
Una tormenta severa registrada en la madrugada del martes encendió las alertas en el norte de Texas, cuando un sistema meteorológico avanzó a gran velocidad a través del Panhandle, acompañado de granizo de grandes proporciones y ráfagas de viento que alcanzaron las 70 millas por hora (112 kilómetros por hora). La amenaza, localizada inicialmente a cinco millas (8 km) al este de Goodnight y a 13 millas (20 km) al noroeste de Clarendon, obligó a las autoridades a emitir advertencias inmediatas para los residentes de la región.
A las 3:17 a.m. CDT, el Servicio Meteorológico Nacional (National Weather Service, NWS) emitió una alerta de tormenta severa con base en lecturas de radar que detectaron actividad peligrosa. El fenómeno meteorológico avanzaba con rapidez hacia el noreste a 55 mph (88 km), cubriendo en minutos varios pueblos y zonas rurales del estado. Las autoridades recomendaron a los residentes de Howardwick, Lake McClellan, McLean, Lefors, Alanreed, Greenbelt Lake y Goodnight refugiarse de inmediato en habitaciones interiores en el nivel más bajo de edificaciones resistentes.
La amenaza no era menor. El NWS advirtió que el granizo, de tamaño comparable al de una pelota de golf, tenía capacidad de romper ventanas, abollar vehículos y causar heridas en caso de impacto directo, mientras que las ráfagas de viento podrían arrancar techos, dañar construcciones ligeras y desplazar objetos al aire libre, convirtiéndolos en proyectiles peligrosos.

Según datos oficiales citados por Newsweek, la principal preocupación de los meteorólogos se centró en la intensidad de los vientos, que al alcanzar las 70 mph (112 km) representan un riesgo crítico para estructuras vulnerables como casas móviles, cobertizos o instalaciones recreativas. Las piedras de granizo, de gran tamaño, también implican una amenaza directa para la integridad física de cualquier persona que se encuentre en exteriores durante el paso del fenómeno.
Las comunidades afectadas se caracterizan por tener acceso limitado a infraestructura de emergencia y servicios de protección civil, lo cual incrementa la vulnerabilidad frente a eventos de esta magnitud. El paso de una tormenta de alta velocidad por zonas como Clarendon o Greenbelt Lake no solo pone en riesgo viviendas, sino también instalaciones turísticas y vehículos estacionados sin protección.
Aunque en las primeras horas tras el paso del sistema no se reportaron heridos ni daños confirmados, las autoridades advirtieron que los efectos visibles podrían surgir con el avance del día, a medida que se completen las evaluaciones en campo. Se espera que las reclamaciones de seguros y los trabajos de limpieza incrementen en las próximas horas.

La alerta emitida por el Servicio Meteorológico Nacional fue basada en mediciones de radar que identificaron tanto la trayectoria como la intensidad del sistema en tiempo real. El movimiento hacia el noreste a una velocidad de 55 millas por hora (88 km) limitó el margen de tiempo para que los pobladores buscaran resguardo.
El organismo instó a las personas a mantenerse informadas mediante alertas móviles y sistemas de radio, recordando que los sótanos o habitaciones sin ventanas en el primer piso de viviendas sólidas ofrecen la mejor protección frente a tormentas con estas características. Según el parte emitido, no se descartaba la posibilidad de nuevas alertas en las próximas horas si el sistema mantenía su intensidad al desplazarse hacia otras regiones del estado.
Los meteorólogos, por su parte, continúan monitoreando la evolución del sistema, que podría desencadenar más eventos severos al avanzar por áreas rurales poco densamente pobladas pero altamente expuestas. Las condiciones climatológicas de la zona, especialmente en primavera, favorecen el desarrollo de tormentas intensas, algo que históricamente ha generado preocupación en la región del Panhandle.

Aunque no se han emitido declaraciones oficiales por parte de autoridades locales al momento del reporte, usuarios en redes sociales comenzaron a compartir testimonios y fotografías desde lugares como Clarendon y Lefors alrededor de las 3:30 a.m. CDT. Muchos de ellos informaron sobre fuertes ruidos por impacto de granizo y la presencia de vientos que sacudían árboles, techos y postes eléctricos.
Estos reportes ciudadanos confirmaron la intensidad de la tormenta incluso antes de que las oficinas de emergencia pudieran intervenir. La falta de personal activo a esa hora de la madrugada redujo la capacidad de respuesta inmediata, una situación común en zonas rurales de Estados Unidos ante emergencias meteorológicas.
De acuerdo con la cobertura de Newsweek, se prevé que las autoridades locales realicen evaluaciones de daños más adelante durante la mañana, una vez que sea seguro desplazarse por las áreas afectadas. Hasta entonces, el Servicio Meteorológico Nacional ha mantenido activos sus canales de vigilancia y podría actualizar sus advertencias dependiendo del comportamiento del sistema atmosférico.