Rusia declaró en busca y captura a la fundadora del portal de noticias Meduza

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Galina Timchenko (REUTERS/Tatyana Makeyeva/File Photo)Galina Timchenko (REUTERS/Tatyana Makeyeva/File Photo)

Rusia declaró este miércoles en busca y captura a Galina Tímchenko, fundadora y directora del medio de comunicación independiente Meduza, actualmente exiliada en Letonia. La periodista fue inscrita en la base de datos del Ministerio del Interior ruso bajo una acusación penal, informó el medio Mediazona, citando documentos oficiales.

La inclusión en la lista se produce semanas después de que el Comité de Instrucción de Rusia (CIR) abriera una causa penal contra Tímchenko por presuntamente organizar actividades de una entidad considerada “indeseable” en Rusia. Según las autoridades, entre septiembre de 2024 y marzo de 2025, Tímchenko habría difundido videos que, en opinión de los investigadores, fomentaban el sentimiento de protesta entre la población y promovían las actividades del medio prohibido. La investigación no especificó cuáles fueron esos videos.

El caso se enmarca en una ofensiva más amplia del Kremlin contra medios independientes y críticos. Meduza, fundado en 2014 en Riga por periodistas rusos que abandonaron el país tras la creciente censura, fue designado como “agente extranjero” en 2021 y como “organización indeseable” en enero de 2023, figura legal que prohíbe operar en territorio ruso. Desde entonces, el acceso a su sitio web ha sido bloqueado dentro del país.

Las medidas contra Tímchenko se intensificaron en agosto de 2024, cuando el Ministerio de Justicia ruso la incluyó en la lista de “agentes extranjeros”, acusándola de difundir mensajes de medios con ese estatus “a un círculo ilimitado de personas” y de expresarse en contra de la llamada “operación militar especial” en Ucrania. En junio del mismo año, un tribunal de Moscú le impuso una multa de 14.000 rublos (aproximadamente 175 dólares) por discutir públicamente las operaciones de Meduza y responder preguntas de lectores en un podcast publicado en enero.

Galina Timchenko, fundador de Meduza,Galina Timchenko, fundador de Meduza, durante una charla con medios y periodistas extranjeros

La ley sobre organizaciones indeseables, adoptada en 2015, permite a la Fiscalía General rusa designar como tales a entidades extranjeras cuya actividad se considere una amenaza para el orden constitucional, la seguridad o la capacidad de defensa de Rusia. Las consecuencias legales para quienes colaboren con estas organizaciones incluyen desde multas hasta penas de prisión. Además, las personas designadas como “agentes extranjeros” enfrentan restricciones para trabajar en el sector público, están obligadas a informar periódicamente sobre sus actividades e ingresos, y deben marcar todas sus publicaciones con esa condición legal.

Desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, Rusia ha reforzado sus leyes contra la disidencia, criminalizando lo que califica como “información falsa” sobre el Ejército y bloqueando medios y ONG que cuestionan la versión oficial de los hechos. En este contexto, Meduza ha mantenido su labor informativa desde el exilio, ofreciendo cobertura crítica sobre la guerra y la situación política interna.

Organizaciones internacionales de derechos humanos y gobiernos occidentales han condenado sistemáticamente estas leyes por considerarlas instrumentos de represión. La designación de Tímchenko como prófuga representa un nuevo capítulo en la campaña del Kremlin para acallar las voces críticas, en un entorno mediático cada vez más restringido.

Tímchenko, nacida en 1962 y con una larga trayectoria en el periodismo ruso —fue directora del influyente portal Lenta.ru antes de fundar Meduza—, permanece en Letonia desde 2014. Su persecución se inscribe en una tendencia creciente de criminalización del periodismo independiente bajo el gobierno de Vladimir Putin. Hasta el momento, las autoridades rusas no han emitido una orden internacional de arresto a través de Interpol, pero su inclusión en la lista de personas buscadas por el Ministerio del Interior limita sus posibilidades de viaje y expone a terceros que cooperen con ella a represalias legales dentro del país.

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