Tierras raras: el mayor productor de Estados Unidos y el Pentágono se unen para acabar con el dominio chino

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Imagen panorámica de la plantaImagen panorámica de la planta de MP Materials en Texas (Michael Tessler/MP Materials)

En una maniobra que busca redefinir el equilibrio global en la industria de los imanes de tierras raras, MP Materials ha recibido una inversión multimillonaria del Pentágono para expandir su capacidad de producción en Estados Unidos. Este respaldo gubernamental, anunciado la semana pasada, representa un paso decisivo en el intento estadounidense de reducir su dependencia de China en un sector estratégico que impacta desde la fabricación de automóviles eléctricos hasta sistemas de defensa avanzados.

Según informó The Wall Street Journal, la apuesta de MP Materials no solo implica una inyección de capital, sino también la ambición de reconstruir una cadena de suministro nacional capaz de desafiar el dominio chino, que actualmente controla el 90% del mercado mundial de estos imanes.

En la ciudad de Fort Worth, Texas, la nueva planta de MP Materials se ha convertido en el epicentro de este esfuerzo industrial. En sus instalaciones, trabajadores equipados con trajes de protección manipulan metales fundidos a temperaturas que alcanzan los 982 grados centígrados, produciendo metales de tierras raras a una escala comercial inédita en Estados Unidos en las últimas décadas.

Esta fábrica, conocida provisionalmente como "10x“, simboliza la apuesta de la empresa por multiplicar por diez su capacidad de producción de imanes, pasando de 1.000 a 10.000 toneladas métricas anuales gracias al acuerdo con el Departamento de Defensa.

MP Materials firmó un convenioMP Materials firmó un convenio con el Pentágono para financiación y de esta forma poder multiplicar su producción de tierras raras (MP Materials)

La inversión total de MP Materials en infraestructura y equipamiento supera los 1.000 millones de dólares. Además, la mina Mountain Pass, ubicada en el desierto de Mojave, California, se ha consolidado como la mayor fuente de minerales de tierras raras en el hemisferio occidental. Con la expansión de la planta texana y el respaldo financiero del Pentágono, la compañía se prepara para cerrar el ciclo productivo: transformar grandes volúmenes de minerales extraídos en imanes de alta calidad, esenciales para industrias tecnológicas y de defensa.

General Motors (GM) figura entre los primeros clientes que recibirán entregas de estos imanes a partir de este año. El acuerdo con el Pentágono convierte al Departamento de Defensa en el mayor accionista de MP Materials, lo que refuerza la dimensión estratégica de la operación.

El trasfondo de esta apuesta es el control casi absoluto que ejerce China sobre el mercado global de imanes de tierras raras. El país asiático no solo posee algunas de las mejores minas y una fuerza laboral altamente capacitada, sino que también ha desarrollado una industria capaz de procesar estos minerales a bajo costo y gestionar los residuos tóxicos asociados. Esta posición dominante ha permitido a China influir en los precios y restringir el acceso a tecnologías clave, dificultando la emergencia de competidores occidentales.

En 2023 y 2024, Beijing intensificó las restricciones a la exportación de imanes de tierras raras, exigiendo a los compradores occidentales la presentación de complejas solicitudes de exportación para demostrar la ausencia de vínculos militares. Estas medidas provocaron el cierre temporal de una planta de Ford en Estados Unidos y generaron incertidumbre en toda la industria. Un proveedor automotriz llegó a pagar más de 15 dólares por imanes que normalmente cuestan menos de 40 centavos, según un operador citado por The Wall Street Journal.

Jim Farley, director ejecutivo de Ford, resumió la situación al afirmar: “No podemos conseguir imanes de alta potencia sin China”, en declaraciones recogidas por el medio estadounidense. Aunque las negociaciones comerciales entre Washington y Beijing han producido treguas parciales, las exportaciones chinas de imanes siguen por debajo de lo esperado, especialmente para proveedores de defensa.

Primer plano de un técnicoPrimer plano de un técnico en las instalaciones de MP Materials en Independence, Texas (MP Materials)

El acuerdo anunciado la semana pasada implica una inversión de cientos de millones de dólares por parte del Departamento de Defensa, que se convierte así en el principal accionista de MP Materials.

Este respaldo permitirá triplicar la capacidad de producción de la planta de Fort Worth y financiar la construcción de una segunda instalación aún mayor. Además, el gobierno estadounidense ha establecido un precio mínimo para los minerales de tierras raras de MP y ha garantizado la compra de los imanes producidos, lo que otorga a la empresa la seguridad necesaria para avanzar en sus planes de expansión.

