El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos detalló la expulsión de un migrante acusado de canibalismo, según declaraciones de la secretaria del ramo, Kristi Noem, durante una visita inspectiva junto al presidente Donald Trump a un centro temporal de detención del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) conocido como “Alligator Alcatraz”, ubicado en la zona de los Everglades en Florida.
La funcionaria explicó ante medios que, durante la repatriación del individuo, este habría intentado comerse partes de su propio cuerpo mientras se encontraba esposado en un avión de deportación, una situación que obligó a la tripulación a brindarle asistencia médica.
Noem atribuyó la presencia de personas así en el sistema migratorio estadounidense a las políticas del expresidente Joe Biden, a quien responsabilizó de supuestamente permitir el ingreso de “los peores criminales”. En el encuentro con la prensa, Noem afirmó: “Ellos dijeron que habían detenido a un caníbal y lo pusieron en un avión para enviarlo a casa y, mientras estaba en su asiento, empezó a comerse a sí mismo y, por esa razón, debieron bajarlo y brindarle atención médica”.

El incidente se dio a conocer durante un recorrido por el centro temporal de detención apodado “Alligator Alcatraz” por autoridades de Florida. El recinto, construido en una zona pantanosa e inhóspita y rodeado de caimanes y pitones, fue edificado en tan solo ocho días, ocupando un terreno de 101 kilómetros cuadrados (39 millas cuadradas) acondicionado por los gobiernos estatal y federal a partir de un ofrecimiento del estado al ejecutivo estadounidense.
El complejo, aprobado a finales de junio de 2025, ocupa un terreno de difícil acceso, rodeado de humedales y vegetación densa. La ubicación fue seleccionada para dificultar intentos de fuga y reforzar la seguridad tanto de los internos como del personal. James Uthmeier, fiscal general de Florida, aseguró que el ecosistema colabora como barrera natural del centro de detención, por lo que no es necesario construir muros extra para evitar escapes.
De acuerdo con estimaciones de The New York Times, el “Alligator Alcatraz” tendrá un costo de mantenimiento anual de 450 millones de dólares, que podrán ser reembolsados a través de FEMA. El costo incluyó no solo la edificación de estructuras, sino también la adaptación de accesos y la instalación de sistemas avanzados de vigilancia. Se espera que cuando la construcción termine, el centro de detención, que tiene como sede una pista aérea abandonada, cuente con hasta 5.000 camas para albergar a migrantes detenidos.

Durante la visita, Noem sostuvo que el centro jugará un papel fundamental en la remoción de migrantes que, aseguró, rehúsan cumplir las órdenes de salida voluntaria, así como de quienes son detenidos por violar leyes federales o estatales mientras residen sin autorización legal en Estados Unidos. El operativo forma parte de la estrategia nacional para aumentar la capacidad de detención de migrantes a la espera de deportación.
La secretaria Kristi Noem afirmó que su departamento trabaja conjuntamente con otras agencias, como el cuerpo de Alguaciles Federales (U.S. Marshals), para identificar y procesar a los individuos con antecedentes criminales. De acuerdo con sus declaraciones, los operativos buscan apartar de las calles a delincuentes peligrosos, a quienes describe como personas que “no deberían convivir con los niños ni las familias estadounidenses”.
Durante la conferencia en el centro de detención temporal, Kristi Noem mostró un folleto dirigido a migrantes sin documentos, animándolos a optar por la autodeterminación para evitar ser detenidos y procesados en estos centros. Hasta ahora, el número de personas retenidas por autoridades federales de inmigración ha ascendido hasta aproximadamente 55.000 durante la actual administración, en contraste con los 40.000 detenidos al final de la presidencia anterior, según cifras publicadas por The New York Times.