Trump recomendó a Greta Thunberg un curso para aprender a "controlar la ira"

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió este lunes contra la activista sueca Greta Thunberg luego de que denunciara que fue “secuestrada” por las fuerzas israelíes mientras participaba en una misión humanitaria rumbo a Gaza.

“Creo que debería ir a clases de control de la ira. Esa es mi principal recomendación para ella”, declaró Trump a la prensa al ser consultado por el incidente, citado por la agencia Efe.

El mandatario también calificó a la joven como una “persona extraña” y “enojada”, y sostuvo que “Israel ya tiene suficientes problemas como para secuestrar a Greta Thunberg”.

Las declaraciones las hizo Trump un día después de que el velero Madleen, perteneciente a la Flotilla de la Libertad, fuera interceptado en aguas internacionales por la marina israelí en la madrugada del martes, cuando se dirigía a la Franja de Gaza con ayuda humanitaria a bordo.

En el barco viajaban 12 activistas, incluida la reconocida ambientalista sueca, que denunció el hecho en un video: “Estamos siendo interceptados y secuestrados en aguas internacionales por las fuerzas de ocupación israelíes”.

De acuerdo con lo reportado por la agencia EFE, el Madleen llegó al puerto israelí de Asdod alrededor de las 9:00 de la noche, hora local, escoltado por dos embarcaciones militares. La policía israelí confirmó la identidad del barco y del grupo de activistas, entre quienes también se encontraba el brasileño Thiago Ávila.

El Ministerio de Exteriores de Israel publicó imágenes del arribo del velero y de algunos pasajeros, incluyendo a Thunberg, en su cuenta oficial en X, donde señaló que todos los ocupantes estaban siendo sometidos a revisiones médicas.

No obstante, la organización palestina Adalah, que representa legalmente a los activistas, denunció que el barco fue interceptado de manera “ilegal” en aguas internacionales y reiteró que la misión era “civil y pacífica”, con el objetivo de romper el “bloqueo” sobre Gaza. La ONG también advirtió que las autoridades israelíes planean deportarlos, y que aquellos que no puedan ser expulsados de inmediato podrían enfrentar audiencias judiciales.

Por su parte, el portavoz del gobierno israelí, David Mencer, desestimó el carácter humanitario de la misión y la tildó de una acción mediática. “Más que una flotilla con ayuda, era un yate para selfies”, afirmó el funcionario, quien agregó que permitir la llegada del barco a Gaza abriría “las compuertas al terrorismo respaldado por Irán” y a “pseudoactivistas en busca de titulares”.

Desde el 2 de marzo, Israel impuso un bloqueo total al acceso de bienes esenciales en la Franja de Gaza, incluyendo comida, agua y medicamentos. Aunque se ha reanudado parcialmente la entrada de ayuda desde el 19 de mayo, organismos como la ONU advierten que decenas de miles de personas enfrentan hambre severa.

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