MIAMI.- La alcaldesa de Hialeah, Jacqueline García-Roves, anunció un plan integral para enfrentar el fuerte incremento en las tarifas de agua impuesto por el Condado de Miami-Dade y solicitó formalmente al Estado de Florida una auditoría al Departamento de Agua y Alcantarillado (WASD). Según la mandataria, las subidas recientes son “exageradas e inaceptables” y representan una carga injusta para los residentes de la ciudad.
Un aumento sin precedentes
En conferencia, de este miércoles 21 de agosto, García-Roves explicó que mientras el Condado aplica a sus propios consumidores aumentos de entre un 4 % y un 6 %, a Hialeah se le impone un alza cercana al 20 %. Esto significaría un costo adicional de 16,2 millones de dólares, lo que equivale a unos 270 dólares por residente al año.
“Yo no voy a permitir que el Condado le suba el agua a nuestros residentes de forma tan desproporcionada. Como alcaldesa, siempre voy a cuidar el bolsillo de nuestra gente”, afirmó y dijo que su administración iba a absorber este incremento con las reservas de la ciudad.
La alcaldesa, quien se presenta a elecciones en noviembre, añadió que en los últimos tres años Hialeah también absorbió los incrementos impuestos por el Condado, pero este año la subida resulta “exagerada” y sin justificación, al intentar responder a al déficit de más de 400 millones de dólares que arrastra en sus cuentas.
Disputa de 18 millones de dólares
Otro de los puntos críticos expuestos en la conferencia de prensa fue la disputa entre la Ciudad y el Condado por un cobro de 18 millones de dólares. Según García-Roves, esa deuda es inexistente y obedece a un medidor defectuoso que facturaba aire como si fuera agua.
“Ese dinero no lo debemos y no se lo vamos a entregar. No vamos a permitir que los residentes carguen con esa injusticia”, enfatizó.
La planta de ósmosis inversa, en la mira
La alcaldesa también se refirió a la planta de ósmosis inversa inaugurada en 2013, construida en asociación con Miami-Dade. La describió como “una instalación innecesaria, que no produce beneficios reales y generó una deuda millonaria”. Solicitó que Hialeah sea liberada de la responsabilidad de financiarla y dijo que trabaja con Tallahassee para buscar una solución al respecto.
Nuevo programa de medidores
Como parte de las soluciones que pondrá en marcha de manera inmediata, García-Roves anunció un programa que debe arrancar el 1 de noviembre.
Según la propuesta de la alcaldesa, los residentes podrán instalar un segundo medidor de agua en sus propiedades. Esto permitirá separar el consumo destinado a riego o piscinas y evitar que se facture como aguas residuales, logrando ahorros importantes en los recibos mensuales. Antes de que entre en vigor la propuesta de la edil, deberá ser aprobada en dos lectura por el órgano legislativo de la ciudad el próximo mes de septiembre, después de ser discutida por los concejales.
“Este año vamos también asumir ese gasto dentro del presupuesto municipal. Se lo presentaré al Concejo en septiembre para su aprobación. Nuestros residentes no deben ser castigados por decisiones en las que no tuvieron participación”.
Pedido de auditoría estatal
Finalmente, la alcaldesa reiteró su solicitud al gobernador Ron DeSantis y al Departamento de Supervisión y Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Florida para que realicen una auditoría al WASD.
“Estos aumentos no tienen excusa. Es necesario revisar qué está pasando en el Departamento de Agua del condado y garantizar transparencia en su manejo financiero”, sostuvo.
DIARIO LAS AMERICAS preguntó cuánto le costaría a Hialeah implementar los nuevos metros de agua, qué costo tendría la propuesta para los residentes y cuánto la Ciudad dejará de ingresar por este concepto y a la hora de publicar esta nota no teníamos respuesta.