
Una melodía puede transportar a una persona a un instante preciso de su vida. Ahora, la ciencia aporta nuevas pistas sobre cómo las características de una canción influyen en la naturaleza de los recuerdos personales.
Un estudio de la Universidad Goldsmiths de Londres, publicado en la Biblioteca Pública de Ciencias (PLOS One), revela que la energía y cualidad acústica de la música determinan el tipo de recuerdos que evocan las canciones, abriendo nuevas perspectivas sobre la relación entre música y memoria autobiográfica.
El equipo liderado por Safiyyah Nawaz y Diana Omigie analizó cómo las propiedades acústicas de las canciones influyen en la calidad emocional de los recuerdos que despiertan.

Para ello, 233 personas participaron en una encuesta en línea, describiendo recuerdos asociados a una canción elegida por ellas y a fragmentos de canciones populares determinantes en su infancia y juventud.
La investigación empleó análisis estadísticos avanzados para identificar el vínculo entre las características de las canciones y los recuerdos evocadas.
Se evidenció que la energía y la naturaleza acústica de la melodía influyen directamente en la experiencia subjetiva de la memoria.
Los resultados mostraron diferencias marcadas según el tipo de canción. Las canciones acústicas y de menor energía, como “Clair de Lune” de Debussy, propiciaron recuerdos caracterizados por la calma, el romance, la tristeza y la apreciación estética. Estos recuerdos fueron descritos como más vívidos, únicos e importantes, y menos relacionados con experiencias sociales.
En contraste, las canciones enérgicas y menos acústicas, como “Trap Queen” de Fetty Wap, generaron recuerdos vinculados con la diversión y la emoción, y aparecieron con mayor rapidez en contextos sociales. Las experiencias recordadas variaron según el nivel de energía y la textura de la música.
El estudio también comparó los recuerdos generados por canciones autoseleccionadas y aquellos provocados por canciones populares.

Las melodías elegidas personalmente produjeron recuerdos más específicos, estimulantes y positivos. Estas experiencias se distinguieron por su singularidad y relevancia personal en contraste con la memoria asociada a canciones populares del entorno cultural.
El análisis de más de 1.400 relatos musicales permitió detectar que la selección personal amplifica la singularidad y el valor emocional de los recuerdos. Las preferencias y la familiaridad con cada canción influyen en la profundidad de la experiencia evocada.
Estos hallazgos no solo profundizan en la comprensión de cómo la música moldea la memoria autobiográfica, sino que también sugieren aplicaciones terapéuticas.

La música podría emplearse en terapias de reminiscencia para personas con trastornos como el Alzheimer, permitiendo seleccionar temas que favorezcan recuerdos positivos y significativos.
El proyecto dio origen a un archivo digital online de memorias musicales, que recopila experiencias compartidas por los participantes y aspira a expandirse hacia contextos culturales más diversos, más allá del enfoque habitual de la psicología musical occidental.
Safiyyah Nawaz explicó que la vivencia de escuchar una canción y revivir un recuerdo vívido está ligada a propiedades como la acústica, el volumen y la energía.

“Descubrimos que las canciones más acústicas se asociaban con recuerdos más vívidos, únicos y caracterizados por emociones complejas como el romance y la adoración, mientras que las canciones más fuertes y enérgicas se vinculaban con recuerdos sociales, emocionantes y de alta energía que se recordaban con mayor rapidez”, señaló Nawaz en un comunicado de prensa.
Diana Omigie recalcó que no solo las características técnicas influyen en la memoria, sino también el grado de preferencia y familiaridad por la canción.
“Nuestro análisis exhaustivo demostró que no son solo las características musicales las que influyen en la memoria, sino también cuánto le gusta una canción a una persona y qué tan familiar le resulta”, afirmó.
Así, la música se presenta como un puente entre presente y pasado, capaz de contener tantas historias como oyentes la interpretan, y de ofrecer dimensiones inéditas a la memoria y la identidad personal.