
Un tribunal federal negó la solicitud de libertad temporal presentada por el equipo legal de R. Kelly, a pesar de que su abogado asegura que el cantante sufre de coágulos sanguíneos en los pulmones y necesita con urgencia una cirugía que le salvaría la vida.
La moción fue desestimada por motivos jurisdiccionales, pero su defensa insiste en que el artista está en “peligro inminente” y prepara nuevas acciones legales.
La petición fue rechazada por la jueza federal Martha Pacold, quien explicó que su tribunal en el Distrito Norte de Illinois no tenía autoridad sobre el caso, ya que los hechos recientes alegados ocurrieron en Arizona y Carolina del Norte, donde Kelly está actualmente recluido en el Federal Correctional Complex de Butner, N.C.
“Sabíamos que la jurisdicción sería un obstáculo técnico, pero no podíamos quedarnos de brazos cruzados ante una amenaza directa a la vida de Robert Kelly”, declaró su abogado, Beau B. Brindley, a la revista People.

Según Brindley, tras una visita urgente a su cliente el 18 de junio, constató que el cantante sigue detenido “con coágulos de sangre en los pulmones”, una condición que requiere una embolectomía pulmonar, un procedimiento quirúrgico especializado que los médicos de la Universidad de Duke habrían intentado realizar, sin éxito.
“El riesgo para su vida aumenta cada minuto que se le niega esta intervención”, aseguró el abogado, quien también informó que presentará una moción para anular las condenas de Kelly en Illinois, junto con una nueva solicitud para que sea liberado bajo fianza mientras se resuelve la apelación.
La moción inicial incluía una acusación aún más delicada: un supuesto complot para asesinar a R. Kelly dentro de la cárcel, promovido, según su defensa, por funcionarios del Buró Federal de Prisiones (BOP).

Como respaldo, Brindley anexó una declaración jurada del preso Mikeal Glenn Stine, quien afirma que fue contactado en un centro de detención en Arizona para llevar a cabo el asesinato. Posteriormente, fue trasladado a la misma ala donde se encuentra Kelly en Carolina del Norte.
Stine no es un testigo ordinario: tiene más de 100 demandas y peticiones presentadas en tribunales federales, y una condena previa por amenazar a un juez federal y a un fiscal desde prisión en 2015.
Días después de presentar la moción, Brindley alegó que su cliente fue enviado a confinamiento solitario como represalia. En una presentación adicional, acusó al personal penitenciario de haberle administrado a Kelly una “combinación potencialmente letal de medicamentos” durante ese aislamiento.
El Buró de Prisiones declinó comentar sobre el caso. Sin embargo, el fiscal federal adjunto Jason Julien respondió que el aislamiento fue una medida de protección y recordó la naturaleza de los crímenes por los que fue condenado el cantante.

“R. Kelly es un abusador sexual de menores en serie cuya conducta criminal se remonta a los años 90, durante la presidencia de Bill Clinton”, escribió Julien. “Nunca ha asumido responsabilidad por décadas de abuso”.
Kelly cumple una sentencia de 30 años de prisión por cargos de extorsión, explotación sexual de menores, trabajo forzado y violaciones de la Ley Mann por transportar a mujeres y niñas para actividades sexuales ilícitas a través de distintos estados, en casos juzgados en el Distrito Este de Nueva York.
El abogado de R. Kelly también confirmó que busca obtener un perdón presidencial del presidente Donald Trump y aseguró que mantiene conversaciones con personas cercanas al mandatario. Aunque no existe relación conocida entre ambos, Kelly vivió en el Trump Tower de Chicago antes de ser arrestado.
Brindley concluyó que continuarán luchando: “No descansaremos hasta que el Sr. Kelly sea liberado”, dijo a People.