlie mientras identifican la ola idónea. Cuando Jeff observa una oportunidad, gira la tabla, da la señal y empuja a Charlie hacia la rompiente. El perro se agacha —adoptando una postura característica— y surca la ola mientras Jeff sigue de cerca la dirección. En muchas ocasiones, Charlie logra maniobrar la tabla con movimientos de peso, consiguiendo que se acerque con precisión a Maria Nieboer, quien lo aguarda en la orilla.

El desempeño de Charlie también se verá junto a Rosie, otra labradora amarilla de 4.5 años. Rosie, que formará parte del “Dream Team” en cuatro categorías distintas, comparte con su propietario, Steve Drottar, una rutina de surf frecuente en las costas de Santa Cruz. Ellos entrenan juntos entre cuatro y cinco veces por semana.
Drottar explicó que Rosie muestra signos claros de felicidad después de surfear, lo que, según sus observaciones, refuerza el lazo entre ambos. Al concluir la jornada, la perra se muestra especialmente afectuosa en casa, evidenciado en la intensidad con la que mueve la cola y la manera en la que busca más cercanía física. Drottar declaró: “El hecho de que puedas hacer algo en equipo con tu perro crea un vínculo distinto al que se tiene solo paseándolo”, según recogió la misma fuente.
La participación conjunta, al igual que la competencia individual, acapara la atención de los asistentes, quienes disfrutan tanto de la vistosidad de los trucos como del compañerismo que se manifiesta entre los animales y sus humanos. La preparación de estos equipos suele comenzar semanas antes del certamen con rutinas específicas para mejorar la confianza y la seguridad sobre la tabla.

Las experiencias de los dueños y competidores caninos reflejan la popularidad creciente del World Dog Surfing Championships, donde la destreza y el entusiasmo de los perros resultan determinantes. Cada perro que logra clasificar a la final ha superado varias rondas eliminatorias, enfrentándose a rivales de características físicas similares para garantizar una competencia equilibrada, como detalló Associated Press.
Durante el evento, los jueces reconocen la técnica, pero también premian la expresión de complicidad entre los binomios humanos y animales. La evaluación rigurosa y el ambiente de celebración hacen que, más allá del resultado, los participantes valoren la oportunidad de compartir una actividad al aire libre que fomenta el bienestar y el entretenimiento.
Los triunfadores en cada categoría reciben medallas y el honor de ser reconocidos como campeones en una disciplina que resalta la habilidad, la adaptación y la entrega. Al finalizar la jornada, muchos de los asistentes y competidores ya comienzan a pensar en el próximo certamen, motivados tanto por la posibilidad de alzarse con la victoria como por la experiencia compartida en una de las playas más emblemáticas del norte de California.