Alligator Alcatraz en pausa: el centro de detención de los Everglades enfrenta acusaciones ambientales

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El centro de detención AlligatorEl centro de detención Alligator Alcatraz se construyó en terrenos próximos a ecosistemas protegidos en el sur de Florida. (REUTERS/Marco Bello)

Una jueza federal de Estados Unidos analiza alegatos finales en el proceso contra el centro de detención de inmigrantes conocido como Alligator Alcatraz, ubicado en el Parque Nacional de los Everglades, en Florida, bajo acusaciones de violar leyes medioambientales. Los demandantes afirman que la construcción y operación de la instalación contravienen la Ley Nacional de Política Ambiental, que establece la obligación federal de evaluar el impacto ecológico de los grandes proyectos de infraestructura. La controversia crece ante la posibilidad de que la decisión judicial marque un precedente sobre la responsabilidad estatal y federal en la protección de los humedales del sur de Florida.

La jueza Kathleen Williams, del Tribunal de Distrito de EEUU, ordenó el pasado jueves 7 de agosto la suspensión temporal de todas las obras por dos semanas, mientras decide si la interrupción de la construcción debe mantenerse hasta la resolución definitiva del caso. Esta medida interina restringe la instalación de nueva iluminación, así como trabajos de pavimentación, relleno, excavación y la edificación de cualquier tipo de estructura administrativa o residencial adicional. La orden no afecta a las fuerzas del orden ni a los agentes de migración que siguen operando en el centro.

El centro, levantado en apenas dos meses sobre un antiguo aeropuerto de entrenamiento con baja actividad, ya alberga a cientos de personas y podría alojar hasta 3.000 detenidos en recintos estructurados con carpas, según la información proporcionada por Univisión. Las denuncias de abuso, hacinamiento y problemas de salubridad acompañan la operación del complejo, mientras crecen las críticas sobre la rapidez y las condiciones de su desarrollo.

Las instalaciones del complejo migratorioLas instalaciones del complejo migratorio han sido objeto de controversia por posibles impactos medioambientales en los Everglades. (REUTERS/Marco Bello)

Los grupos demandantes, entre los que destacan organizaciones ecologistas y representantes de la tribu Miccosukee, solicitan que la jueza ordene la paralización total tanto de la construcción como de las operaciones del centro. Argumentan que la instalación pone en peligro los ecosistemas húmedos considerados entre los más frágiles y biodiversos del continente. En el proceso, varios testigos resaltaron que se han asfaltado al menos 20 acres (8 hectáreas) desde que la División de Manejo de Emergencias de Florida inició la obra, con el consiguiente riesgo de aumento de escorrentías contaminadas hacia los humedales.

Univisión informó que expertos como Amy Castaneda, directora de Recursos Hídricos de la tribu Miccosukee, detallaron que el flujo de residuos y nutrientes provenientes del centro podría alterar la composición vegetal y el balance ecológico de las tierras tribales. Advirtió sobre el peligro de mortalidad masiva de peces y la creación de barreras para el tránsito de personas y vida silvestre en áreas protegidas.

Por su parte, Marcel Bozas, jefe del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de la tribu Miccosukee, subrayó que el ruido y el tráfico humano reducen la presencia de especies protegidas como la pantera de Florida, la cigüeña americana y otros animales de caza valiosos para las actividades culturales y de subsistencia de la tribu.

Organizaciones ambientalistas y la tribuOrganizaciones ambientalistas y la tribu Miccosukee han presentado denuncias sobre riesgos para especies y hábitats vulnerables. (REUTERS/Marco Bello)

El gobierno de Florida y abogados federales sostienen en sus alegatos que, pese a albergar a inmigrantes bajo custodia federal, la construcción y el manejo de Alligator Alcatraz recaen únicamente bajo la jurisdicción estatal. Por ello, argumentan, no resulta aplicable la obligación federal de evaluación de impacto ambiental establecida para proyectos nacionales. No obstante, la jueza Williams expresó que, por la naturaleza del proyecto y la colaboración manifiesta entre autoridades federales y estatales, el caso podría considerarse una iniciativa conjunta.

En el juicio, los demandantes enfatizan que permitir la operación del centro sin los estudios ambientales requeridos podría poner en riesgo inversiones multimillonarias destinadas a la restauración ecológica de los Everglades, así como desencadenar consecuencias irreversibles para especies en peligro de extinción y las actividades tradicionales de la comunidad indígena local.

Diversos sectores de la sociedadDiversos sectores de la sociedad civil demandan el cumplimiento de las normas federales de protección ambiental en el sitio. (REUTERS/Marco Bello)

El complejo de detención enfrenta también un segundo desafío legal de distinta naturaleza. Según Univisión, el juez federal Rodolfo Ruiz, con sede en Miami, concedió una prórroga al estado para que prepare sus argumentos ante una solicitud de demanda colectiva por parte de los detenidos. La demanda, planteada por sus abogados, denuncia que los internos han sido restringidos en su derecho a asesoría legal, detenidos sin cargos formales y privados de audiencias de fianza en tribunales federales de inmigración.

Ruiz programó para el 18 de agosto la audiencia en la que revisará la moción de orden judicial preliminar solicitada por la defensa de los detenidos y estableció el 23 de septiembre como límite para que el estado responda formalmente a la demanda colectiva en trámite. El avance paralelo de ambas causas refleja la compleja trama legal que rodea al centro y cuestiona tanto sus fundamentos jurídicos como su impacto humanitario y ambiental.

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