Según el abogado de inmigración Willy Allen, la mayoría contesta sin ambages: “Yo prefiero un grillete que estar preso. Al final del día, el grillete es una inconveniencia. Y entiendo que en parte lo colocan porque la compañía que tiene los grilletes cobra por cada uno que pone. Entonces, una parte es control del departamento, pero otra parte es la económica para la compañía que los pone. Prefiero el grillete. Prefiero cualquier otra cosa que el encierro en una jaula.”.
Porque la detención es lo más doloroso con lo que lidian los abogados, sus clientes y los familiares. Una persona en detención tiene solo dos salidas posibles: la deportación o la permanencia, perder o ganar. Allen cree que ganar requiere “apretarse los pantalones y decidir pelear”, aunque reconoce que “es fácil para un abogado que está en su oficina, aunque esté lloviendo, pero que estoy aquí sentado, decir ‘Yo peleo’. Pero yo no soy la persona que está detenida. Y cada persona tiene que decir lo que quiere hacer.
“Yo respeto la decisión de cada persona. Pero sí, en este momento, especialmente, los que han tenido la mala suerte de ser detenidos, tienen que decidir pelearlo hasta el final. Y si se determinan a pelear hasta el final, yo sospecho que van a ganar. Pero son decisiones personales, decisiones muy difíciles”, sostiene.
Particularmente en un escenario en que hay unos 500.000 cubanos o más que han entrado con I-220A, documento de libertad condicional repartido casi que al azar en la frontera sur estadounidense en los últimos años.
Escenario posible
Los cubanos en particular, estamos hablando solamente de los cubanos ahora -precisa Allen- que tienen I-220A y han sido detenidos tienen que amarrarse los pantalones y decir ‘vamos a juicio’. Y si tienes que estar en la cárcel 2 meses, 3 meses o 4 meses para pelear tu asilo, tienes que estar detenido y tener la confianza que tienes un buen asilo.
“Buen asilo”
“Si tú tienes una I-220A y no tienes un buen asilo, igual puedes pelear, pues también es lo que estoy haciendo con mis clientes detenidos: no solamente estoy aplicando para el asilo, voy a aplicar para la residencia. Y entonces tenemos que ver cómo esa residencia se determina en el futuro (en corte)”, dijo.
Así que el punto final es que si usted tiene una I-220A y está detenido, “tienes que tener el deseo, si te quieres quedar aquí, de pelear”.
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Grillete electrónico en el tobillo de una persona.
IA D. CASTROPÉ
Deportación
“Yo sé que en este momento en detención le están ofreciendo a los migrantes llevarlos a México. Entonces, si tú eres un cubano 220A, un cubano 220B y te dicen que te montaran en el autobús y te van a dejar en México, ¿qué tú prefieres? ¿Quedarte en México o que te regresen a Cuba? Si es que Cuba te acepta o, número dos, que te manden para Uganda, para Esuatini o para otro país que quién sabe a dónde va a ser. Entonces, yo creo que antes de que te manden para Esuatini o Sudán o Uganda, tú vas a querer irte para México.
“Y es más -detalla Allen-, en este momento unos familiares de personas detenidas con I-220B que me han llamado dicen que les han dado a escoger México o buscar un país en África”.
La recomendación de Allen, entonces, es que, si México los acepta, que vayan para México enseguida.
Al preguntarle a Allen, cuál es el beneficio, por ejemplo, de pelear la residencia en corte o aplicar tanto a la residencia teniendo corte, como al asilo político, responde: “Yo creo que en un final la I-220A se va a considerar una entrada legal para los cubanos. Entonces, en ese proceso va a haber personas que van a estar detenidas. Y si durante el tiempo que están detenidos, sea un mes o 6 meses, se llega a la decisión de que la I220A es una entrada legal, el mismo juez ante el que está litigando al asilo, le puede otorgar la residencia en corte a la persona”.
En el caso de las personas que no se decidan a pelear sus casos sino a autodeportarse, valora Allen, ha habido no solamente cubanos, sino también venezolanos, hondureños, nicaragüenses, ecuatorianos, que llevan aquí, pongamos, 26 años y no tienen cómo legalizarse. Están aquí desde hace 26 años ilegalmente.
“Hoy todavía no tengo una forma de legalizarlos. Se quieren autodeportar antes de caer en una redada de ICE”, agregó.
¿Fallo contra los hispanos?
“Tenemos que ver que la Corte Suprema también dijo que el gobierno tiene el poder de si ve un grupo de personas hablando en español, o si va a un lugar de construcción y ve que las personas hablan en español, tiene el poder de cuestionar y preguntar quiénes son y detenerlos. Imagínate qué va a pasar si ICE va al Dolphin Mall y ve una partida de gente hablando en español”, expone Allen.
Y asevera: “Bueno, ICE tiene el poder ahora de parar a quienes ve hablando español y verificar los documentos que tienen”.
Soluciones y documentos
Primero, esclarece el abogado, “ya es una orden del gobierno que tú tienes que tener tu tarjeta de residente contigo. Y te pongo un ejemplo: creo que ya va a hacer casi dos meses, desde que un amigo en su caminata diaria, que saludaba siempre a una señora empleada en una lavandería, estaba caminando para saludarla, y en ese momento vinieron dos carros de ICE y la detuvieron y se la llevaron. Es una joven centroamericana indocumentada y para mi amigo fue un shock. Le preguntaron quién era él y lo cuestionaron. Así que si tú vas a cuestionar al maestro de maestros, ¿qué van a hacer con los demás? Él lo que ha decidido hacer cuando sale a caminar es tener su tarjeta de votante siempre con él”.
Más allá de la licencia de conducir, aconseja el abogado, llevar la tarjeta de votante, que es un documento que demuestra que se es ciudadano americano.
“Entonces, yo les he recomendado a amigos míos que lucen como yo y que hablan español y que no somos muy blancos, que anden siempre con su tarjeta de votante, que por lo menos demuestra que son ciudadanos americanos. Si te la creen, porque también pueden decir que no te creen tu tarjeta de votante y creen que es falsa. Y ha pasado. En New Jersey hubo un marine puertorriqueño que estaba en probatoria, y los de ICE no creyeron que fuera marine y querían llevárselo.
“Qué es lo que pasa: En realidad, ICE en este momento está contratando lo peor de lo peor. Y son los oficiales a los que les van a dar una pistola y les van a dar su chaleco para que salgan a la calle a buscar a los inmigrantes ilegales. Son tiempos muy difíciles. Pero igual, como la lluvia que está pasando ahora, la lluvia va a pasar y el sol va a salir. Tenemos ahora cuatro años de lluvia”, dijo finalmente.