Tormentas severas amenazan a más de 45 millones de personas en Estados Unidos antes del solsticio de verano

Más de 45 millones de personas están en riesgo por tormentas severas en el centro de Estados Unidos, según la NOAA. (REUTERS/Jonathan Drake)

Una nueva oleada de clima severo afecta esta semana al centro de Estados Unidos, justo antes del solsticio de verano.

De acuerdo con el Centro de Predicción de Tormentas de la NOAA, para el lunes 16 de junio se declaró un riesgo de nivel 3 de 5 por tormentas eléctricas severas en el sur de Minnesota, abarcando ciudades como Minneapolis, St. Paul y Bloomington.

Esta clasificación representa una amenaza significativa, especialmente en una región que hasta ahora había escapado a los episodios más intensos de lluvia.

El área afectada no se limita a Minnesota. Según el FOX Forecast Center, otras zonas del norte-centro del país, incluyendo Nebraska, Iowa, Wisconsin, Dakota del Sur y Missouri, también enfrentan riesgo de tormentas severas. En total, se estima que más de 45 millones de personas están en la trayectoria de posibles eventos meteorológicos extremos hasta el miércoles.

La amenaza incluye ciudades como Minneapolis, Omaha, Des Moines y Kansas City, con posibilidad de granizo y vientos destructivos. (REUTERS/Jonathan Drake)

El patrón atmosférico actual muestra una serie de frentes estacionarios que varían mínimamente cada día. Esta configuración crea condiciones ideales para la formación continua de tormentas, lo que puede traducirse en lluvias persistentes durante varios días consecutivos.

Las tormentas que se prevén podrían estar acompañadas de rayos nube-tierra, intensas precipitaciones, ráfagas de viento destructivas y granizo de gran tamaño. Aunque los meteorólogos no han descartado la posibilidad de tornados, se indica que la amenaza no será tan elevada como la que suelen presentar las supercélulas con fuerte cizalladura del viento.

El nivel 2 de 5 de riesgo se ha extendido a áreas más amplias de Minnesota, Wisconsin, Iowa y Dakota del Sur, lo que implica un peligro moderado pero real para las comunidades locales.

El nivel 3 de 5 en la escala de riesgo fue asignado a gran parte del sur de Minnesota, incluyendo St. Paul y Bloomington. (REUTERS/Jonathan Drake)

Junio y julio marcan tradicionalmente la época más activa para el clima severo en las planicies del norte y el medio oeste superior. Según la NOAA, más de 200 tornados se forman en promedio durante el primer mes del verano meteorológico, afectando especialmente a estados como Minnesota, Iowa, Dakota del Norte, Dakota del Sur y Nebraska.

Además de los tornados, el país registra anualmente cerca de 3,100 reportes de vientos dañinos, un fenómeno que puede impactar prácticamente en cualquier estado continental.

Hasta hace poco, los eventos de clima extremo se concentraban en el sur del país, en estados como Oklahoma y Texas, donde se reportaron inundaciones repentinas que sorprendieron a automovilistas atrapados por las aguas.

De acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología (NWS), apenas 15 centímetros de agua en movimiento rápido pueden derribar a un adulto, y 30 centímetros pueden arrastrar un vehículo.

Mes de junio marca el inicio de la temporada alta de tormentas en el medio oeste superior y las planicies del norte. (REUTERS/Jonathan Drake)

No obstante, el FOX Forecast Center estima que esta nueva ronda de tormentas no provocará inundaciones generalizadas, debido al rápido desplazamiento de los sistemas y a que más de dos tercios de la región permanecen anormalmente secas.

El fenómeno esperado podría estar vinculado a la formación de sistemas convectivos de mesoescala (MCS). Estas estructuras complejas de tormentas pueden recorrer cientos de kilómetros en una sola noche, manteniendo su intensidad gracias a condiciones cálidas nocturnas que favorecen el desarrollo sin depender del calentamiento diurno.

Los MCS son esenciales en el régimen climático de Estados Unidos, ya que en zonas desde la costa del Golfo hasta el medio oeste, estos sistemas aportan más del 50% de las precipitaciones anuales.

Entre las variantes más intensas se encuentran las líneas de turbonada y los derechos, fenómenos capaces de causar daños agrícolas severos y pérdidas económicas por miles de millones de dólares.