
El presidente del régimen iraní, Masoud Pezeshkian, habría sufrido heridas leves en una pierna mientras escapaba de un bombardeo israelí que tuvo como blanco una instalación subterránea secreta en Teherán, según informó la agencia estatal Fars, cercana a la Guardia Revolucionaria de Irán. La información fue difundida en un artículo publicado por la BBC el fin de semana.
De acuerdo con Fars, el ataque ocurrió el 16 de junio, durante el cuarto día de la guerra de los doce días entre Irán e Israel. Seis bombas impactaron en los accesos de un complejo subterráneo donde Pezeshkian participaba de una reunión de emergencia del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, el organismo de mayor jerarquía en la toma de decisiones tras el líder supremo, Ali Khamenei.
Las explosiones destruyeron todos los accesos y salidas del recinto, además del sistema de ventilación y el suministro eléctrico.
La agencia Fars también señala que las autoridades iraníes estarían investigando una posible infiltración de agentes israelíes que habrían revelado la ubicación exacta del presidente y otros líderes.

Aunque la información no ha sido verificada de manera independiente, e Israel no ha emitido comentarios oficiales sobre el informe, la BBC indica que videos publicados en redes sociales durante el conflicto muestran bombardeos repetidos en una ladera montañosa del noroeste de Teherán, donde se ubicaría el recinto afectado.
En declaraciones realizadas la semana pasada, Pezeshkian acusó a Israel de intentar asesinarlo, una afirmación que fue rechazada por el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, quien aseguró que el objetivo del conflicto no era un “cambio de régimen”.
Fuentes israelíes admitieron que uno de los objetivos de los primeros ataques era también el líder supremo Khamenei, aunque perdieron su rastro cuando fue trasladado a una ubicación secreta desconectada del mundo exterior.

El conflicto se intensificó tras el ataque sorpresa israelí del 13 de junio contra instalaciones nucleares y militares en Irán. Tel Aviv justificó su ofensiva aludiendo a la necesidad de impedir que Teherán desarrolle armas nucleares, algo que Irán niega, asegurando que su programa de enriquecimiento de uranio tiene fines pacíficos.
Posteriormente, el 22 de junio, Estados Unidos intervino con ataques aéreos y con misiles contra tres instalaciones nucleares iraníes. El presidente Donald Trump declaró que dichas instalaciones fueron “obliteradas”, aunque algunas agencias de inteligencia estadounidenses expresaron dudas sobre el alcance total de los daños.
El informe de Fars, reproducido por la BBC, arroja nueva luz sobre el alcance de la operación israelí y sus consecuencias políticas internas para Irán, además de abrir interrogantes sobre el nivel de inteligencia con el que contaba Israel para localizar objetivos de alto nivel, incluidos líderes políticos y militares y sitios clasificados.