Freddie Prinze Jr. sorprendió a la industria cinematográfica tras su regreso al cine en la recién estrenada cuarta entrega de: Sé lo que hicieron el verano pasado.
Luego de más de quince años alejado de los principales focos de Hollywood y tras rechazar de forma sistemática decenas de papeles por falta de interés o por encontrar propuestas repetitivas, el actor optó por caminos poco convencionales, entre ellos, la lucha libre profesional, que hoy representa su mayor pasión.
Durante casi dos décadas, el nombre de Freddie Prinze Jr. estuvo vinculado a éxitos en comedias románticas y cintas familiares. Sin embargo, el propio actor reconoció que esa etapa quedó atrás.

“Me ofrecieron un montón de comedias románticas en los últimos quince años. Simplemente, nunca leía los guiones. No tenía ningún interés en hacerlas”, aseguró acerca de una industria que, durante mucho tiempo, le presentó propuestas poco estimulantes. Este distanciamiento fue decisivo para su desarrollo personal y para que pudiera explorar otras formas de creatividad alejadas de las clásicas luces del cine.
La ausencia prolongada de Prinze Jr. no respondió a falta de oportunidades, sino a su búsqueda permanente de proyectos significativos. Entre los motivos de su retiro temporal, el actor priorizó la vida familiar y una realización profesional lejos del tipo de papeles que lo encasillaron en el pasado.
Alejado del set, la lucha libre profesional se transformó en el gran motor de su carrera. En este ámbito, Prinze Jr. encontró un espacio para reinventarse y canalizar su pasión por el entretenimiento y la creatividad.
Trabajó como productor, director y consultor creativo en la WWE, y además lanzó el pódcast ‘Wrestling with Freddie’, donde analiza novedades y comparte anécdotas del ring. La lucha libre no es un pasatiempo, sino su vocación profesional actual y un sector en el que volcó energía, ideas y dedicación, lejos de los moldes tradicionales del cine.
La reciente participación de Prinze Jr. en la nueva entrega de Sé lo que hicieron el verano pasado representa una excepción muy calculada en su trayectoria. No fue una vuelta simple ni una decisión tomada a la ligera, sino el resultado de la propuesta concreta de Jennifer Kaytin Robinson, directora y coguionista de la película; quien además de amiga del actor, le planteó un papel renovado, complejo y alejado de la simple figura del cameo.
El filme profundiza en la evolución personal de Ray Bronson y Julie James (interpretada nuevamente por Jennifer Love Hewitt), quienes ocupan un lugar central en la trama, enfrentando dilemas y emociones actuales, lejos de los clichés adolescentes. “No son solo cameos en la película. Son personajes importantes”, sostuvo el actor, poniendo de relieve la autenticidad y el desarrollo emocional que hoy valora tanto para sí mismo como para los roles que elige.

El camino de Freddie Prinze Jr. muestra que es posible reinventarse y encontrar sentido fuera de los patrones habituales de la industria. Su vínculo con la lucha libre y proyectos de impacto personal marcó una distancia consciente con la cultura de los grandes estudios y la repetición de papeles del pasado.
La cuarta parte de Sé lo que hicieron el verano pasado, ya disponible en cines, representa tanto un reencuentro con las raíces como un desafío creativo. Para el público, supone la oportunidad de ver a un Prinze Jr. que encontró su voz y su espacio, tan cómodo frente a las cámaras como entre bastidores, pero siempre fiel a lo que ahora más le mueve: la libertad de elegir y la autenticidad, dentro y fuera del cuadrilátero.