CARACAS.- Un baño de realidad: Venezuela cayó merecidamente en Uruguay el martes por la antepenúltima fecha de la eliminatoria sudamericana al Mundial de 2026 y la ilusión de la clasificación directa se desvanece.
La Vinotinto relanzó esa posibilidad tras conseguir dos triunfos en fila con Perú y Bolivia en los partidos anteriores, sin mostrar tampoco un fútbol brillante.
Pero en Montevideo hizo poco o nada ante la Celeste, que quedó virtualmente clasificada a falta de dos jornadas para el final.
"Cuando perdés, normalmente no juegas bien", dijo el seleccionador Fernando 'Bocha' Batista, que insistió una y otra vez en los chances de ir al Mundial a través del repechaje intercontinental.
"La autocrítica y las cosas que hacemos o que no intentamos hacer quedan para dentro", añadió. "Lo hablamos entre los jugadores y el cuerpo técnico".
Venezuela se mantiene con 18 puntos en el séptimo puesto, que da paso a la repesca. Tiene una unidad más que su rival directo Bolivia, que eliminó a Chile al imponerse 2-0 el martes a 4.150 metros en El Alto.
La victoria 2-0 de la semana pasada ante La Verde en Maturín fue fundamental para los venezolanos.
A continuación, tres claves de la situación de la Vinotinto rumbo a la que sería su primera Copa del Mundo:
Falta asociación
Batista no ha logrado imprimir un estilo de juego a Venezuela, única selección de Sudamérica que jamás ha ido a un Mundial.
"El fútbol asociativo ha sido la gran deuda de nuestra selección", dijo Richard Páez, el seleccionador que consiguió ganarle a Uruguay en 2004 en lo que se conoce como el 'Centenariazo'. "Ese estilo de juego no es la marca de la selección".
El mediocampo es crítico, la falta de un fútbol asociativo pasa factura.
El "Bocha" no ha conseguido un conductor de juego. Intentó con Yangel Herrera sin éxito contra la Celeste y luego apostó por Telasco Segovia y Jefferson Savarino en el segundo tiempo con mejor cara, pero el 2-0 en la pizarra.
"No nos estábamos sintiendo cómodos, sobre todo con la pelota", dijo Herrera después del partido con Uruguay. "Creo que tenemos que estar más atentos y más jugando de visitantes", indicó por su parte el lateral Miguel Navarro.
Individualidades
Batista cedió el balón al rival y apostó a la defensa y el contragolpe. El equipo busca normalmente pases largos, centros inmediatos o remates apurados. Poco intenta romper por el centro o desbordarse por las bandas.
Y también apuesta a destellos individuales de Yeferson Soteldo o Salomón Rondón, máximo goleador del equipo.
El primero sale de una lesión; el segundo, aislado y sin alimento, no pudo hacer goles.
Al ser Venezuela un equipo con poca creación, muchas veces Rondón, de 35 años, ha tenido que salir a buscar los balones.
Uruguay venía con cuatro partidos seguidos sin triunfos, incluida la derrota 2-0 ante Paraguay en la fecha pasada.
Era difícil ganarles a los charrúas en su casa, pero la Vinotinto ni siquiera planteó la posibilidad. Se empecinó en defender el empate, en ganar un punto y se fue sin nada.
No es la primera vez que Venezuela desperdicia oportunidades ante un local que atraviesa una mala racha. El recuerdo más vivo es la derrota por remontada en noviembre ante la alicaída Chile en Santiago.
La Vinotinto, de hecho, no ha conseguido una victoria de visitante en el camino al Mundial de Norteamérica.
Repechaje
La última doble jornada clasificatoria se disputará en septiembre.
Venezuela visita primero a una Argentina líder y ya clasificada. Un empate sería ideal porque una victoria ante la campeona del mundo parece fuera del alcance.
Recibe en la última fecha a Colombia, que antes enfrenta a Bolivia en Barranquilla: si los cafeteros ganan, jugarán en Maturín ya clasificados.
"Hoy estamos a dos partidos de poder ir al repechaje, donde Venezuela nunca estuvo", insistió Batista.
Una aclaratoria: la posibilidad de avanzar viene por la ampliación del número de equipos en el Mundial de 2026, de 32 a 48, que en consecuencia dio más cupos a Sudamérica (de 4,5 a 7,5).
FUENTE: AFP