
Eleanor Carey fue asesinada a manos de su padre, Patrick D. Proefriedt, en el estado de Nueva York, en 2023, cuando la bebé tenía apenas 3 semanas de haber nacido.
La pequeña perdió la vida tras recibir el impacto de una ballesta disparada por su propio progenitor. La madre de la niña, identificada por medios como WBNG y Press Connects como Megan Carey, también resultó herida durante el ataque.
La secuencia de los hechos, según la información proporcionada por la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Broome y publicada por People, comenzó con una discusión doméstica entre Proefriedt y Megan en su residencia de Colesville, Nueva York.

Durante el altercado, Proefriedt utilizó una ballesta y disparó mientras Megan sostenía a Eleanor en su regazo. La flecha atravesó la axila de la bebé y se alojó en el pecho de Megan, causándole lesiones que no pusieron en riesgo su vida, pero resultaron fatales para la niña.
Tras el ataque, Proefriedt retiró el cerrojo de la ballesta y tomó medidas para impedir que Megan pudiera pedir ayuda.
A su vez, escondió el teléfono de su esposa en otra habitación y huyó del lugar en el único vehículo disponible, lo que dejó a Megan sin medios inmediatos para buscar auxilio. De acuerdo con la información publicada por People, los agentes respondieron a un informe de tiroteo en la vivienda y hallaron la escena descrita por la Oficina del Sheriff del Condado de Broome.

Según la información publicada por People, la investigación reveló que Proefriedt tenía antecedentes de violencia doméstica y existía una orden de protección de alejamiento activa en el momento del crimen. El sheriff del condado, Fred Akshar, declaró en una conferencia de prensa, citada por WBNG, que Proefriedt “corrió hacia el bosque y se escondió como una rata asustada” tras cometer el asesinato.
Durante el proceso judicial, que culminó el 28 de febrero con la declaración de culpabilidad de Proefriedt por asesinato en segundo grado, se presentaron pruebas que incluyeron la grabación de la llamada al 911 realizada por Megan. En la corte, se escuchó a la madre suplicar a su hija: “quédate con mamá” y “por favor no te mueras”. Estas palabras, reproducidas por Press Connects, reflejaron la desesperación y el dolor de una madre que vio morir a su hija en sus brazos.

En su testimonio ante el tribunal, Megan expresó el vacío dejado por la pérdida de Eleanor: “Adondequiera que miro, te veo (Eleanor); una parte de ti en casi todos. No puedo expresar cuánto te extraño y te quiero”. La sentencia dictada obliga a Proefriedt a cumplir 25 años de prisión por el asesinato de su hija.
La tragedia de Colesville puso de relieve la persistencia de la violencia doméstica y la vulnerabilidad de las víctimas, incluso cuando existen órdenes de protección. La Oficina del Sheriff del Condado de Broome confirmó que Proefriedt ya había protagonizado incidentes previos con la víctima, lo que añade gravedad al caso.
Tras una conferencia de prensa sobre el cierre de la investigación, el fiscal general expresó sus condolencias a la madre, tras dos años del atroz asesinato de la recién nacida: “La sentencia de hoy refleja la gravedad de los atroces actos de Patrick Proefriedt”, dijo el fiscal general.
“La decisión del tribunal garantiza que nunca más volverá a representar una amenaza para la vida de otra persona inocente. Si bien ninguna sentencia puede reparar el daño devastador causado, este resultado reafirma nuestro compromiso de buscar justicia y apoyar firmemente a las víctimas y sus familias ante esta violencia inimaginable”.