azul arriba y amarillo abajo. A ambos lados se ven retratos en blanco y negro de Donald Trump y Vladimir Putin, ambos con traje y con aspecto serio.

Pie de foto, Donald Trump y Vladimir Putin se reunirán el viernes en Alaska.
    • Autor, Paul Adams
    • Título del autor, BBC News, corresponsal diplomático
  • 2 horas

Se ha especulado mucho sobre si la cumbre entre Trump y Putin dará lugar a una alteración forzosa y fundamental del mapa de Ucrania.

Rusia ha reclamado vastas zonas de Ucrania desde 2014, cuando el presidente Vladimir Putin dio su primer paso.

En aquel momento, en el espacio de unos pocos meses, Moscú llevó a cabo la ocupación y anexión relativamente incruenta de la península de Crimea.

Pero a ello le siguió un movimiento separatista respaldado por Rusia en la región oriental del Donbás, concretamente en las dos regiones, u "óblast", conocidas como Donetsk y Lugansk.

Allí se libró una guerra durante ocho años.

Mapa de Ucrania antes de la guerra, que muestra Ucrania y Rusia. Las zonas clave resaltadas son Crimea, que fue totalmente anexada por Rusia en 2014; Lugansk y Donetsk están marcadas; una gran franja al este de ambas regiones, sombreada en púrpura, representa áreas bajo control de separatistas respaldados por Rusia. La capital, Kyiv, también está marcada y un recuadro muestra la ubicación de Ucrania en Europa.

Ucrania perdió alrededor de 14.000 soldados y civiles durante este período.

Pero en febrero de 2022, Putin lanzó su invasión a gran escala. Las tropas rusas llegaron rápidamente a las afueras de Kyiv y se apoderaron de enormes extensiones del sur, incluyendo grandes partes de otras dos provincias, Zaporiyia y Jersón.

 ISW (marzo de 2022)

La guerra ha tenido altibajos desde entonces. Rusia ahora controla un territorio bastante menor, pasando de alrededor del 27% en la primavera de 2022 a aproximadamente el 20% en la actualidad. En el este, las fuerzas rusas están avanzando, pero muy lentamente y a un gran costo.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, afirma que ahora es necesario un alto el fuego incondicional. Los aliados europeos también insisten en el cese de los combates. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirma que eso es lo que ha estado tratando de conseguir.

Pero en vísperas de su cumbre en Alaska con Putin, Trump ha empezado a hablar, en cambio, de intercambios territoriales. Esto ha causado conmoción en Kyiv y en Europa.

No está nada claro a qué territorio se refiere Trump, ni cómo serían esos intercambios, dado que todo el territorio en cuestión pertenece legalmente a Ucrania.

A fecha de agosto de 2025, el territorio de Ucrania es el siguiente:

 ISW

A Rusia le encantaría ampliar su control sobre la totalidad de Lugansk y Donetsk.

Algunos informes sugieren que Putin está exigiendo a Ucrania que le entregue el territorio restante que controla en ambas regiones.

Pero eso significaría que Kyiv renunciaría a lugares por los que decenas de miles de soldados ucranianos han muerto tratando de proteger, ciudades como Kramatorsk y Slávyansk, y una línea fortificada que protege el territorio ucraniano al norte y al oeste.

 ISW, 12 de agosto de 2025.

Para Kyiv, tal concesión sería un trago amargo. Para Moscú, cuyas pérdidas han sido aún más catastróficas, representaría una victoria.

Zelensky dijo el martes que Ucrania "no podía" abandonar el Donbás, ya que Moscú utilizaría la región como trampolín para atacar al resto del país.

En los últimos días, las fuerzas rusas parecen estar presionando con fuerza y avanzando cerca de la ciudad de Dobropilia. Pero aún no está claro si esto supone un movimiento estratégico significativo o solo un esfuerzo por demostrar a Trump que Moscú tiene la ventaja.

¿Y qué pasa con Zaporiyia y Jersón capturadas en 2022?

Según se informa, Rusia está ofreciendo detener su ofensiva y dejar las fronteras como están.

 ISW, 12 de agosto de 2025.

¿Pero estaría Rusia dispuesta a devolver algo de ello?

El lunes, Trump habló vagamente sobre "propiedades frente al mar", presumiblemente en referencia a parte de esta costa, a lo largo del mar de Azov o del mar Negro.

Pero todo esto forma parte del puente terrestre estratégicamente vital de Putin que conecta Rusia con la Crimea ocupada.

Es difícil imaginar que el líder ruso acepte renunciar a nada de ello. Al igual que Donetsk y Lugansk, Putin considera estos lugares como parte de Rusia y los anexionó ilegalmente hace tres años en cuatro referéndums ampliamente considerados como una farsa.

Para Ucrania y Europa, los intercambios territoriales, en esta fase tan temprana de las negociaciones, son inviables.

Es posible que finalmente se produzca un debate sobre las futuras fronteras, pero solo cuando la guerra haya terminado y se haya garantizado la seguridad de Ucrania.

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