
Bradley McMichael, un ganadero con décadas de experiencia en la crianza de ganado, murió el pasado viernes 12 de julio tras un ataque mortal de dos búfalos de agua recién adquiridos en una subasta de animales, informaron las autoridades de Oklahoma.
Según un comunicado difundido por el Departamento de Policía de Jones, McMichael, de 47 años, se encontraba en el corral de su propiedad, McMichael Farms, en la pequeña localidad de Jones, al noreste de Oklahoma City, cuando sufrió el ataque. Las autoridades detallaron que la víctima presentaba “múltiples laceraciones profundas que resultaron fatales”.
De acuerdo con la investigación policial, Bradley McMichael compró los dos búfalos de agua un día antes del incidente y murió mientras atendía a los animales dentro de su corral.

El jefe de la policía local, Bryan K. Farrington, explicó que, incluso, los búfalos impidieron el acceso de los equipos de emergencia al lugar. “No pudimos atravesar la puerta para llegar hasta donde estaba el señor McMichael”, sostuvo Farrington en una entrevista concedida a The New York Times. “Los búfalos empujaron la puerta y la levantaron con sus cuernos, bloqueando completamente la entrada”.
La primera persona en hallar el cuerpo fue la prometida de McMichael, Jennifer Green, de 44 años. Green relató que intentó contactar a McMichael varias veces durante la tarde, pero al ver que su camión permanecía estacionado, inició una búsqueda en la propiedad y lo halló dentro del corral junto a los animales. “Solo podían ver las piernas de Bradley”, narró Green sobre el momento en que los servicios de emergencia finalmente lograron ingresar.
Tras alertar a las autoridades hacia las 20:30 hora local, bomberos y paramédicos acudieron al lugar, pero los búfalos de agua continuaron demostrando una actitud agresiva y amenazante. Uno de los animales fue sacrificado en el momento y el segundo fue eutanasizado poco después, a medida que su comportamiento se volvía más hostil.

“Después de que pudieron llegar hasta él, se dieron cuenta de que no habría hecho diferencia la rapidez con la que llegaron”, reflexionó Jennifer Green al ser consultada por la prensa local, dejando claro el complicado acceso que retrasó la asistencia médica. “No pudieron determinar desde afuera si seguía con vida”.
La noticia de la muerte fue confirmada por la familia a través de una publicación en la cuenta de Facebook de McMichael Farms, donde describieron lo sucedido como “un trágico accidente” que enluta a una de las familias de mayor tradición en la agricultura de la zona. Desde hace tres generaciones, los McMichael han trabajado esas tierras en Jones, donde crían ganado vacuno y ovino.
Jennifer Green destacó el compromiso y la dedicación del agricultor a lo largo de su vida. “La agricultura era el sueño de Bradley. Murió haciendo lo que amaba y tenía un gran cariño por sus animales”, aseguró.

Por su parte, la exesposa de Bradley, Amy Smith, reforzó la idea de su experiencia en tareas rurales: “El ganado era su pasión. Había estado en este lugar toda la vida y siempre manejó animales”, citó ABC News.
Los búfalos de agua no son una especie común en criaderos de Estados Unidos, aunque se valora su potencial para la producción de leche y carne magra, según la información del Arkansas Farm Bureau.
El caso de McMichael representa un hecho inusual en la región, ya que según el jefe Farrington “no existen antecedentes de ataques fatales de búfalos de agua en el área. Hay otras personas en la zona que también han adquirido estos animales sin incidentes”.
De momento, el futuro de la granja familiar permanece incierto mientras la comunidad rural de Jones intenta procesar la tragedia y rinde homenaje a la memoria de Bradley McMichael.