
Una empleada de 7-Eleven en Hollywood fue declarada con muerte cerebral luego de ser presuntamente atacada por uno de sus superiores durante un altercado dentro del establecimiento. La víctima, identificada como Jessica McLaughlin, fue trasladada de emergencia a un hospital local tras el incidente, ocurrido el martes pasado a las 2:10 p.m., según informó el Departamento de Policía de Los Ángeles.
La confrontación se produjo en la tienda ubicada en la intersección de Melrose Avenue y North Arden Boulevard. De acuerdo con la policía, el suceso fue reportado como una llamada de agresión física entre dos empleados del establecimiento. No se han revelado más detalles oficiales del enfrentamiento por parte de las autoridades, quienes hasta el momento no han efectuado arresto alguno.
La familia de la víctima, sin embargo, asegura que el ataque provino directamente de un gerente del local. A través de una campaña de recaudación en línea, han indicado que McLaughlin fue inmovilizada y asfixiada por el agresor, quien presuntamente se sentó sobre ella e impidió que respirara.

Sean McLaughlin, hermano de la mujer atacada, se refirió al impacto que ha tenido el hecho en su familia. En declaraciones recogidas en la página de recaudación y difundidas por medios locales, expresó con angustia: “No sé cómo vamos a superarlo. Va a ser un camino difícil, va a ser una lucha superar esto. Ni siquiera puedo explicarlo. Estoy perdido, eso siento”.
La familia ha confirmado que Jessica se encuentra con muerte cerebral y ha iniciado una campaña de GoFundMe con el propósito de cubrir los gastos médicos y funerarios. Hasta el momento, no se han especificado cifras recaudadas ni el monto total que esperan alcanzar.
ABC 7, medio local que dio a conocer el caso, reportó que el presunto agresor no ha sido detenido por las autoridades. Sin embargo, la empresa 7-Eleven confirmó en un comunicado que el individuo ha sido desvinculado laboralmente del establecimiento y que la compañía está colaborando plenamente con la investigación policial.

En una breve declaración pública, 7-Eleven expresó sus condolencias a las personas afectadas por el incidente. “Nuestros corazones están con aquellos impactados durante este momento difícil. El sospechoso ha sido despedido, y continuamos cooperando plenamente con las autoridades en su investigación”, señaló la compañía a través de un portavoz.
No obstante, hasta ahora la empresa no ha ofrecido detalles adicionales sobre la identidad del presunto agresor, su tiempo de servicio en la tienda ni antecedentes disciplinarios previos.
El hecho de que el sospechoso no esté bajo custodia ha provocado cuestionamientos por parte de la comunidad y la familia de la víctima. Las autoridades tampoco han emitido una orden de arresto ni revelado si existen cargos formales en proceso, lo que ha alimentado la indignación de los allegados a McLaughlin.
La División de Robos y Homicidios del LAPD continúa recabando información sobre los hechos. De acuerdo con ABC 7, la policía confirmó que se trató de un enfrentamiento entre empleados, pero no ha proporcionado información sobre el motivo del altercado ni la cronología exacta de lo ocurrido en el interior del establecimiento.
La falta de arrestos hasta el momento y la ausencia de detalles concretos sobre el caso han motivado llamados a la acción por parte de activistas locales y miembros de la comunidad. La familia de McLaughlin ha reiterado su exigencia de justicia, enfatizando que la agresión fue lo suficientemente violenta como para provocarle muerte cerebral.

Un abogado que representa a la familia McLaughlin ha señalado que están explorando todas las vías legales posibles para garantizar que el agresor sea responsabilizado por sus actos. Si bien no se ha revelado el nombre del representante legal ni las acciones específicas que se emprenderán, la familia ha sido enfática en su intención de no permitir que el caso quede impune.
“Buscamos justicia y rendición de cuentas”, afirmó el abogado, según cita ABC 7, en referencia a los pasos legales que podrían seguirse en las próximas semanas. El equipo jurídico también estaría evaluando la posibilidad de presentar una demanda civil contra la empresa, aunque esta opción no ha sido confirmada oficialmente.