Chile permanece a la espera ante el operativo de rescate de cinco mineros atrapados en El Teniente, la mayor mina subterránea de cobre del mundo, mientras se acerca el plazo de 48 horas considerado crítico por Codelco, la empresa estatal propietaria del yacimiento.
Un centenar de brigadistas trabajan contrarreloj para alcanzar a los trabajadores, quienes quedaron atrapados después de un derrumbe provocado por un sismo de magnitud 4,2 a una profundidad de 500 metros. El incidente ocurrió en la tarde del jueves en el sector Andesita, una de las zonas más profundas de la mina ubicada en la región de O’Higgins, a unos 120 kilómetros al sur de Santiago.
En medio de las incesantes tareas de rescate, este sábado por la mañana -cerca de las 8-, el presidente Gabriel Boric llegó a las oficinas de Codelco en Rancagua, región de O´Higgins, para reunirse con las familias de los mineros atrapados.
El presidente ejecutivo de Codelco, Rubén Alvarado, detalló en una conferencia cerca de la medianoche del viernes: “Hemos podido avanzar cerca de cuatro metros (de un objetivo de veinte), todavía no tenemos contacto con los trabajadores que están atrapados, pero experimentamos una baja en la sismicidad, lo que permite trabajar de manera más fluida”. Añadió que las primeras 48 horas son fundamentales para establecer contacto.
Los equipos de rescate, que incluyen personal con experiencia en el recordado operativo de 2010 con 33 mineros en la mina San José, conocen el punto exacto donde se encontrarían los mineros gracias a dispositivos de geolocalización. Sin embargo, no se ha establecido comunicación, lo que impide conocer su estado de salud.

El plan para liberar a los mineros, empleados de la subcontratista Gardilcic, consiste en remover las grandes rocas que bloquean la galería con equipos teledirigidos. La empresa informó que ya se han retirado al menos 300 de las 5.000 toneladas de escombros que obstruyen el túnel.
Codelco reconoció que el rescate “se desarrolla en un ambiente difícil” debido a los daños sufridos por el yacimiento tras el sismo. Hay al menos 300 metros lineales dañados severamente y otros 400 metros en condición moderada.
Las causas del sismo permanecen sin esclarecer y podrían haber estado relacionadas con labores propias de la explotación minera o con la actividad tectónica local. Por este motivo, la Fiscalía regional de O’Higgins abrió una investigación. La compañía sostiene que el foco debe estar en salvar vidas y no en el debate sobre el origen del movimiento, mientras que los sindicatos de trabajadores denuncian que la tragedia pudo deberse a negligencia.
El derrumbe también causó la muerte de Paulo Marín, trabajador de otra empresa contratista, y al menos nueve personas resultaron heridas; todos los heridos fueron rescatados y se encuentran fuera de peligro vital.
Este accidente es el más grave registrado en El Teniente en más de treinta años. La peor tragedia en este yacimiento ocurrió en 1990, cuando murieron seis mineros en un incidente similar.
Con más de 4.500 kilómetros de túneles, El Teniente posee una de las mayores redes sísmicas de monitoreo, con 150 sensores instalados a lo largo del yacimiento.
Por el momento, las faenas permanecen paralizadas en la mina, que produjo 356.000 toneladas de cobre en 2024.