En 19 y B, Vedado, se encuentra enclavado un edificio sin grandes pretensiones arquitectónicas pintado de azul y blanco con ventanas de aluminio y cristal. Desde allí se gestiona el tráfico de internet en La Habana y otras provincias del país. Un ingeniero de Etecsa recuerda la primera vez que oficiales del MININT cortaron la conexión a internet para datos móviles en diferentes zonas de la capital.
“Fue durante la protesta del 27 noviembre de 2020. Como a las diez de la noche llegó un grupo de especialistas de la división de comunicaciones del MININT. Nos sacaron de nuestros puestos de trabajo y se ocuparon de la gestión y trafico de internet en la ciudad. Antes de esa fecha hubo varios momentos, como cuando desalojaron por la fuerza a Luis Manuel Otero y otras personas que hacían una huelga de hambre en el barrio de San Isidro, que la Seguridad del Estado nos pidió ralentizar la conexión en esa zona de La Habana Vieja. Si una antena de internet de datos tenía capacidad para diez celdas, te ordenaban que apagara seis para que la velocidad de transmisión disminuyera drásticamente”.
“Luego se diseñó el protocolo que está vigente en la actualidad. Cuando hay protestas en la calle, como las manifestaciones del 11J, se corta internet en todo el país. Si es en un municipio fuera de la capital, los nodos provinciales interrumpen internet. A raíz de la implementación del Decreto Ley 370 y otras normativas que multan o prohíben determinados comportamientos considerados contrarrevolucionarios, en las redes sociales, un grupo de especialistas de Etecsa y del MININT rastrean las cuentas y perfiles más críticos en contra del gobierno. Después se le aplican multas o en caso de ser reincidentes, pudieran ser procesados penalmente."
"La Seguridad del Estado sabe que miles de cubanos siguen a influencers que el gobierno tiene en la lista de terroristas como Alex Otaola, Eliecer Ávila y Manuel Milanés, entre otros que radican en Estados Unidos. Saben del impacto que tienen en la población y que muchos ciudadanos les envían informaciones, fotos o videos de los basureros, salideros de agua y deplorable estado de los hospitales en Cuba. Las quejas contra el gobierno aumentan cada año en las redes sociales. Lo mismo un adolescente que una anciana hacen directas criticando a Díaz-Canel o la mala gestión de las autoridades. Hace más de un año se comenzó a estudiar cómo limitar el uso de las redes sociales entre la población. El método más práctico era restringirlo con un aumento desproporcionado de las tarifas para acceder a internet”, concluye el ingeniero.
Varias fuentes consultadas por Diario Las Américas reconocen que las pérdidas de ingresos de divisas de Etecsa en los últimos seis años ronda el 70 por ciento. “Entre 2007 y 2012 las ganancias en dólares de la empresa fluctuaban entre 700 y 900 millones de dólares. Esos ingresos provenían de las llamadas internacionales, principalmente Estados Unidos, venta de líneas de móviles y tarjetas prepago de llamadas o conexión a internet y las embajadas, hoteles o empresas extranjeras radicadas en la Isla que pagaban sus facturas en divisas”, explica un ex funcionario de Etecsa.
“La época de las vacas gordas fue desde 2013 hasta 2020 cuando se ingresó entre mil y mil 500 millones de dólares. Etecsa es un monopolio de comunicación que no tiene competencia y vendía sus servicios en divisas. Cada cubano, para tener una línea de celular, debía pagar 30 cuc (pesos convertibles, equivalente a 30 dólares). Igual para conectarse a internet. En 2014 una hora de internet costaba el equivalente a 4.50 dólares. El pueblo manifestaba su descontento, e incluso apareció un hashtag para que bajaran los precios. Etecsa no es una empresa que beneficia a la sociedad. Es una especie de caja chica donde el gobierno obtiene liquidez".
"Después que en 2011 la empresa dejó de operar con un socio extranjero, GAESA controló el cien por ciento del capital de Etecsa. ¿Qué pasó?, que debido a la crisis multisistémica, corrupción y mala administración entre el 80 y 90 por ciento de los ingresos en divisas no se reinvirtió en comprar nuevas tecnologías. El Estado se apropió de esos ingresos. Durante el restablecimiento de relaciones con Estados Unidos en diciembre de 2014, varios CEO de empresas estadounidenses de nuevas tecnologías visitaron el país con interés de negociar. El gobierno cubano se negó, argumentando soberanía digital y los dejó plantados."
