Una ola de preocupación recorre a los New York Mets tras la salida de Juan Soto del partido del martes contra los Padres de San Diego.
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El jardinero dominicano se vio obligado a abandonar el encuentro en el cuarto inning después de recibir un doloroso pelotazo de foul en su tobillo izquierdo, generando alarma en el banquillo y entre la afición.
El incidente ocurrió cuando Soto conectó una pelota de foul que impactó directamente en su propio tobillo, dejándolo visiblemente adolorido. Tras intentar continuar por un breve lapso, fue sustituido, lo que de inmediato encendió las luces de alerta sobre su condición.

El mánager de los Mets, Carlos Mendoza, abordó la situación con cautela tras el partido, reflejando la incertidumbre que rodea la lesión de su estrella. “Necesitamos esperar y ver qué dicen las pruebas”, comentó Mendoza, indicando que se realizarán más evaluaciones para determinar la gravedad del golpe.
La preocupación en el equipo es palpable. Soto es una pieza fundamental en la ofensiva de los Mets, y su posible ausencia, incluso por unos pocos días, sería un golpe significativo para las aspiraciones del equipo.
La franquicia ha clasificado la condición de Soto como “día a día”, lo que si bien no indica una lesión grave a largo plazo, sí sugiere que su disponibilidad inmediata para los próximos encuentros está en duda.
La afición y el equipo esperan con ansias las noticias sobre la evolución del tobillo de Juan Soto, cruzando los dedos para que la lesión sea solo un susto y el dominicano pueda regresar al campo lo antes posible. Su presencia es crucial en la recta final de la temporada.
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