El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, condenó este jueves el nuevo ataque ruso sobre Kiev, señalando en su declaración la responsabilidad directa del presidente ruso: “Putin está matando a niños y civiles y saboteando las esperanzas de paz”.
Las autoridades de Ucrania informaron que el ataque nocturno sobre la capital dejó un saldo de al menos 14 víctimas mortales, incluidos tres menores, y causó daños materiales a infraestructuras civiles y diplomáticas, entre ellas el edificio del British Council. Además, dos misiles impactaron muy cerca de la delegación de la Unión Europea (UE), según detalló la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, que calificó el bombardeo como “el ataque con misiles y drones más mortífero contra la capital desde julio”.
En respuesta, la UE comunicó el endurecimiento de sus sanciones contra Rusia con el anuncio de un nuevo paquete de medidas y la intención de utilizar activos rusos congelados para apoyar la defensa y reconstrucción de Ucrania. Von der Leyen explicó que este ataque también se dirigió contra infraestructuras europeas en suelo ucraniano, reafirmando la política del bloque de ejercer “máxima presión” sobre Moscú y mantener su respaldo a Kiev.
La alta representante para Asuntos Exteriores y Seguridad de la UE, Kaja Kallas, reiteró que “ninguna misión diplomática debería nunca ser un objetivo” y anunció la convocatoria del enviado ruso en Bruselas. Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, calificó la agresión de deliberada contra la delegación de la UE y aseguró que “la UE no se intimidará”.
El progreso de los contactos directos entre Washington y Moscú, simbolizados en la cita de Alaska, había sido interpretado como el posible inicio de un proceso negociador para frenar el conflicto y sentar las bases de una solución duradera. Fuentes cercanas a la reunión afirmaron que la agenda fue el resultado de varios meses de trabajo liderado por el presidente Trump y sus asesores. La reciente escalada militar y el ataque sobre Kiev despertaron preocupaciones sobre la continuidad y la viabilidad de ese proceso de paz.

La presidenta de la CE anunció el inicio de una gira por Letonia, Finlandia, Estonia, Polonia, Lituania, Bulgaria y Rumanía con el objetivo de mostrar el apoyo europeo a estos países fronterizos tras los últimos acontecimientos y compartir los avances en materia de defensa común.
Mientras tanto, la delegación diplomática de la UE en Kiev permanece “plenamente operacional”, según confirmó la portavoz comunitaria Anitta Hipper, pese a los daños materiales sufridos. El gobierno británico y las instituciones europeas recalcaron la urgencia de reanudar los esfuerzos hacia un alto el fuego efectivo y alertaron sobre el impacto negativo que las acciones militares —como la reciente ofensiva rusa— pueden tener sobre cualquier intento creíble de negociaciones de paz para Ucrania.
El pasado 15 de agosto, el presidente, estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, sostuvieron un encuentro en Alaska, que representó la primera cumbre de más ato nivel para abordar un posible proceso de pacificación en Ucrania. El encuentro fue precedido por una extensa preparación diplomática a cargo del mandatario estadounidense y su equipo.