Bitsy, la gatita de seis patas que enfrentó lo peor y ahora disfruta de una nueva vida

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Esta pequeña gatita absorbió en el útero de su madre al felino que sería su gemelo. A causa de ello, nació con dos patas traseras de más y una pelvis extra.—(Facebook, Furget Me Not Animal Rescue)

Los refugios de animales tienen una infinidad de historias acerca de los rescates que llevan a cabo que van desde perros y gatos sin hogar hasta situaciones complejas de salud en las mascotas. Sin embargo pocas se equiparan con un caso reciente que llegó al equipo de Furget Me Not Animal Rescue en Alberta, Canadá.

Se trata de la historia de Bitsy, una gatita de poco más de un año que apareció con una anomalía física en sus patas tan extraordinaria como dolorosa. Su caso, que involucró una compleja cirugía y una sorprendente recuperación, capturó la atención de miles de personas y generó una transformación para siempre la vida de este felino.

A menos de un mes de su rescate e intervención médica, la calidad de vida de esta felina ha mejorado considerablemente y ya tiene un nuevo hogar donde cuenta con todo el amor y cuidados que necesita para desarrollarse y crecer de manera próspera.

Bisty se sometió a unaBisty se sometió a una cirugia de dos horas para amputar tres de sus patas, las cuales le causaban dolor y no cargaban nada de su peso. —(Facebook, Furget Me Not Animal Rescue )

Todo comenzó a finales de abril de este 2025, cuando una antigua adoptante del refugio reportó la presencia de un gato con “patas extra” en su jardín. Christine Koltun, fundadora y directora ejecutiva de Furget Me Not, pensó que se trataba de una confusión. “Imaginé un tumor o tal vez una gata que cargaba a un cachorro”, dijo al medio local Edmonton Journal. Sin embargo, al enviar a un miembro del personal al lugar, lo que encontraron fue completamente real: se trataba de una gata atigrada con seis patas.

A pesar de su apariencia descuidada y las llagas visibles en tres de sus patas, Bitsy —como fue nombrada más tarde— no era salvaje y más bien mostraba un carácter dulce y dócil, lo que hizo suponer a los rescatistas que anteriormente estuvo bajo el cuidado de humanos. Aunque se intentó localizar a su dueño, nadie acudió a reclamarla.

Cuando llegó al refugio, los expertos notaron que las patas adicionales de Bitsy no solo eran un fenómeno anatómico, sino también una fuente constante de dolor. Los cuidadores notaron que Bitsy se desplazaba con dificultad. Si bien era capaz de caminar, solo podía apoyar tres de sus seis patas. Las otras extremidades, ubicadas cerca de la parte trasera de su cuerpo, no soportaban peso y complicaban tareas básicas como sentarse o acicalarse.

La condición de Bitsy ocurreLa condición de Bitsy ocurre en uno de cada 10 mil gatos y se cree que es resultado de la endogamia. —(Facebook, Furget Me Not Animal Rescue)

“Era desgarrador verla esforzarse tanto para hacer cosas que deberían ser sencillas para cualquier gato”, comentó Koltun a la revista People. Por ello, Furget Me Not colaboró con el Hospital Veterinario Windermere, donde el equipo médico realizó una serie de estudios, incluyendo radiografías y ecografías para entender más de la condición de esta felina. Los resultados evidenciaron que Bitsy también tenía una pelvis parcial adicional. “Lo más probable es que absorbiera a un gemelo en el útero, y de alguna manera, las extremidades de ese otro gato sobrevivieron”, explicó el Dr. Boctor, uno de los veterinarios encargados del caso a Edmonton Journal.

Este fenómeno, conocido como gemelación incompleta o feto en feto, es extremadamente raro en animales. Se estima que ocurre en uno de cada 10 mil nacimientos felinos, y muchos de estos casos no sobreviven al parto. De hecho, Alberta tuvo un caso smiliar en 2015 con Pauly, un gato con dos patas extra adheridas al esternón, también producto de una fusión embrionaria anómala. A diferencia de Bitsy, la condición de Pauly era menos grave, y su cirugía no implicó la extirpación de órganos o estructuras complejas como una pelvis secundaria.

Koltun recuerda que ni ella ni ningún veterinario del refugio había presenciado algo semejante. “Estadísticamente, ver un gato adulto como este es una probabilidad de uno en diez mil, pero nadie en control animal ni en nuestro equipo había visto nunca algo así. Bitsy no solo tenía patas extra, tenía lo que describimos como un cuarto de otro gato adherido a ella”.

Bitsy ahora camina con tresBitsy ahora camina con tres patas y vive una vida feliz en su nuevo hogar. —(Facebook, Furget Me Not Animal Rescue)

Ante el evidente dolor que Bitsy experimentaba y su movilidad reducida, los veterinarios consideraron que era necesaria la amputación de las extremidades no funcionales, incluida una de sus patas traseras. La operación fue dirigida por la veterinaria Dani Wood y se planeo meticulosamente gracias a los estudios de imagen previos. “Las radiografías permitieron ver cómo estaban unidas las demás extremidades y elaborar un plan quirúrgico claro”, detalló Mackenzie Sawatzky, directora de oficiales del hospital.

Durante la intervención, que duró dos horas, se le retiraron dos patas adicionales, la pelvis secundaria y una de sus patas traseras originales. Afortunadamente, la forma en que estaban posicionadas las extremidades permitía una amputación limpia. “Fue la primera vez que tratamos un caso como este. Sin duda, uno de los más memorables para todo el equipo”, explicaron los involucrados a People.

La recuperación de Bitsy fue exitosa y a penas unos días después de la operación, ya tenía una mejora significativa en su comportamiento. Christine Koltun, que envió al hospital una cama especial para su recuperación, se emocionó al verla descansar cómodamente por primera vez, pues antes del procedimiento no podía acostarse sin estirar las patas “como una araña”.

Los médicos veterinarios consideraron que el cambio no solo fue a nivel físico, sino que también impactó en la salud emocional de Bitsy, quien desde entonces se muestra más enérgica, con mayor apetito y con ganas de explorar el mundo.

Tras completar sus dos semanas de cuidados postoperatorios, Bitsy fue dada de alta y trasladada al hogar de Mackenzie, quien decidió adoptarla de manera permanente. Desde entonces, la gata se adapta de manera asombrosa y fácil a su nueva vida con tres patas. Debido a que su historia se volvió increíblemente popular, su nueva madre le creo una cuenta de Instagram, llamada “Itsy Bitsy The Kitty”, donde contó que ahora corre, salta y juega como cualquier otro gato, sin rastros del dolor que la aquejó durante su primer año de vida. “Se ha recuperado maravillosamente. Esperamos que tenga una vida normal, feliz y saludable”, señaló su nueva cuidadora.

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