El sheriff TK Waters de Jacksonville, Florida, abordó con franqueza la polémica que rodea a su departamento tras la difusión de un video que muestra a un oficial golpeando a un hombre afroamericano durante una parada de tráfico.
“No elogiaré ni defenderé la respuesta del agente Bowers”, declaró Waters en una conferencia de prensa, subrayando la gravedad del incidente que ha generado una ola de reacciones en redes sociales y ha puesto bajo escrutinio los procedimientos policiales en la ciudad
La declaración de Waters, quien lidera la Oficina del Sheriff de Jacksonville (JSO), marcó el inicio de una investigación interna y la suspensión inmediata del oficial involucrado, identificado como D. Bowers.

El episodio, que ocurrió el 19 de febrero, comenzó cuando William McNeil Jr., un joven afroamericano de 22 años, fue detenido por un oficial de la JSO por conducir sin las luces delanteras encendidas durante el día, según explicó el propio Waters.
McNeil, sentado en su vehículo con el cinturón de seguridad abrochado, solicitó hablar con un supervisor y pidió que le mostraran la ley que justificaba la detención.
En el video difundido en Instagram, se escucha a McNeil decir que lo detuvieron porque tenía las luces apagadas, a lo que un oficial responde: “No importa, todavía debes tener las luces delanteras encendidas”. La situación escaló rápidamente. Apenas cinco segundos después de la petición de McNeil, otro oficial rompió la ventanilla del lado del conductor y lo golpeó en la cara, mientras le ordenaba salir del coche y mostrar las manos.
Durante el encuentro, los oficiales le pidieron a McNeil en siete ocasiones que abandonara el vehículo. Waters explicó que la negativa de McNeil a obedecer las órdenes alcanzó el nivel de resistencia criminal, lo que, según la ley, justifica la intervención policial.
“La ley exige que una persona cumpla con la orden de un agente de policía durante una parada de tráfico. No hay opciones. Incluso si esa persona no está de acuerdo con el motivo de la parada del agente”, afirmó Waters.
El incidente no terminó con el primer golpe. En el video, grabado por el propio McNeil con su teléfono móvil colocado en un soporte en el tablero, se observa cómo los oficiales lo sacan del vehículo y lo golpean nuevamente en la cara antes de empujarlo al suelo, lo que le provocó una laceración en la barbilla.
Durante la detención, uno de los agentes le pregunta a McNeil: “¿Qué demonios te pasa?”, mientras al menos cinco oficiales participan en el arresto. Otro uniformado le informa a McNeil que está siendo arrestado, en medio de una escena que ha sido ampliamente compartida y comentada en redes sociales.

La viralización del video fue inmediata. La indignación pública llevó a la JSO a mostrar tres videos de cámaras corporales durante la conferencia de prensa, aunque ninguno de ellos capturó el momento exacto en que el oficial Bowers golpeó a McNeil en la cara.
Waters explicó que la fiscalía estatal absolvió a Bowers y a otros dos oficiales de cualquier irregularidad, ya que no habían visto el golpe en cuestión.
Sin embargo, la oficina del sheriff inició una revisión interna del caso, y Bowers fue destituido de sus funciones policiales con efecto inmediato. Waters precisó que el propio agente renunció a su derecho a la privacidad para permitir la publicación del video de la cámara corporal.
Harry Daniels, abogado de McNeil, afirmó que su cliente sintió que “sus derechos estaban siendo pisoteados” al ser detenido durante el día por no llevar las luces encendidas. “Eso es nuevo”, añadió.
“Los oficiales podrían haber enviado fácilmente un sargento al lugar para reducir la tensión”, declaró.
Por otro lado, Waters dijo que McNeil nunca presentó una denuncia ante el departamento ni mostro este video, ahora viral, ante las autoridades.