El presidente Donald Trump firmó el viernes cuatro órdenes ejecutivas vinculadas con la energía nuclear que acelerarán las pruebas de reactores, así permitirán a los Departamentos de Energía y Defensa construir reactores nucleares en terrenos de propiedad federal, acondicionarán la Comisión Reguladora Nuclear e impulsarán la minería y el uranio en EE.UU., informó un alto funcionario de la Casa Blanca.
Asimismo, el republicano firmó una orden para restaurar lo que la Casa Blanca denominó “ciencia de referencia”, lo que sucede en un momento en que el Gobierno ha recortado miles de millones de dólares en subvenciones federales que financian la investigación científica y además, ha recortado personal en diferentes agencias enfocadas en la ciencia.
“Estamos firmando hoy enormes órdenes ejecutivas que realmente nos convertirán en el verdadero poder en esta industria, que es una gran industria”, manifestó Trump durante una ceremonia de firma en la Oficina Oval.
Esto ocurre en un momento en que el presupuesto propuesto por Trump exige recortar más de $400 millones de dólares de la Oficina de Energía Nuclear del Departamento de Energía.
El secretario del Interior, Doug Burgum, quien, junto con ejecutivos de empresas de energía nuclear, acompaño al mandatario a la Oficina Oval, lamentó lo que llamó “exceso de regulación” y celebró la inversión de capital riesgo en la industria. Posteriormente, elogió a Trump por su compromiso con el “dominio energético”, que, de acuerdo con él, permitiría a Estados Unidos “ganar la carrera armamentística de la IA con China”.
“Lo que hagamos en los próximos cinco años relacionado con la electricidad va a determinar los próximos 50”, agregó.
Una orden ejecutiva enlazada con la energía nuclear acelera las pruebas de reactores en los laboratorios del Departamento de Energía, apresurando los procesos de solicitud y revisión, habilitando un programa piloto para su construcción en los siguientes dos años, informó un funcionario a los medios de comunicación antes de la firma en el Despacho Oval.
Una segunda orden busca reducir las regulaciones para que los Departamentos de Energía y Defensa construyan reactores nucleares en terrenos federales, lo que, según un alto cargo, permitirá “energía nuclear segura y confiable para alimentar y operar instalaciones críticas de defensa y centros de datos de IA”.
Por su parte, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, resaltó lo que tildó como un imperativo de seguridad nacional, informó CNN.
“Al contar con pequeñas capacidades nucleares modulares, que se están desplegando rápidamente, y que podemos usar en nuestras bases aquí y en todo el mundo, estamos creando un entorno en el que, si las cosas suceden en otro lugar, los militares pueden ser confiables”, señaló.
Una vocera de la Oficina de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca explicó que los nuevos reactores serían “pequeños y avanzados”.
Por otro lado, el presidente necesitará que la Comisión Reguladora Nuclear tome decisiones sobre las licencias de reactores nucleares dentro de 18 meses por medio de una tercera orden ejecutiva.
En este sentido, una cuarta orden “se centra en revitalizar la base industrial nuclear de Estados Unidos”, lo que, según el funcionario, permitirá a la nación “comenzar a extraer y enriquecer uranio y ampliar las capacidades nacionales de conversión y enriquecimiento de uranio”.
No obstante, a EE.UU. le faltan años para que sus capacidades de enriquecimiento funcionen a toda su extensión. Hasta 2023, Estados Unidos obtenía gran parte de su uranio enriquecido por parte de Rusia. Una legislación bipartidista aprobaba luego de la invasión rusa a Ucrania, terminó con esa práctica, y científicos y compañías se apresuran a producirlo en el país.
Trump indicó que su gobierno busca “facilitar un mayor despliegue de nuevas tecnologías de reactores nucleares, como reactores de Generación III+ y IV, reactores modulares y microrreactores, incluso reduciendo las barreras regulatorias y de costos de entrada”, y además planea subir la capacidad de energía nuclear en EE.UU. de aproximadamente de 100 a 400 gigavatios para 2050.
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