Uno de los grandes fichajes del mercado tuvo origen en Brasil. La venta de Richard Ríos desde Palmeiras al Benfica de Portugal a cambio de 27 millones de euros (USD 31 millones), a pagar en tres cuotas, incluyó el viaje del director deportivo luso, Rui Pedro Braz, para cerrar el acuerdo. Ahora, será compañero de Nicolás Otamendi, un viejo conocido porque ambos se enfrentaron por las Eliminatorias Sudamericanas.
La llegada de Ríos al club de Lisboa recordó de manera inmediata la discusión mantenida con Otamendi al término del empate 1-1 entre Argentina y Colombia por la Clasificación al Mundial 2026, cuando intercambiaron duros reproches: “Sacate la vinchita, bobo”, lanzó el defensor; “Estás viejo. Cerrá el c..., bobo. Estás viejo, no te da ni para correr”, replicó el colombiano.
En su arribo al país europeo, la prensa se mostró expectante ante el reencuentro con el campeón del mundo con la selección argentina. En esa oportunidad, el volante de 25 años buscó dejar atrás el choque dialéctico y fue conciliador. “Ahora vamos a ganar títulos juntos”, respondió con una sonrisa en portugués, dejando atrás cualquier especulación sobre posibles tensiones. Luego, destacó sus sensaciones ante la nueva etapa: “Estoy en un club con mucha historia y quiero aportar desde el primer día”.
Ahora, llegó el momento de que ambos vuelvan a verse las caras, pero defendiendo los mismos colores. A propósito de lo ocurrido, Benfica tomó la decisión de mostrar el primer contacto de Richard Ríos con sus flamantes compañeros en redes sociales y uno de ellos, Gianluca Prestianni, le hizo un particular pedido: “Vení conmigo que tengo un amigo para presentarte”.
La ambientación de la filmación incluyó música dramática, lo mostraron a Otamendi golpeando una bolsa de box con guantes de boxeo y, de fondo, se escuchó la grabación de la charla acalorada que tuvieron en plena cancha con el cafetero.
“¿Qué pasa?“, se preguntó Richard Ríos cuando llegó al gimnasio de Las Águilas y lo vio al zaguero central. A continuación, Prestianni le comentó: “Este es el amigo que te quería conocer”. “Vamos a ver quién es más viejo ahora”, le soltó Otamendi en una escena cinematográfica y que sirvió para sellar la paz entre ambos. El detalle final lo dio Ríos, quien salió del cuarto abrazado, junto al dueño del brazalete, y dijo: “Capitán, vamos juntos para el Benfica”.
Richard Ríos disputó 138 partidos oficiales con Palmeiras, anotó 11 goles y repartió 10 asistencias, números que alimentaron la expectativa sobre su incorporación al Benfica. Según la página especializada Transfermarkt, es el cuarto fichaje más caro en la historia del club, por debajo de Enzo Fernández, Darwin Núñez y Orkun Kokcu.
Anteriormente, su carrera en Brasil incluyó etapas en Flamengo y Guarani antes de consolidarse como pieza clave en Palmeiras. Ahora, afronta su primer desafío europeo y buscará adaptarse con rapidez para aspirar a un puesto en el once que dirige Bruno Lage. Benfica tiene como prioridades reconquistar el campeonato local y avanzar desde el repechaje rumbo a la fase principal de la Champions League esta temporada.
Por otro lado, Otamendi renovó su contrato con la entidad portuguesa durante su participación en el Mundial de Clubes. El nuevo vínculo se extiende hasta junio de 2026, justo antes de la Copa del Mundo que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá. Así lo confirmó el futbolista de 37 años: “Hola benfiquistas, estoy con la misma ambición e ilusión de siempre, estamos juntos siempre defendiendo a este escudo que nos representa y vamos por todo. ¡Vamos carajo!”.
De este modo, tanto Richard Ríos como Nicolás Otamendi pasan de compartir una acalorada rivalidad en las canchas sudamericanas a luchar por un mismo objetivo bajo los colores del Benfica, en un vestuario que ahora los une y donde las expectativas son altas para ambos.