La Casa Blanca sumará un nuevo salón de baile de 8,000 metros cuadrados, cuya construcción comenzará en septiembre, según anunció este jueves la portavoz del presidente Donald Trump, Karoline Leavitt.
La obra, financiada con $200 millones de dólares provenientes de donaciones privadas, incluirá aportes del propio mandatario.
“El presidente Trump ha expresado su compromiso con resolver este problema”, dijo Leavitt en rueda de prensa, al explicar que la residencia oficial no cuenta actualmente con el espacio suficiente para albergar eventos de gran escala.
“Otros presidentes han anhelado desde hace tiempo contar con un espacio para eventos de gran tamaño dentro del complejo de la Casa Blanca”, añadió Leavitt.
Trump ya había anunciado sus intenciones de construir el salón de baile hace algunos meses.
En mayo, el presidente le dijo a NBC News que planeaba construir un salón de baile similar al que tiene en su propiedad de Mar-a-Lago.
“Vamos a construir un salón de baile que la Casa Blanca ha deseado durante probablemente cien años”, dijo. “Será un salón de baile de primera clase y de una belleza excepcional”.
Semanas después, Trump escribió en su plataforma Truth Social que tal adición ha sido necesaria “durante 150 años”. Afirmó que otros presidentes carecían de la experiencia necesaria para completar un proyecto de este tipo.
“Pero lo hago, como quizás nadie más, y se construirá rápidamente y será una adición maravillosa, muy en consonancia con la magnífica Casa Blanca”, dijo Trump sobre el salón de baile. “Estos son los proyectos ‘divertidos’ que realizo mientras pienso en la economía mundial, Estados Unidos, China, Rusia y muchos otros países, lugares y eventos”.
Listo antes del fin de mandato
Según el comunicado oficial, el proyecto deberá completarse antes de que termine el mandato de Trump en 2028.
El nuevo salón se construirá en el ala este del complejo presidencial, aunque estará separado del edificio principal.
La estructura respetará el estilo neoclásico estadounidense y fue diseñada por el estudio McCrery Architects, con sede en Washington.
La constructora encargada será Clark, una firma basada en Virginia y responsable de obras emblemáticas en la capital como el Capital One Arena y el parque L’Enfant Plaza.
Reformas en la Casa Blanca
El anuncio de la construcción del salón de baile llega en medio de varias reformas importantes de Trump a la Casa Blanca.
El pasado 18 de junio, el presidente ordenó instalar dos banderas estadounidenses de 30 metros de altura en los jardines norte y sur de la Casa Blanca, en lo que describió como una “corrección histórica” y un acto simbólico de patriotismo.
Y en una de las reformas que desataron más críticas, su administración ordenó la tala del histórico magnolio, un histórico árbol plantado alrededor de 1830 por Andrew Jackson, quien lo dedicó a la memoria de su esposa.
Durante casi 200 años, el magnolio había formado parte del paisaje de los jardines de la Casa Blanca, pero el presidente argumentó que su avanzado deterioro lo convirtió en un riesgo para la seguridad de empleados y visitantes.
Asimismo, ordenó pavimentar la Rosaleda de la residencia presidencial, un emblemático jardín diseñado en 1962 por la entonces primera dama Jacqueline Kennedy, con el objetivo de adaptar el espacio para la celebración de eventos oficiales.
También redecoró el Despacho Oval con acabados dorados y retratos de expresidentes, incluyendo una fotografía del día en que sobrevivió a un intento de asesinato y su ficha policial por un caso de injerencia electoral.
En 2020, durante su primer mandato, su esposa Melania Trump ya había impulsado una renovación de la Rosaleda que generó polémica por la eliminación de árboles y flores originales.
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