Una familia irlandesa vive una pesadilla tras lo que debía ser un viaje de ensueño a Tenerife.
Emma Hickey, una madre de 42 años, se encuentra en coma inducido luego de sufrir una caída que, según su pareja, fue causada por el debilitamiento extremo tras una severa reacción a múltiples picaduras de mosquito.
El incidente ocurrió en la isla española, donde Emma viajó a mediados de junio con su pareja, Stephen Brougham, y sus 2 hijos, Sophie de 13 años y Bobby de 7, para disfrutar de unas vacaciones familiares. Sin embargo, todo cambió repentinamente a solo 2 días de concluir el viaje.
Una reacción severa y debilitante
Stephen, originario de Dublín, relató que Emma despertó cubierta de picaduras de mosquito. La situación era tan alarmante que la madre necesitó atención médica y fue tratada con una inyección para aliviar el dolor. “Le estaban drenando la vida. Estaban por todo su cuerpo, docenas y docenas de picaduras. Se veían dolorosas y se convirtieron en moretones”, comentó Brougham al Daily Mail.
A pesar de las molestias y el dolor, Emma trató de continuar con el viaje por el bien de sus hijos. “Intentó aguantar por los niños”, explicó Stephen.
Pero el calor, el dolor, la medicación y la debilidad acumulada hicieron estragos. “Se sentía un poco mareada y se desplomó. Cayó desde el penúltimo escalón de la parte superior de la escalera y se golpeó la cabeza contra los escalones inferiores sin siquiera levantar el brazo para protegerse”, detalló con angustia Stephen.
La caída fue tan fuerte que Emma quedó inconsciente y comenzó a convulsionar. “Estaba en un estado terrible. Fue horrible porque presencié la caída y vi cuán grave fue. Es una cicatriz mental que nunca olvidaré. Las palabras no pueden describir lo que vivimos”, confesó Stephen.
Emma fue trasladada de emergencia al hospital, donde le realizaron una cirugía para tratar coágulos de sangre en el cerebro. Actualmente, permanece en coma inducido, conectada a máquinas que monitorean su estado de salud. Además de las lesiones cerebrales, también sufrió fracturas en el cuello.

Los médicos aún no pueden determinar cuáles serán las consecuencias a largo plazo de la presión cerebral causada por los coágulos. “Podrían surgir secuelas. Por ahora, sigue conectada a los equipos médicos mientras su cuerpo intenta sanar”, explicó su pareja.
En medio del drama de salud, la familia enfrenta también enormes desafíos financieros. Un amigo cercano inició una campaña de recaudación de fondos en GoFundMe para ayudar con los gastos. “El hospital cuesta $1,400 dólares al día y probablemente acumularemos una factura médica considerable”, señaló Stephen.
A esto se suman los costos de hospedaje, alimentación y cuidado de los niños. “El hotel en el que estamos es caro. Alimentar a los niños y mantenerlos distraídos también tiene su costo. Además, no estoy trabajando ahora porque estoy aquí con ellos”, agregó.
Aunque cuentan con un seguro médico, la aseguradora aún no confirma si cubrirá los gastos. “Nos están haciendo pasar por varios procesos antes de comprometerse. No tenemos certeza de si nos van a cubrir o no”, dijo Stephen, visiblemente preocupado.
La familia ha decidido permanecer en Tenerife hasta que Emma pueda ser trasladada a casa con seguridad. “Podríamos estar aquí por mucho tiempo. Necesitamos estar a su lado. No queremos irnos sin ella”, expresó Stephen.
“No sabíamos qué tan grave podía ser el problema de los mosquitos. Es increíble cómo un insecto tan pequeño puede causar tanto dolor”, agregó.
Lo ocurrido con Emma Hickey pone en evidencia los peligros que pueden representar las picaduras de mosquito en regiones tropicales o cálidas, especialmente cuando se combinan con otros factores como el calor, medicamentos y estrés corporal. Las picaduras pueden provocar reacciones alérgicas severas, infecciones, e incluso en casos extremos, consecuencias médicas graves como las que enfrenta esta familia.
Expertos recomiendan usar repelente, ropa adecuada y revisar siempre si el lugar de hospedaje cuenta con protección contra insectos, sobre todo al viajar con niños o personas con sensibilidad a las picaduras.
Mientras tanto, la familia de Emma continúa a la espera de buenas noticias y agradece cualquier apoyo que puedan recibir para enfrentar esta difícil situación.
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