Una segunda mujer acusó a Karim Khan de conducta sexual inapropiada

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Karim KhanKarim Khan

El testimonio de una segunda mujer ha intensificado el escrutinio sobre el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, quien enfrenta ahora nuevas acusaciones de conducta sexual inapropiada.

Según información obtenida por The Guardian, esta denunciante sostiene que, al inicio de su carrera, fue objeto de una “avalancha constante” de insinuaciones por parte de Khan, quien niega rotundamente cualquier irregularidad.

La investigación, a cargo de un organismo de control de la ONU, incorporó este año la declaración de la segunda mujer, cuyas denuncias se remontan a 2009. En ese entonces, la denunciante, que tenía poco más de 20 años, trabajaba como becaria no remunerada para Khan, quien ya era un abogado de alto perfil en la CPI y otros tribunales de crímenes de guerra en La Haya.

En su testimonio, la mujer, que solicitó anonimato por temor a represalias, describió cómo Khan habría abusado de su posición de autoridad, presionándola repetidamente para mantener relaciones sexuales y sometiéndola a insinuaciones no deseadas. “No debería haberlo hecho”, afirmó. “Era mi jefe”. La denunciante decidió presentarse tras conocer las acusaciones recientes de una funcionaria de la CPI contra Khan.

Ambos relatos, el de la nueva denunciante y el de la funcionaria de la CPI, presentan similitudes notables. Según personas familiarizadas con las denuncias, ambas mujeres afirman que Khan las invitaba a trabajar en su domicilio, donde, sentados juntos en un sofá, él las tocaba, besaba e intentaba persuadirlas para mantener relaciones sexuales. La funcionaria de la CPI, abogada de unos 30 años, sostiene que la conducta inapropiada se extendió durante un periodo prolongado entre 2023 y 2024.

Una segunda mujer acusó aUna segunda mujer acusó a Karim Khan de conducta sexual inapropiada (REUTERS/Piroschka van de Wouw/Archivo)

Los abogados de Khan han rechazado abordar detalles específicos, pero han declarado: “Es totalmente falso que haya participado en algún tipo de conducta sexual inapropiada”. Añadieron que Khan “niega categóricamente” haber acosado, maltratado o abusado de su posición, y que ha presentado pruebas detalladas a la investigación que, según ellos, “contradicen totalmente las acusaciones” y “en varios aspectos materiales muestran que esas acusaciones son manifiestamente falsas”.

Khan, de 55 años, fue elegido en 2021 para un mandato de nueve años como fiscal jefe de la CPI, tribunal que actúa como última instancia para investigar y juzgar crímenes de guerra y atrocidades.

Desde su llegada, ha elevado el perfil del tribunal, emitiendo órdenes de arresto contra figuras como el presidente ruso, Vladimir Putin; y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. No obstante, su gestión se ha visto afectada desde que se hicieron públicas las primeras acusaciones de abuso sexual el año pasado.

La denunciante, identificada bajo el seudónimo Patricia, relató que antes de iniciar la pasantía consideraba la oportunidad como significativa y prometedora, dada la reputación y los contactos de Khan. Sin embargo, describió que trabajar para él “tuvo un costo que no debería haber tenido, y ese costo me perturbó y me angustió durante algún tiempo después”.

Según Patricia, uno de los primeros incidentes ocurrió en las oficinas del tribunal, donde Khan le habría “tocado los pechos con una caricia prolongada que fue completamente sin consentimiento”. “No fue algo como: ‘Uy, te rocé el dorso de la mano, lo siento’. Estaba demasiado cerca”, explicó.

El episodio la dejó “confundida y humillada”, pero debió seguir colaborando estrechamente con Khan en la preparación de un caso. Durante ese periodo, él le pidió en al menos seis ocasiones que trabajara en su casa en La Haya, donde estarían solos.

Karim Khan junto al dictadorKarim Khan junto al dictador venezolano, Nicolás Maduro, en una visita a Caracas (Archivo)

En el apartamento, Patricia relató que debía negociar las insinuaciones de Khan mientras intentaba cumplir con sus tareas. “Intentaba encontrar la manera de quedarme con su favor y adquirir experiencia laboral sin acostarme con él y sucumbir”, afirmó.

“Recuerdo que inventaba todo tipo de excusas absurdas para no acostarme con él, solo para intentar no hacerlo enfadar”, detalló.

A pesar de sentirse triste y deprimida, Patricia decidió permanecer en la pasantía, motivada por la necesidad de una carta de recomendación positiva. Al finalizar, recibió una excelente referencia de Khan, lo que describió como “un pacto con el diablo”.

Mantuvo contacto profesional con él durante años, hasta que en 2019 recibió un mensaje inesperado en el que Khan le agradecía su “buena compañía” y por ser “una muy buena amiga”. Ella respondió: "Karim, no me alegra saber de ti, por eso no te contesto. Ojalá no me contactaras; por favor, no lo hagas más“. No volvió a tener noticias de él.

Tras conocer las denuncias de la funcionaria de la CPI, Patricia contactó a The Guardian y prestó testimonio formal ante la Oficina de Servicios de Supervisión Interna (OSSI) de la ONU, que investiga las acusaciones. Una fuente cercana a la investigación confirmó que el organismo revisó el material aportado por Patricia y entrevistó a personas de su entorno. Un portavoz de la OSSI declinó hacer comentarios sobre sus actividades.

Durante los últimos nueve meses, los investigadores han examinado las denuncias de la funcionaria de la CPI, que incluyen acusaciones de conducta sexual coercitiva y abuso de autoridad. Según varias fuentes, la presunta conducta inapropiada de Khan habría ocurrido en habitaciones de hotel durante viajes de trabajo, en su oficina y en su domicilio.

Se reportan múltiples casos de presunto abuso sexual en la vivienda de Khan, donde, según dos fuentes, él llevaba a la empleada a un sofá, la tocaba e intentaba persuadirla para tener relaciones sexuales. La empleada describió las insinuaciones como “incesantes” y, en un registro de las acusaciones, afirmó: “Intentaba besarme y yo siempre apartaba la cabeza y me movía hacia atrás, y él me decía que parara y decía ‘bésame, bésame’”.

El bufete Carter-Ruck, representante de Khan, sostiene que su historial es impecable y que está “cooperando plena y transparentemente” con la investigación, aunque expresa “serias dudas sobre si la investigación podría garantizar el debido proceso”.

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