
El gobierno de Estados Unidos anunció el martes su salida de la UNESCO por considerar que la agencia cultural y educativa de la ONU, conocida por designar sitios de patrimonio mundial, tiene un sesgo contra Israel y promueve causas “divisivas”.
“La permanencia en la Unesco no forma parte del interés nacional de Estados Unidos”, dijo la portavoz del Departamento de Estado Tammy Bruce.
La portavoz del Departamento de Estado agregó que la retirada estaba asociada a lo que se percibe como un objetivo de la UNESCO de “avanzar en causas sociales y culturales divisivas”. Añadió en un comunicado que la decisión de la UNESCO “de admitir al ‘Estado de Palestina’ como estado miembro es muy problemática, contraria a la política estadounidense, y contribuyó a la proliferación de retórica contra Israel dentro de la organización”.
Esta será la tercera vez que Estados Unidos abandona la UNESCO, que tiene su sede en París, y la segunda vez durante un gobierno de Trump. El presidente Donald Trump ya se había retirado durante su primer mandato y Estados Unidos regresó después de una ausencia de cinco años cuando el gobierno de Biden solicitó reincorporarse a la organización.

La decisión entrará en vigor a finales de diciembre de 2026.
La retirada de EEUU de la UNESCO es “lamentable” pero “se esperaba”, dijo su directora general Audrey Azoulay.
Los funcionarios de la agencia habían anticipado tal medida tras la revisión específica ordenada por el gobierno de Trump a principios de este año. También esperaban que Trump se retirara nuevamente, ya que el regreso de Estados Unidos en 2023 había sido promovido por un rival político, el ex presidente Joe Biden.
La retirada de Estados Unidos probablemente afectará a la UNESCO porque el país proporciona una parte notable del presupuesto de la agencia. Sin embargo, la organización debería poder hacer frente a su salida. La UNESCO ha diversificado sus fuentes de financiación en los últimos años y la contribución estadounidense ha disminuido, representando apenas el 8% del presupuesto total de la agencia.
El gobierno de Trump anunció en 2017 que Estados Unidos se retiraría de la UNESCO, citando un sesgo contra Israel. Esa decisión entró en vigor un año después. Estados Unidos e Israel dejaron de financiar a la UNESCO después de que votara para incluir a Palestina como estado miembro en 2011.
Estados Unidos se retiró previamente de la UNESCO bajo el gobierno de Reagan en 1984 porque consideraba que la agencia estaba mal gestionada, era corrupta y se utilizaba para promover los intereses de la Unión Soviética. Se reincorporó en 2003 durante la presidencia de George W. Bush.