La enfermedad del legionario ha afectado a más de 60 personas en Central Harlem, Nueva York, desde que se detectaron los primeros casos a finales de julio de 2025. Se trata de un tipo de neumonía que puede ser letal y que aunque no hay una dieta específica para las personas que padecen esta enfermedad, hay ciertas pautas alimentarias que pueden contribuir a una recuperación del organismo.
Para combatir esta enfermedad es preciso acudir a un centro de atención y seguir las pautas médicas que incluyen tratamiento de antibióticos. Hasta la fecha no hay pautas alimentarias específicas, sino las recomendaciones generales especialistas de salud para enfermedades respiratorias y neumonía.
¿Qué es la enfermedad legionario?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) describen la enfermedad del legionario como un tipo de neumonía grave causada por un tipo de bacterias llamadas Legionella, que se contagia al inhalar rocío que contenga esta bacteria.
Estas bacterias enferman los pulmones de dos maneras: la enfermedad del legionario, un tipo de neumonía grave, y la fiebre de Pontiac, una enfermedad respiratoria leve con sistemas como fiebre, dolores musculares y dolores de cabeza.
En raras ocasiones, las bacterias Legionella pueden causar infecciones fuera de los pulmones, como infecciones de heridas o del corazón. Las recomendaciones básicas para pacientes con neumonía pasan por una nutrición adecuada para la recuperación y para reducir el riesgo de complicaciones.
¿Cómo la alimentación afecta la salud pulmonar?
Es importante destacar que la información sobre esta enfermedad es algo limitada; sin embargo, una buena alimentación siempre va a ayudar a aumentar las defensas y a proporcionar nutrientes al organismo para un mejor funcionamiento.
Para los pacientes con enfermedades respiratorias y pulmonares, la alimentación juega un papel fundamental en la promoción de su salud, según Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association, ALA).
Es importante comprender que el metabolismo, el proceso que convierte los alimentos en energía, demanda un esfuerzo significativo en estas personas, ya que necesitan trabajar mucho más para respirar.
Esto ocurre porque, al metabolizar carbohidratos, el cuerpo produce una mayor cantidad de dióxido de carbono, lo que incrementa la dificultad para respirar. Por ello, una dieta bien planificada puede marcar una gran diferencia en su calidad de vida y respirar mejor.
Según los especialistas, cuando se presenta un cuadro de neumonía es importante mantenerse hidratado, consumir proteína, y comer alimentos ricos en antioxidantes y nutrientes.
También hay una advertencia clara a evitar el consumo de azúcares, hidratos de carbono, alcohol y alimentos ultraprocesados.
Recordemos que este tipo de alimento favorecen la inflamación y esto a su vez causa un daño en las células del organismo, ha sido de las más susceptibles a virus y bacterias.
Mientras que los alimentos ricos en antioxidantes y biocompuestos antiinflamatorio reducen los efectos de los radicales libres promoviendo un mejor funcionamiento.
Los alimentos pueden ayudar a prevenir la enfermedad del legionario
Las pautas alimentarias para los enfermos de neumonía incluyen una alimentación balanceada con proteína, ácidos grasos omega-3, antioxidantes y una buena hidratación.
La hidratación es clave según las recomendaciones de los reportes clínicos. El consumo de agua ayuda a fluidificar las secreciones pulmonares y prevenir la deshidratación.

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- Proteínas
Incluir una buena cantidad de proteínas contribuye a reparar el tejido pulmonar y mantener la masa muscular. La cantidad recomendada para un nivel alto es de 1-1.5 g/kg de peso corporal/día.
Para cubrir los requerimientos diarios de proteína se puede incluir el huevo, rico en vitamina A, con propiedades antiinflamatoria y se encarga de proteger y regenerar las mucosas del aparato respiratorio.
Mientras que los pescados ricos en ácidos grasos, como las sardinas, el salmón, la trucha o el bonito son ricos en vitamina D, efectivo antiinflamatorio.

- Omega -3
Los alimentos ricos en ácidos grasos Omega-3 como pescado graso, rico en omega-3, tienen propiedades antiinflamatorias, lo que disminuyen el riesgo de padecer neumonía.
El omega -3 lo podemos encontrar en alimentos como las semillas de lino, el marisco, la soja y las verduras de hoja como: acelgas, berros, lechuga y rúcula, entre otros.

- Antioxidantes
Las frutas, verduras y frutos secos son una buena fuente de antioxidantes y vitaminas. Las investigaciones científicas revelan que la ingesta de alimentos ricos en vitaminas C, E, A y antioxidantes son claves para modular la inflamación y fortalecer el sistema inmunitario.
Los frutos rojos, las uvas, el tomate, la col o las espinacas son fuente natural de antioxidantes, efectivos para combatir estrés oxidativo causado por los radicales libres que pueden causar inflamación crónica, envejecimiento fisiológico, afecciones cardiovasculares y neurodegenerativas.

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