Rodrigo Paz propone una inyección de USD4.000 millones para reactivar la economía boliviana

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El candidato presidencial de Bolivia,El candidato presidencial de Bolivia, Rodrigo Paz, durante una conferencia en La Paz (EFE)

El equipo económico de Rodrigo Paz, candidato presidencial de centro en Bolivia, proyecta un ambicioso paquete de USD4.000 millones para reactivar la economía en el primer año de gestión, según reveló José Gabriel Espinoza, principal asesor económico del Partido Demócrata Cristiano (PDC), en declaraciones a Bloomberg News. Esta inyección de recursos buscaría dinamizar el crecimiento y sanear las finanzas públicas, en un contexto marcado por la escasez de divisas y un elevado déficit fiscal.

Espinoza detalló que los fondos provendrían de nuevos préstamos, mecanismos de financiamiento sostenible e inversión extranjera. Además, anticipó la continuidad del actual esquema de compra y venta de oro para respaldar las reservas en moneda dura, siempre que las operaciones mineras sean responsables y trazables. El asesor, exdirector del banco central y uno de los críticos más severos de la política económica del presidente saliente Luis Arce, subrayó que su rol en el PDC responde a una invitación individual y no a una alianza partidaria.

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, celebrada el mes pasado, Paz obtuvo el primer lugar con el 32% de los votos, seguido por el candidato de derecha Jorge Tuto Quiroga, quien alcanzó el 27%. Ambos, considerados pro-empresa, representan una ruptura con casi veinte años de predominio socialista en el país. El balotaje decisivo está previsto para el 19 de octubre.

 El presidente boliviano, LuisARCHIVO: El presidente boliviano, Luis Arce. El país atraviesa una severa crisis económica con inflación, escasez de medicamentos y de combustibles, además de una fractura política e institucional (Reuters)

Espinoza anticipó que “las acciones más drásticas se tomarán en los primeros tres a cuatro meses”, haciendo especial hincapié en la reducción de subsidios a los combustibles. El plan contempla eliminar rápidamente el apoyo estatal al diésel, mientras que los subsidios a la gasolina se retirarían de forma gradual y en función de la disponibilidad de dólares. Para mitigar el impacto social, el fin de los subsidios iría acompañado de transferencias directas de efectivo a los sectores más vulnerables, aunque Espinoza no precisó el costo de estas medidas.

Según sus palabras a Bloomberg News, “son decisiones difíciles, pero debemos pensar en el bien mayor”, argumentando que la escasez ya ha elevado los precios, reducido el empleo y la productividad, y alimentado la pobreza, la inflación y la conflictividad social.

El programa económico de Paz también prevé poner fin al financiamiento del gobierno por parte del banco central, implementar políticas para contener la inflación y establecer un tipo de cambio único determinado por el mercado, en reemplazo de los múltiples tipos actuales que generan distorsiones. Espinoza, considerado posible ministro de Finanzas en un eventual gobierno de Paz, explicó que estas medidas buscan aliviar la crónica escasez de dólares y reducir el déficit presupuestario.

En el plano fiscal, el objetivo es recortar el déficit desde el actual 10% del PIB hasta la mitad en las primeras semanas de mandato, manteniendo al banco central como actor clave para gestionar la volatilidad en torno al nuevo tipo de cambio único. Espinoza calculó que el próximo gobierno necesitará USD12.000 millones en tres años para sostener las finanzas, aunque confía en que reformas adicionales y financiamiento externo permitirán reducir esa cifra.

Bolivia cuenta ya con USD3.200 millones en préstamos extranjeros aprobados pero aún no desembolsados, y otros USD1.000 millones en créditos pendientes de aprobación en el Congreso, según Espinoza.

Un gobierno de Paz podría recurrir también a organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, aunque el asesor minimizó la necesidad de apoyo del FMI. “Estamos seguros de que las medidas que vamos a tomar superan cualquier programa que se pudiera firmar con el fondo”, afirmó Espinoza a Bloomberg News. “Lo que hay que hacer es una cuestión de responsabilidad con la economía de Bolivia misma. No proviene de una imposición externa”.

Entre las propuestas de Paz figura un plan de ingreso universal para mujeres, que podría implicar un gasto considerable. En campaña, el candidato ha defendido la idea de un “capitalismo para todos” y se ha comprometido a desmantelar lo que denomina el “bloqueo estatal” al desarrollo económico en uno de los países más pobres de América Latina. Su fórmula presidencial se vio fortalecida por el respaldo a su compañero de fórmula, el exoficial de policía Edman Lara, quien prometió aumentar las pensiones de los jubilados más de cinco veces hasta unos USD290 mensuales. No obstante, esta propuesta fue posteriormente reducida y pospuesta a la espera de un análisis de viabilidad.

El programa oficial de Paz incluye la renegociación de la deuda, aunque Espinoza aclaró que esto no implica necesariamente reprogramar los pasivos del Estado. Las opciones contemplan canjes de activos, extensión de plazos y cambios de moneda, entre otras alternativas. “La estrategia es que Bolivia siga pagando”, sostuvo Espinoza a Bloomberg News. “Bolivia debe cumplir siempre con sus obligaciones externas”.

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