MIAMI.- Tras ocho horas de audiencia, el científico y activista cubano Oscar Casanella, quien huyó de la represión en Cuba después años de acoso por parte del régimen castrista, salió este martes, 24 de junio, sin una respuesta definitiva por parte de la Corte de Inmigración de Brickell, en Miami.
La jueza emitirá la decisión de este caso de asilo político por escrito, a través del sistema de la corte (EOIR), una vez que las representantes legales de Casanella envíen un sumario o resumen antes del 11 de julio, informaron Kenia García y Delian Equiles, abogadas del exprofesor e investigador del Instituto Nacional de Oncología y Radiología (INOR).
Con esto se alarga la incertidumbre del activista cubano, quien ha advertido que de ser deportado a Cuba, podría ir directo a prisión debido a la persecución que sufrió por parte del régimen de Miguel Díaz-Canel.
"Al no tener una respuesta, todavía estoy con mucha incertidumbre. Hubiera querido terminar hoy con el proceso. Me siento muy agotado", expresó Casanella a los medios, según reseñó el Diario de Cuba.
Sin embargo, resaltó la mediana felicidad que experimenta la familia al no recibir una negativa directa a su solicitud de asilo político, que pudiera implicar una deportación a la isla. "Pero incompletamente felices porque todavía el proceso no termina", señaló.
Muchos años "bajo presión"
El científico cubano señaló que lo más difícil de la audiencia fue "sintetizar" su caso de persecución, en vista de que pasó "muchos años bajo represión", por lo que es probable que la información que ofreció "no sea ni el 10%" de lo que vivió en Cuba.
"En mí alegato final le dije a la jueza que, si quería investigar a fondo antes de tomar cualquier decisión, que yo le puedo ofrecer más información. Le dije que yo me siento seguro en este país", aseveró, al recalcar que esta sensación de seguridad no la experimentaría en ningún otro país de la región, debido a la "penetración" y al "poder de acción" del régimen en América Latina.
"Yo espero, no solamente por mí caso, que a todos los activistas con causas para solicitar un asilo legítimo, se les conceda, para la protección de ellos y de sus familias", aseveró.
"Si me deportan a Cuba, iré directo a prisión"
Casanella, que cruzó la frontera sur de Estados Unidos en enero de 2022, enfrenta un panorama incierto en medio de un clima migratorio restrictivo.
Acompañado por sus abogadas, Casanella acudió al tribunal con la esperanza de que se reconozca su condición de perseguido político. "En el mejor de los escenarios me deben otorgar el asilo político, en el peor me lo rechazan y tendría que apelar", dijo en declaraciones al medio Diario de Cuba.
El activista advirtió que, si la jueza falla en su contra y también pierde la posterior apelación, podría ser detenido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, sus siglas en inglés) y deportado a Cuba, donde teme ser encarcelado de inmediato.
"Si Cuba me acepta, probablemente me lleven directamente a prisión. Y si no me acepta, no sé a qué país podrían deportarmeSi Cuba me acepta, probablemente me lleven directamente a prisión. Y si no me acepta, no sé a qué país podrían deportarme", afirmó.
Casanella, exprofesor de la Universidad de La Habana, fue blanco de vigilancia constante durante los últimos años previos a su salida de la Isla. Permaneció prácticamente todo 2021 bajo prisión domiciliaria. "La Seguridad del Estado me dio un mes para salir del país, o iría a prisión por sedición", relató.
Embed - Juez decidirá situación migratoria del activista cubano Oscar Casanella
FUENTE: Con información de redes sociales / El Diario de Cuba