
La imagen de la moda minimalista, que se distingue por su apuesta por prendas básicas, cortes depurados y materiales de alta calidad, es una tendencia dominante entre celebridades y amantes de la estética “lujo silencioso” y su resurgimiento encuentra sus raíces en figuras icónicas.
Se sabe: este enfoque rechaza la ornamentación excesiva y la logomanía, optando por armarios compuestos de piezas versátiles y funcionales. La belleza del minimalismo radica en la pureza de los cortes y en la sofisticación sutil de los tejidos, donde los detalles pasan desapercibidos y la elegancia se expresa a través de la contención.
El minimalismo surgió como respuesta a contextos de cambio y saturación estética, estableciéndose como una herramienta de autoafirmación para quienes prefieren la elegancia contenida sobre la ostentación.

Entre las características principales del minimalismo destacan la preferencia por colores neutros, blanco, negro, gris, crudo y tostado, la ausencia de estampados y la selección de materiales de calidad sobresaliente.
Las prendas clave incluyen pantalones de corte limpio, camisetas, camisas, blazers y abrigos estructurados, todos ellos pensados para adaptarse a distintas ocasiones sin perder el sello de la sobriedad.
Profumo, desglosó a Infobae elementos esenciales de este estilo y detalló las claves fundamentales que conforman un guardarropa minimalista. “Los elementos fashionistas para un guardarropas minimalista se conforman de prendas ultra básicas donde quedas bien lookeada a toda hora y casi para cualquier ocasión”, afirmó.

Entre las piezas imprescindibles mencionó pantalones de tiro bajo, medio o alto y de piernas anchas, sin llegar a ser oversize, pantalones slim, camisetas, camisas, t-shirts y el infaltable saco con solapa ancha, preferentemente cruzado en la temporada actual.
Profumo subrayó la importancia de los materiales y la calidad de las telas. “Los materiales, cortes y diseño de calidad son fundamentales para que una prenda básica se vea óptima. Por ejemplo, un buen corte de saco sastrero, con un género de buena calidad, para invierno, un paño. Para verano, lino, habla mucho más de un alto outfit que a primera vista puede apreciarse”.
La diseñadora enfatizó que el calce y el género de un buen pantalón, adaptados a la temporada, son determinantes para diferenciar una prenda minimalista del resto.

En cuanto a la paleta cromática, los colores top en esta gama minimalista son los crudos, blanco, grises, negros y tostados. Además, exisite un riesgo, es caer en la monotonía. Por eso los expertos recomiendan ser creativos en la combinación de géneros y colores, permitiendo que los accesorios aporten atractivo sin perder la esencia.
Profumo ejemplificó con un conjunto de pantalón slim de jean, camiseta blanca básica y blazer tostado cruzado, complementado con una bufanda de lana en color nude para un toque invernal.
Respecto a los accesorios, dijo. “No hay que permitir que sean los colores ni las grandes estampas y mucho menos los accesorios sus protagonistas”. La especialista propuso detalles pequeños como cadenitas, aritos con leve strass, pulseras o brazaletes angostos, anillos básicos, carteras monocolor y pequeñas, y calzado sencillo como zapatillas, borcegos, chatitas o mocasines.

El llamado "efecto Sofía Richie" transformó la percepción del minimalismo en la cultura pop actual. Tras su boda, el estilo se convirtió en objeto de admiración y análisis en redes sociales, especialmente en TikTok, donde abundan los videos que elogian su armario y su transición hacia una estética más depurada.
Este fenómeno influyó en otras celebridades, como Kylie Jenner, quien dejó atrás su predilección por la logomanía y los estilos maximalistas para adoptar fórmulas de lujo silencioso y estética “Old Money”.
La popularidad de Richie impulsó a figuras como Kendall Jenner, Gigi Hadid, Jennifer Lawrence, Lilly Collins, Bella Hadid y Dakota Johnson a reinterpretar el minimalismo en sus propios estilos. Muchas de estas celebridades tranformaron su imagen pública, priorizando prendas lisas, sin logos visibles, y básicos de alta calidad.
El auge del minimalismo en redes sociales responde a una fascinación colectiva por la elegancia contenida y la aspiración a un estilo asociado a las clases altas, donde la discreción y la calidad prevalecen sobre la ostentación.
El fenómeno viral consolidó al minimalismo como la tendencia dominante en la moda de 2023 y puso en valor la influencia de referentes históricos como Carolyn Bessette.

El minimalismo experimentó un auge significativo en los años 90, en un contexto marcado por conflictos internacionales, crisis ecológicas y un sentimiento generalizado de inquietud. En ese periodo, la sociedad buscó refugio en el entorno doméstico, dando origen al fenómeno conocido como "cocooning“.
Esta tendencia se reflejó en la moda, que abandonó la exuberancia de décadas anteriores para centrarse en la funcionalidad y la practicidad.
Las prendas básicas como blazers, faldas tubo y jerséis de cuello alto, siempre en tejidos de calidad y cortes pulidos, se convirtieron en sinónimo de elegancia. El consumo se orientó hacia piezas versátiles y atemporales, en contraposición a los excesos y las modas efímeras. En este escenario, Carolyn Bessette emergió como el rostro del minimalismo, simbolizando la sofisticación cotidiana y el valor del diseño sobrio para expresar estilo y personalidad.
Bessette inició su carrera en una tienda de Calvin Klein en Massachusetts y ascendió hasta convertirse en publicista principal de la marca.
Su matrimonio con John F. Kennedy Jr. la llevó a la fama mundial, y su trágica muerte a los 33 años consolidó su magnetismo mediático. La combinación de historia personal y estilo inconfundible la convirtió en una musa moderna, capaz de redefinir la elegancia desde la sencillez.
El estilo de Carolyn Bessette se caracterizaba por la sencillez absoluta y las siluetas limpias. Sus prendas emblemáticas incluían la camisa blanca, la ausencia de estampados y los tonos neutros. Bessette prescindía casi por completo de joyas, optando por gafas de sol pequeñas, bolsos sin logos y complementos poco convencionales como la diadema ancha.
Su forma de vestir proyectaba una elegancia relajada, evitando la ostentación incluso en contextos formales.
Uno de los hitos más recordados de su legado es el vestido de novia diseñado por Narciso Rodríguez. El conjunto, de línea lencera y tejido al bies, sin bordados ni ornamentos, acompañado de un ramo simple y guantes de tul, se convirtió en un referente universal.