
A lo largo de las últimas décadas, Brad Pitt no solo fue protagonista de la industria cinematográfica, sino también marcó pauta en la moda masculina.
Su evolución fue un reflejo de los estilos de cada época y de su propia transformación personal. Desde una juventud marcada por lo relajado y bohemio hasta la sofisticación contemporánea de sus más recientes apariciones, el actor formó un estilo camaleónico siempre bajo la mirada pública.
Estos son sus atuendos más emblemáticos, según el contexto social, profesional y personal de cada etapa.

En plena década de los 90, Brad Pitt adoptó una imagen relajada y bohemia. En una de sus fotos más representativas de 1994, apareció con una camiseta blanca básica, un chaleco verde de gamuza y jeans claros de mezclilla.
Este conjunto, complementado con un sombrero de ala ancha, collares y un pendiente, proyectaba una mezcla de informalidad, rebeldía y referencias vintage propias de la moda de aquel periodo. Su actitud desenfadada y el peinado ligeramente desordenado acentuaban la imagen de joven actor fresco y sin pretensiones.

Durante la premiere de “Pallbearer” en 1996, Pitt mostró otro guiño a la estética noventera, con una camiseta blanca sencilla y un suéter sin mangas de rayas pastel en verde y lavanda.
La elección de pantalones claros y anteojos de sol de pequeño tamaño ofreció una imagen informal, casi naive, que coincidía con la tendencia relajada y colorida que imperaba entonces. El cabello rubio, ligeramente largo y despeinado, completaba un look espontáneo y natural.

En pleno 2000, Brad Pitt evolucionó hacia una imagen sofisticada típica de la alfombra roja, junto a Jennifer Aniston. Lució un traje negro de corte clásico, camisa beige claro y un pequeño lazo rojo simbólico en la solapa.
Los zapatos de cuero completaban un outfit formal y elegante, acorde con la moda de inicios de milenio. La pareja irradiaba glamour y armonía cromática: eran referentes del equilibrio entre sencillez y sofisticación en eventos de alto perfil.

En 2009, el actor mantuvo una línea clásica que empezó a adquirir tintes relajados, característicos del final de la década. Para eventos en Hollywood, solía lucir trajes oscuros con camisa blanca, ajustando el corte para lograr una silueta moderna pero discreta.
Los accesorios y peinados mantenían un bajo perfil frente a la sastrería, y su actitud buscaba transmitir profesionalismo sin rigidez. Este momento mostró al actor consolidando una imagen atemporal en plena madurez profesional, optando por la sencillez depurada en los detalles.

En la premiere londinense de “Allied”, apostó por una apariencia discreta y clásica, en sintonía con la temporada. Eligió un abrigo largo negro de corte recto que cubría un conjunto formal oscuro.
Añadió una bufanda de seda burdeos como detalle de color y modernidad sobre la base monocromática. Zapatos tipo chelsea en gamuza completaban el look, subrayando su preferencia por la discreción y los materiales de calidad.

Para la promoción de “Once Upon a Time in Hollywood”, el actor innovó con un traje de lino en tonos beige claro, sin corbata y acompañado de una camisa tipo polo marrón. El toque distintivo lo dio un sombrero panamá, accesorio informal que remitía al Hollywood clásico pero filtrado por una óptica veraniega y actual.
El calzado en armonía con el traje y algunos accesorios personales le aportaron una nota bohemia y desenfadada.

En Berlín para el estreno de “Bullet Train”, Pitt sorprendió con una propuesta arriesgada: camisa de lino rosa claro, campera marrón ligera y, como pieza central, una pollera asimétrica marrón oscura.
Complementó con zapatos de combate, varios collares y anteojos de sol oscuros. Esta elección puso de manifiesto una faceta experimental y despreocupada, alineada con una imagen de figura pública vanguardista y con licencia creativa.

En el Festival de Cine de Venecia, apostó por un traje negro clásico con pantalones anchos y una camisa sin cuello, combinación que fusionó la elegancia tradicional con un minimalismo contemporáneo.
El corte limpio de la chaqueta y el diseño relajado del pantalón actualizaron el esmoquin tradicional, mientras que los zapatos pulidos reforzaron el tono sofisticado del conjunto. La propuesta señaló una evolución hacia la innovación conceptual en la vestimenta.

En su más reciente aparición destacada, en la premiere europea de “F1: The Movie” en junio de 2025, Pitt escogió un traje verde esmeralda de doble botonadura, acompañado de una camisa azul claro y accesorios tan actuales como un pañuelo de seda y anteojos de sol de montura dorada.
El calzado oscuro completó este look refinado, que se situó cómodamente entre lo clásico y lo innovador, consolidando su estatus como referente del estilo masculino contemporáneo.