El estreno de la película “Honey, Don’t!” marca un nuevo hito en la carrera de Aubrey Plaza, consolidada como una de las personalidades más carismáticas del panorama audiovisual de Estados Unidos. En una reciente entrevista para el podcast Good Hang, la actriz abordó los desafíos personales que enfrentó y la emoción ante su más reciente proyecto cinematográfico.
La charla, guiada por su amiga y colega Amy Poehler, permitió explorar los aspectos más brillantes de su trayectoria profesional y los episodios complejos de su vida personal. Sin anticipar los detalles al inicio, la artista insinuó que el año pasado estuvo marcado por la adversidad.

Además, la pérdida de su esposo, el cineasta Jeff Baena, fue una presencia constante para Plaza en los últimos meses. Al reflexionar sobre su proceso de duelo, describió la tristeza como “un abismo al que a veces quiero lanzarme y otras solo observo desde lejos”.
La gratitud por seguir avanzando no opaca la persistencia de la ausencia, y la búsqueda de apoyo se volvió esencial para sobrellevar el dolor. Su perro Frankie, acompañante de años, se transformó en un sostén emocional clave durante este difícil periodo.

La carrera de Plaza comenzó en Wilmington (Delaware), donde creció rodeada de energía y creatividad femenina. De niña, se sintió atraída por el teatro y la comedia, participando en la Wilmington Drama League y reconociendo su vocación tras hacer reír al público en una producción de “Cenicienta”.
Luego de graduarse, se mudó a Nueva York para estudiar cine en la Universidad de Nueva York (NYU), guiada por su interés en el Upright Citizens Brigade (UCB), el teatro de improvisación emblemático fundado por Poehler.
Durante su etapa universitaria, Plaza combinó los estudios con clases de improvisación y una breve pero significativa pasantía en Saturday Night Live (SNL). Obtuvo ese puesto después de enviar su currículum por fax a todos los departamentos.
Aunque su paso por SNL fue corto, le permitió observar el pulso de la industria televisiva estadounidenses. Luego trabajó como guía en NBC, improvisando relatos para los visitantes hasta que sus jefes le pidieron que dejara el puesto.

El reconocimiento masivo llegó con la serie Parks and Recreation, donde Plaza interpretó a April Ludgate. La actriz recordó cómo, con solo 24 años, viajó a Los Ángeles para una audición y terminó recibiendo tres propuestas laborales en la misma semana.
Aquel encuentro con los creadores Mike Schur y Greg Daniels cimentó su lugar en el elenco, gracias a su genuinidad y estilo inconfundibles. Mientras que Amy Poehler destacó: “Siempre has sido tú misma, sin intentar agradar a nadie, y eso atrae a la gente”.
El papel de April Ludgate evolucionó, reflejando en parte su propio desarrollo, al pasar de una joven apática a una mujer con metas definidas. Además, compartió recuerdos del set, como la química inesperada con Chris Pratt, que impulsó una de las relaciones más icónicas de la serie.
También rememoró la convivencia con otros miembros del reparto, la llegada de figuras invitadas como Patricia Clarkson y Bill Murray, y su pasión por el baloncesto, que la llevó a integrarse en una liga femenina de Los Ángeles junto a colegas del mundo del espectáculo.

Lejos de encasillarse en la televisión, Plaza ha desarrollado una filmografía diversa y desafiante. Entre sus títulos más destacados figuran “Emily the Criminal”, The White Lotus, Agatha, “Black Bear” e intervenciones junto a directores como Michael Caine, Robert De Niro y Francis Ford Coppola.
La artista apostó por el desarrollo de proyectos propios, produciendo películas e impulsando historias originales. “Muchos de los proyectos que hago son autogenerados, me gusta desarrollar cosas desde cero”, aseguró.
El estreno de “Honey, Don’t!”, dirigida por Ethan Coen y escrita junto a Tricia Cooke, representa una nueva etapa. La película cuenta con la participación de Margaret Qualley, quien expresó su admiración por su colega: “Aubrey es la persona más querida por todos, incluso por mi padre que ni ve televisión”.
En esta cinta, encarna a una policía que enfrenta a la detective interpretada por Qualley, en una relación que resultó, según la actriz, tan divertida como desafiante. El ambiente en el set, bajo la dirección de Coen, se caracterizó por ser relajado y creativo, un espacio que permitió a Plaza desplegar su humor y profundidad interpretativa.

Su dimensión personal se sostiene en sus amistades, especialmente con mujeres de la improvisación y la comedia. El grupo Bombardo, surgido de una compañía de improvisación, se convirtió en una hermandad donde el humor y la confianza son esenciales.
Plaza también exploró el arquetipo de la bruja en su obra literaria —con títulos como “La bruja de Navidad” y “Luna and the Witch”—, su trabajo audiovisual y la identidad de su productora, Evil Hag. La actriz vinculó esta fascinación a su herencia familiar y la atmósfera de los bosques de Delaware, así como a una tradición matriarcal de generaciones.
A lo largo de la entrevista, mostró una resiliencia extraordinaria, combinando vulnerabilidad y humor para enfrentar las dificultades. La capacidad de reírse de sí misma y rodearse de una familia elegida fueron fundamentales para avanzar. En palabras de Poehler, el sentido del humor y el apoyo de quienes la rodean resultaron esenciales en la vida de su colega.

La conversación culminó con un recuerdo a la obra conjunta de Aubrey Plaza y Jeff Baena, e incluyó una invitación a descubrir los filmes que crearon juntos, subrayando la importancia de buscar apoyo ante las crisis. El encuentro cerró con un mensaje de solidaridad y reconocimiento al legado compartido con su esposo, y una invitación a encontrar fuerza y compañía en los momentos más oscuros.