El presidente Donald Trump reiteró este martes sus afirmaciones de que los datos de empleo del gobierno estaban manipulados, insistiendo, sin evidencias, que las estadísticas fueron alteradas para hacerlo quedar mal.
No obstante, mientras más afirma el mandatario republicano que los datos más cruciales de la economía no son creíbles, más podrían los inversores cuestionar sus financiaciones.
“Las cifras fueron manipuladas. Las cifras fueron manipuladas. A Biden no le iba bien, le iba mal“, declaró Trump.
De hecho, un funcionario del presidente que lo había designado en su primer gobierno para supervisar el informe, William Beach, condenó el despido de Erika McEntarfer, directora de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) designada por el expresidente Joe Biden.
“Creo que cuando alguien dice que la comisionada no está involucrada, no quiero discutir con nadie, ¿por qué debería hacerlo? Es una mujer muy amable, pero cuando dicen que nadie estuvo involucrado, que no fue político, me dan la razón.”
El viernes pasado, luego de un informe de empleo débil y revisiones históricas a la baja de informes previos, el ejecutivo republicano despidió McEntarfer, argumentado, sin pruebas, que había distorsionado los números con fines políticos.
Los principales asesores de Trump iniciaron rápidamente una campaña para justificar el despido de McEntarfer, argumentando que eran “muy poco confiables” y lo habían sido durante varios años, reportó Axios.
No obstante, la medida causó una rápida condena bipartidista por parte de los economistas y legisladores, incluyendo aliados normalmente fieles a Trump.
Los economistas e inversores del Wall Street han considerado fiables las cifras de empleo por mucho tiempo, ya que los precios de las acciones y los rendimientos de los bonos suelen reaccionar bruscamente después de su publicación. No obstante, las verificaciones del viernes fueron inusualmente extensas, las mayores, fuera de una recesión, en cinco décadas.
Aparte, las encuestas usadas para elaborar el informe se enfrentan a dificultades debido a la disminución de las tasas de respuesta, particularmente desde la pandemia de la covid-19, ya que menos compañías las completan.
Horas después de la decisión de la BLS, la gobernadora de la Reserva Federal, Adriana Kugler, renunció a su cargo cinco meses antes, creando una vacante que el mandatario republicano podría llenar con un futuro presidente de la Fed.
Trump adelantó el fin de semana que cubriría los puestos de la Reserva Federal y el BLS esta misma semana.
Muchos académicos, estadísticos y economistas llevan tiempo alertando que la reducción de los presupuestos estaban poniendo a prueba la capacidad del gobierno para recopilar datos económicos. Varias comisiones gubernamentales estudiaban maneras de mejorar aspectos como las tasas de respuesta a los sondeos, pero la administración de Trump las disolvió a inicios de 2025, informó AP News.
Una importante asesora económica de la Casa Blanca de Biden, Heather Boushey, indicó que sin el despido de McEntarfer por parte del ejecutivo, habría más atención en los datos que arrojó el informe de la semana pasada, que apuntan a una desaceleración de la economía.
“Estamos hablando de problemas inventados para distraernos de lo que muestran los datos”, manifestó Boushey. “Revisiones de esta magnitud en una dirección negativa podrían indicar un futuro negativo para el mercado laboral”.
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