Un portavoz de la Casa Blanca calificó el acuerdo como “un paso importante en la reconstrucción de la industria nacional de tierras raras en Estados Unidos”, según recogió The Wall Street Journal. La medida busca blindar la cadena de suministro ante posibles fluctuaciones de precios y asegurar el abastecimiento para aplicaciones críticas en defensa y tecnología.

El Departamento de Defensa solo requerirá una parte de la producción, lo que permitirá a MP Materials vender el resto a clientes comerciales, como los fabricantes de automóviles. Este modelo de apoyo estatal pretende incentivar la inversión privada y acelerar la independencia tecnológica estadounidense en un sector considerado vital para la seguridad nacional.

El anuncio del acuerdo provocó una reacción inmediata en los mercados. Las acciones de MP Materials subieron alrededor de un 50% en el día y han triplicado su valor en lo que va del año, según datos de The Wall Street Journal. Otras empresas del sector también experimentaron incrementos, reflejando el optimismo sobre el futuro de la industria nacional de imanes de tierras raras.

La administración Biden, al igual que la de Trump, ha impulsado inversiones públicas y privadas para revitalizar la producción nacional de estos materiales. El objetivo es construir una base industrial capaz de satisfacer la creciente demanda sin depender de proveedores extranjeros, especialmente en un contexto de tensiones comerciales y geopolíticas con China.

El resurgimiento de MP Materials ilustra los desafíos que enfrentan los productores estadounidenses. La mina Mountain Pass, que durante décadas lideró la producción mundial de tierras raras, cayó en bancarrota en 2015 tras una caída de precios provocada por el exceso de oferta china. James Litinsky y Michael Rosenthal, fundadores de MP Materials, adquirieron la mina en 2017 tras invertir en bonos de la anterior operadora, Molycorp.

 Vista aérea de MountainARCHIVO: Vista aérea de Mountain Pass, fotografiada en 2024 (MP Materials)

En sus inicios, la empresa contaba con apenas ocho empleados y recursos limitados. Para sobrevivir, firmó un acuerdo con la china Shenghe Resources, que aportó financiación a cambio de una participación minoritaria y se encargó de refinar el mineral extraído en China. Con el tiempo, MP Materials utilizó los ingresos generados para desarrollar su propia capacidad de procesamiento en California, apoyada por subvenciones del Pentágono que sumaron cerca de 100 millones de dólares.

El proceso de separar los distintos elementos de tierras raras es altamente complejo, comparable a “diseñar un proceso químico para separar los M&Ms azules del resto y luego extraer el cacao de esos caramelos”, según explicó Michael Rosenthal, director de operaciones de la empresa, en declaraciones recogidas por The Wall Street Journal. En 2023, MP Materials se convirtió en la única compañía estadounidense capaz de separar tierras raras a escala comercial, lo que le permitió vender directamente a clientes en Estados Unidos, Japón y Corea del Sur.

El impulso de MP Materials ha estimulado la aparición de nuevos actores en el sector. Vulcan Elements, con sede en Durham, Carolina del Norte, planea suministrar imanes a las fuerzas armadas estadounidenses a partir del próximo año. Noveon, en San Marcos, Texas, ha firmado un acuerdo para abastecer a la japonesa Nidec, uno de los mayores fabricantes de motores del mundo. La alemana VAC prevé iniciar operaciones en una planta financiada por el Pentágono cerca de Sumter, Carolina del Sur, antes de que termine el año.

Estos proyectos, en conjunto, podrían alcanzar una capacidad de producción de varios miles de toneladas de imanes para finales de año, lo que representaría aproximadamente un tercio de las importaciones actuales de Estados Unidos. Sin embargo, los expertos advierten que reducir sustancialmente la dependencia de China no será sencillo ni barato. Se estima que los imanes producidos en Estados Unidos podrían costar al menos un 50% más que los chinos.

Gracelin Baskaran, directora del programa de seguridad de minerales críticos en el Center for Strategic and International Studies, destacó la relevancia del esfuerzo: “MP está trabajando a toda velocidad para abordar uno de los mayores desafíos de seguridad nacional y económica de EE.UU.”, afirmó en declaraciones recogidas por The Wall Street Journal.

Por su parte, James Litinsky, director ejecutivo de MP Materials, subrayó el potencial de crecimiento del sector: “Hay muchas oportunidades de crecimiento”, aseguró. Sin embargo, la competencia no oculta su preocupación por el modelo de apoyo estatal. Un ejecutivo de una empresa rival, que prefirió no ser identificado, señaló: “Es el gobierno eligiendo ganadores y perdedores, y parece que han apostado fuerte por una sola empresa”.

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