
Jacob “Jake” Schmitt, originario de Buffalo, Nueva York y residente actual de Ogden, Utah, sobrevivió a un accidente que lo dejó inmovilizado y sin posibilidad de comunicarse en plena naturaleza. El 20 de julio, Schmitt decidió explorar las montañas Uinta junto a su perro Buddy, sin imaginar que la salida recreativa se convertiría en una prueba extrema de supervivencia. La travesía cobró un giro dramático cuando el vehículo todoterreno en el que se desplazaba perdió el control y cayó por una ladera empinada, volcando repetidas veces.
En el accidente, Schmitt sufrió graves lesiones: fractura de tibia y peroné, ambos tobillos destrozados y varias costillas rotas. Según describe la campaña de GoFundMe impulsada para costear su tratamiento, el incidente lo dejó además sin teléfono móvil. El único punto de luz que le permitió orientarse fue el collar luminoso de Buddy, su perro de seis años. Por sí mismo, improvisó una férula con restos del vehículo, cinta adhesiva y su propio cinturón, para intentar estabilizar una pierna antes de tomar la decisión de ir en busca de ayuda.
La complicación de heridas abiertas, la falta de comunicación y los obstáculos naturales de la montaña obligaron a Schmitt a gatear y arrastrarse durante más de once horas a lo largo de la noche. El trayecto finalizó con su llegada al amanecer a su camioneta, estacionada al pie de la montaña. Desde allí pudo conducir hasta el restaurante Oakley Diner, donde solicitó por ayuda. Una trabajadora local, Yenni Saiz, contactó a los servicios de emergencia, mientras Schmitt presentaba claros signos de dolor y fatiga extrema por las lesiones sufridas.

Schmitt relató a medios estadounidenses como la cadena Fox 13 y KSL-TV que en cuanto el vehículo empezó a volcar, comprendió la gravedad del accidente. El automóvil todoterreno giró entre 15 y 20 veces, según su estimación, y él fue expulsado durante la segunda o tercera vuelta. “Inmediatamente supe que iba a descender como un barco que se hunde. El aparato volvió sobre sí mismo unas veinte veces, creo. Fue cerca del segundo o tercer vuelco cuando salí despedido”, describió en entrevista reproducida por Fox 13.
Al recuperar la conciencia, Schmitt se encontró sin teléfono y con múltiples fracturas, pero vio a Buddy ileso y observándolo a poca distancia. Su mascota, que viajaba en una transportadora en la parte trasera del vehículo, no tuvo heridas. Esta imagen resultó fundamental para que Schmitt buscara la fortaleza necesaria y comenzara las maniobras de supervivencia. Armó una férula improvisada y tomó agua del arroyo junto a Buddy.

Schmitt tuvo que alternar entre arrastrarse y gatear, impulsado solo por la luz del collar de su perro y el afán de sobrevivir. A lo largo de las once horas de desplazamiento, la compañía de Buddy fue decisiva. “No lo habría logrado sin él. Fue como tener a tu mejor amigo animándote: sigue, sigue”, expresó Schmitt para Fox 13. Según la descripción en GoFundMe, el hombre llegó a su camioneta en plena madrugada y, pese a las lesiones, condujo hasta el centro del pueblo.
En el Oakley Diner, pidió auxilio y fue atendido por personal que rápidamente se comunicó con los servicios de emergencia. Schmitt fue trasladado al hospital de Park City, donde recibió atención médica de urgencia. Mientras tanto, la estación de bomberos local se ocupó de resguardar a Buddy y la camioneta hasta que familiares de Schmitt pudieron hacerse cargo.

La recuperación de Schmitt continúa bajo cuidados médicos, pero ya ha recibido el alta. De acuerdo con la actualización más reciente en la página de GoFundMe, Schmitt se encuentra en su domicilio junto a su perro, quien lo acompañó durante toda la odisea. La campaña de recaudación de fondos ha superado los 15.000 dólares, suma destinada a solventar los gastos médicos y la rehabilitación.
El caso ha despertado interés y solidaridad en la comunidad de Utah y en redes sociales. Schmitt enfatizó a KSL-TV y Fox 13 que el episodio fue una prueba física y emocional, reconociendo que pensó en abandonar cada instante. “Todos quieren ser duros, pero quise rendirme en todo momento. O me quedaba ahí y moría, o encontraba la manera de seguir adelante. Eso fue todo”, afirmó en una de las entrevistas.
La historia completa, incluida la secuencia de hechos y la recuperación hasta la fecha, ha sido recogida por medios estadounidenses como PEOPLE y las televisoras locales de Utah. El incidente pone de manifiesto las dificultades extremas que pueden surgir en actividades recreativas en zonas remotas y el papel inesperado que pueden desempeñar los animales de compañía en situaciones de riesgo.