
Las autoridades de Tempe, Arizona, han arrestado al creador de contenido Heston Cobb, conocido en redes sociales como “Heston James” y con una audiencia que supera los 1.6 millones de seguidores en TikTok, tras una serie de incidentes que alteraron el funcionamiento de varios comercios locales. El arresto de Cobb, de 21 años, tuvo lugar el pasado miércoles 23 de julio en su residencia, según detalló el Departamento de Policía de Tempe en un comunicado oficial.
De acuerdo con la policía local, Cobb enfrenta cargos de robo en tercer grado, dos por suplantación criminal, cinco por conducta desordenada y otros cinco por allanamiento de morada. Estos cargos se relacionan directamente con la difusión de videos virales en sus cuentas de redes sociales, en los cuales se observa a Cobb y un grupo de jóvenes realizando bromas en diferentes establecimientos, sin el consentimiento de los empleados ni de los propietarios afectados. Las conductas documentadas incluyen el ingreso a locales vestidos como empleados, la negativa a retirarse tras ser conminados por el personal del comercio y la representación falsa de roles corporativos ante los trabajadores. Estas acciones, detalladas en el comunicado oficial de la policía, han suscitado preocupación tanto entre comerciantes como en las redes sociales.
Según la información obtenida por PEOPLE y AZFamily, las actuaciones de Cobb no son un caso aislado. La difusión masiva de sus videos, sumado al alcance de la audiencia con la que cuenta, ha generado un fenómeno de imitación, con otros creadores de contenido que replican comportamientos similares en distintas ciudades. La policía de Tempe considera que la detención de esta figura pública podría tener repercusiones en la forma en que las plataformas digitales revisan y moderan el contenido que sus usuarios publican.
La policía de Tempe comenzó a investigar los incidentes tras recibir numerosas denuncias de comerciantes que alertaron sobre la presencia de grupos de hombres vestidos como empleados que ingresaban sin autorización a los establecimientos. En varios de estos casos, la negativa de los individuos a abandonar el local complicó la intervención del personal y alteró el normal desarrollo de las actividades comerciales. Detectives del departamento rastrearon las imágenes difundidas en redes sociales, identificando coincidencias entre los incidentes reportados y los videos publicados por Cobb.
En una de las grabaciones, fechada el 4 de julio, se puede observar a Cobb aproximándose a empleados de un taller mecánico y declarándose representante del corporativo, mientras un grupo de hombres en monos de trabajo accede al recinto e inicia la manipulación de vehículos. A lo largo de otros videos, publicados entre marzo y mayo, se aprecia a Cobb lanzando gritos en diferentes comercios y pretendiendo desconocer el origen del alboroto, lo que provocó incomodidad tanto entre el personal como entre los clientes. La revisión de estos materiales por parte de investigadores permitió esclarecer la vinculación directa del joven creador de contenido con los actos denunciados.
Como parte del procedimiento judicial, la policía de Tempe señaló en su comunicado que los comercios Pep Boys, Hyland Auto Repair, Big Brand Tire & Service, Jiffy Lube y Chipotle figuran entre los afectados por estos incidentes. AZFamily remarcó que los propietarios de estos negocios expresaron su preocupación por la seguridad, el ambiente de trabajo y la potencial pérdida económica causada por la alteración del espacio comercial.

La oficial Jessica Ells del Departamento de Policía de Tempe declaró a AZFamily que el comportamiento registrado, lejos de constituir bromas inocentes, representa transgresiones graves al marco legal. “Estos videos definitivamente no son bromas. Están cruzando la línea de lo lúdico a lo criminal. Están infringiendo leyes”, indicó Ells, subrayando que la suplantación de empleados es considerada un delito grave según la legislación estatal.
La oficial explicó también que este tipo de acciones pueden ocasionar resultados imprevistos y riesgosos, tanto para los trabajadores como para los propios responsables de los videos. Ante el aumento de este tipo de contenidos, la policía ha instado a las plataformas digitales a extremar las revisiones y políticas de moderación de publicaciones que inciten a prácticas peligrosas o ilícitas, argumentando que la facilidad para difundir estos materiales incrementa el riesgo de réplicas en otras comunidades.
David Hyland, propietario de Hyland Auto Repair, manifestó a AZFamily su inquietud por el impacto de estos hechos en pequeños negocios y pidió un mayor control sobre el contenido que se publica en plataformas como Instagram, YouTube y TikTok. Hyland señaló: “Espero que esto presione a Instagram, YouTube y demás plataformas a revisar realmente lo que la gente publica”, haciendo hincapié en la responsabilidad de las redes sociales para prevenir incidentes similares que puedan perjudicar la seguridad y la estabilidad económica de los comercios locales.
El caso de Heston Cobb no constituye el primer antecedente legal en contra de creadores de contenido que realizan bromas virales en comercios. En diciembre, Mesa Police Department arrestó al también tiktoker Charles Smith tras difundirse un video en el que rociaba pesticidas sobre alimentos frescos en un supermercado Walmart de Arizona. Smith se entregó voluntariamente a las autoridades y reconoció los cargos de hurto y por el uso de químicos peligrosos.
En aquella oportunidad, el Departamento de Policía de Mesa remarcó en su comunicado: “Este incidente pone de manifiesto los peligros de acciones imprudentes disfrazadas de bromas en redes sociales”, advirtiendo sobre los riesgos para la salud y el impacto social de este tipo de conductas. Las autoridades subrayan la necesidad de concienciar a los usuarios, especialmente jóvenes, sobre las posibles consecuencias legales y sociales de materializar retos o bromas que puedan vulnerar los derechos de terceros o poner en riesgo la integridad de las personas.

El arresto de Heston Cobb reaviva el debate sobre la responsabilidad de las plataformas sociales ante la propagación de contenidos que puedan incitar a cometer delitos o propaguen ejemplos peligrosos a gran escala. Propietarios de comercios y autoridades insisten en la necesidad de mecanismos más estrictos de supervisión y, en caso necesario, de la colaboración entre empresas tecnológicas y los organismos de seguridad pública para prevenir daños.
Mientras el proceso judicial avanza, comerciantes afectados continúan solicitando apoyo institucional y campañas de información que desincentiven la imitación de estos actos en otros comercios del país. Tanto PEOPLE como AZFamily han dedicado cobertura a este fenómeno, remarcando las implicaciones para la convivencia social y el entorno económico de las ciudades impactadas por estos retos virales.