“Hubo reuniones en La Habana con Daniel Sepúlveda, a la sazón funcionario importante de Estados Unidos. En junio de 2018, Díaz-Canel dialogó sobre un mayor acceso a internet con Erich Schmidt, ejecutivo de Google, y con Jeff Flake, senador republicano. Pero el gobierno se sentía fuerte. En los corrillos del poder alardeaban de que no tenían que compartir ganancias con los yanquis. Incluso no aceptaron conectarse a un cable submarino ofrecido por la administración de Obama. Hasta el 31 de diciembre de 2020, la mayoría de los ingresos de Etecsa, excepto el pago de la telefonía fija y los teléfonos monederos que están en la calle, eran en divisas".
"¿Qué se hizo con ese dinero, un monto que fluctuó entre 8 y 12 mil millones de dólares de 2012 a 2020? El Estado se quedó con el dinero y solo invirtió en equipamiento entre un 7 y un 11 por ciento de los ingresos en divisas. La desastrosa Tarea Ordenamiento terminó de hundir a la empresa: al eliminar el peso convertible, el mayor volumen de ventas fue en pesos, moneda inservible que no es cambiable en el mercado internacional. La falta de inversión y mantenimiento ha provocado en los últimos cinco años una sobrexplotación de los recursos”.
“Por falta de divisas, combustible y los extensos apagones, el 80 por ciento de los equipos de Etecsa están obsoletos o funcionan con bajos rendimientos. El 70 por ciento de las baterías de las antenas de telefonía móvil deben ser sustituidas. La culpa de esa catástrofe no la tiene el cliente. El culpable es el gobierno. Etecsa una empresa pública, son ellos lo que deben invertir para modernizarla. Pero ese dinero se evaporó. Entonces la solución de urgencia es que los antiguos gusanos salven con sus dólares a la empresa”, afirma el ex funcionario.
Pero los tiempos han cambiado, apunta una especialista que trabajó diez años en Etecsa y ahora reside en Estados Unidos. “Las llamadas internacionales a Cuba son excesivamente caras. Aplicaciones informáticas han sustituido a las llamadas tradicionales. Con el nuevo tarifazo de Etecsa se intenta recuperar que los emigrados paguen por el uso de internet y la factura del móvil de sus parientes en la Isla. Pero son precios absurdos, los más caros del mundo. Mucha gente en Cuba ya utiliza por la izquierda equipos Starlink, con una velocidad de conexión quince veces superior a la que ofrece Etecsa".
"Y lo más probable es que antes de concluya el año esa opción esté disponible en los teléfonos celulares. A mediano plazo, Etecsa está condenada a quebrar. Lo que deben hacer los emigrados cubanos es no ceder al chantaje del régimen. Las llamadas por internet a través de WhatsApp no consumen muchos gigabytes. Y si se tiene que recargar, es mejor mandarle el dinero a su familiar y que pague en pesos la opción extra más barata y que a la dictadura no le entren los dólares”, aconseja la ex especialista de Etecsa.
Según analistas, la otra arista del nuevo tarifazo de Etecsa es censurar y frenar el amplio descontento en redes sociales de una mayoría de cubanos. “En los últimos cinco años ha subido notablemente la cifra de personas que desde la Isla siguen los canales de youtubers e influencers en contra del gobierno, escuchan Podcasts o leen Diario Las Américas, El Nuevo Herald, Martí Noticias, Cubanet, Diario de Cuba, 14ymedio y Cibercuba, entre otros medios tildados de 'contrarrevolucionarios' por las autoridades. Sitios como El Toque son los que rigen el valor de compra y venta del dólar y el euro, no el Banco Central”, aclara un funcionario de Etecsa.
Los nuevos precios en dólares: 10 dólares por 4 gigabyt; 20 dólares por 8 gigabyt y 35 dólares por 16 gigabyt. En pesos cubanos: 360 pesos por solo 6 gigabyt al mes. Y si quien quiera conectarse debe pagar 3,360 pesos por 3 gigabyt; 6,720 por 7 gigabyt y 11 mil 760 pesos por 15 gigabyt.
Con esta nueva medida, la intención era matar dos pájaros de un tiro: acallar a golpe talonario el descontento ciudadano y ordeñar como vacas a los exiliados cubanos. Pero el disgusto mostrado por la mayoría de nuestros compatriotas al nuevo tarifazo de Etecsa, más allá de sus posiciones políticas, muestra que esta vez a la dictadura el disparo le salió por la culata.