
La salsa de roquefort es una preparación que destaca por su cremosidad y sabor intenso, gracias al característico queso azul que la compone. Es una receta sencilla y rápida, ideal para quienes buscan un toque gourmet en sus platos sin dedicar demasiado tiempo a la cocina.
A pesar de su simplicidad, esta salsa puede transformar un plato de pasta común en una experiencia de sabor, combinando la suavidad de la nata con el fuerte y salado sabor del roquefort.
Esta salsa tiene sus orígenes en la cocina francesa, donde los quesos azules son altamente apreciados. Su preparación ha sido adaptada a lo largo del tiempo para ofrecer una textura suave y sedosa, perfecta para acompañar no solo pastas, sino también carnes, vegetales o incluso como dip.
La preparación de la salsa de roquefort toma alrededor de 15 minutos en total, lo que incluye el tiempo de cocción y la mezcla de los ingredientes. Es una opción ideal para acompañar una pasta recién cocida, sin que se pierda tiempo en su preparación.
- 100 g de queso roquefort
- 200 ml de crema líquida para cocinar
- 30 g de manteca
- 1 diente de ajo picado (opcional)
- Sal y pimienta a gusto
- 1 cucharada de leche (si es necesario para ajustar la textura)
- En una sartén, derritir la manteca a fuego medio.
- Si se opta por usar ajo, añadirlo a la sartén y cocinarlo durante unos minutos hasta que se dore ligeramente.
- Incorporar la crema líquida y mezclar bien. Cocinar durante 2-3 minutos hasta que la mezcla comience a espesar.
- Agregar el queso roquefort desmenuzado y revolver hasta que se derrita completamente, formando una salsa homogénea.
- Ajustar la sal y la pimienta a gusto. Si la salsa está muy espesa, añadir un poco de leche para lograr la textura deseada.
- Cocinar a fuego bajo durante unos minutos más, removiendo ocasionalmente.
Esta receta es suficiente para 4 porciones de pasta.

Cada porción de salsa de roquefort contiene aproximadamente:
- Calorías: 200
- Grasas: 18 g
- Grasas saturadas: 10 g
- Carbohidratos: 4 g
- Azúcares: 2 g
- Proteínas: 6 g
Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
La salsa de roquefort se puede conservar en la heladera hasta 2 días. Para recalentarla, basta con hacerlo a fuego bajo, añadiendo un poco de leche si es necesario para ajustar su consistencia.