Decae el rendimiento estudiantil en Venezuela, ¿por qué la educación ya no enseña?

hace 2 semanas 10

La caída del rendimiento y de los promedios de estudiantes en planteles públicos y privados es generalizada, según una investigación reciente realizada por la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).

El estudio, que fue compartido con representantes del ministerio de Educación, la Universidad del Magisterio y el Observatorio de la Calidad Educativa Venezolana, adscritos al ente estatal, vuelve a prender las alarmas sobre el futuro incierto del país que en 2024 tenía siete de cada 10 hogares (73,2%) en pobreza, según la décima Encuesta de Condiciones de Vida, difundida este martes por esa universidad.

Pero no habido reacción oficial hasta la fecha.

Lo que ha obtenido la investigación que se realiza por quinto año consecutivo con similares datos dramáticos, es el resultado del deterioro progresivo del proceso educativo, según especialistas.

“No es una problema de causa-efecto, que si usted mueve la variable todo se resuelve; es de muchas variables al mismo tiempo. Y los números de la UCAB y del Observatorio del ministerio así lo están demostrando”, afirma Carlos

Calatrava, profesor de Educación de la universidad con más de 20 años de experiencia en la carrera, al responder por qué la educación no está enseñando en Venezuela.

El país, que fue un referente en materia de calidad educativa, hoy se encuentra “en la cola” de las mediciones de Educación en América Latina, solo por encima de países como Honduras, Haití y Surinam.

Empeora rendimiento de estudiantes

El informe de resultados del Sistema de Evaluación de Conocimientos en Línea (SECEL) de la UCAB señala que estudiantes del último grado de primaria al último año de bachillerato (secundaria) en el país “no poseen las competencias mínimas en áreas vitales del conocimiento, como matemáticas y habilidad verbal”.

En una muestra de 10,000 estudiantes de planteles de Caracas, Miranda y otros cinco estados de Venezuela, se determinó que siete de cada 10 estudiantes reprobaron las pruebas de matemáticas (74,93%) con calificación de 7,51 sobre 20 puntos, tanto en planteles públicos (92,09%) como en privados (72,68%).

La misma proporción de estudiantes “raspó” la prueba de habilidad verbal (70,10%) con 7,84 sobre el puntaje total, en los públicos (86,21%) y privados (67,25%), según la investigación coordinada por los profesores José Javier Salas y Lizette Martínez-Willet, directora de la Escuela de Letras, ambos de la universidad.

A pesar de que los resultados de los cuatro estudios anteriores fueron similares, en esta ocasión las notas de los estudiantes en el área verbal, por ejemplo, mostraron una caída de más de un punto respecto al anterior al año escolar.

También se aplicaron pruebas de ciencias sociales y naturales, inglés, química y física, pero los resultados no se revelaron en la investigación que procura

diagnosticar el aprendizaje “real” de los estudiantes de primaria y bachillerato en asignaturas clave, dice Salas.

Protesta de maestros en Venezuela

Los docentes venezolanos llevan más de un año de protestas continuas, que comenzaron en rechazo al instructivo 2022 emitido por la Oficina Nacional de Presupuesto

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AP

Educación que no enseña

“En el pasado no se sentía la diferencia en la educación en un plantel público y uno privado, pero los datos ahora nos indican que no hay diferencias, porque los promedios siguen bajando”, afirma Calatrava a quien se tiene en Venezuela como una de las voces más calificadas.

El “emparejamiento hacia abajo” que caracteriza a los 25 años de chavismo en lo económico y social, también marca los resultados en la vida escolar.

Por eso, el apoyo de la familia en el proceso educativo de sus hijos, que Calatrava señala como “la variable más trascendental” para rescatar del deterioro esta área vital, “no está ocurriendo”.

Los hogares venezolanos, atrapados entre la desocupación laboral y bajos salarios, obligan a los padres a dedicarle más tiempo a trabajos por cuenta propia, y las urgencias económicas hacen que al menos 3.9 millones de niños y jóvenes estén fuera del sistema escolar, de acuerdo con cifras del Encovi.

En enero pasado, un estudio de la FAO reveló que en Venezuela al menos 5 millones de personas sufren hambre, mientras que la organización social Cáritas ha alertado sobre el “daño antropológico” en niños por la desnutrición o mal nutrición en el hogar.

“El trabajo en el aula es trascendente, pero la responsabilidad de la familia es no solo inscribir a su hijo en una escuela, sino ayudar al maestro a que sus hijos, en educación básica y media, construyen hábitos y referentes para afrontar la realidad”.

Calatrava señala que la “exagerada cantidad de medios digitales” contribuye también a la falta de comprensión lectora que evidencia la investigación, y que depende principalmente de los padres. “Los resultados hablan de esa realidad”.

“Por más que el plantel haga su trabajo, si el hogar no hace el suyo, los estudiantes se anestesia, no procesan información”, añade.

Además, no tienen hábito de lectura y su familia tampoco puede comprar libros; no leen.

Docentes en Venezuela

El especialista añade la escasa dotación de escuelas y de mejoramiento del diseño curricular como otras de las causas del deterioro de la educacción.

En Venezuela, hay alrededor de 27,000 planteles. De estos 81% son públicos, pero “los mecanismos de dotación y adecuación no son tan desconcentrados ni tan veloces lo requiere una escuela”, advierte. Más del 18% restante son colegios privados, pero los más nuevos no tienen plantas físicas adecuadas ni condiciones mínimas para enseñar.

“La infraestructura escolar en sí misma ya es un problema, y es uno de los vectores más complicados porque ¿cómo hacer que la escuela funcione y pueda enseñar lo debe enseñar sin agua, sin luz y sin internet?”.

El salario del docente es el otro factor perjudicial. “Un educador con hambre no enseña”, asegura Calatrava, tajante. Y sus niveles de desmotivación por no percibir una remuneración que sirva de sustento a él y a su familia son alarmantes.

Un docente, en líneas generales, ganaba el último día de abril 130 bolívares (en dólares depende del tipo de cambio oficial) con bonificaciones pero insuficientes.

“La gente en Venezuela olvida que somos profesionales universitarios y es injusto que una carrera tan compleja y delicada se pague con un salario mínimo tan bajo”.

El país vuelve a estar en la cola de los salarios más bajo de Suramérica, donde el promedio es de 862 dólares mensuales.

“Eso explica la migración de educadores que no se detiene e incide en que los muchachos no aprendan como deben”.

Lo más desalentador es que los docentes que emigran o abandonan el ejercicio no pueden ser sustituidos en su totalidad.

Si bien la matrícula de escuelas de Educación ha sido siempre del 1% a escala nacional, en la actualidad el promedio nacional es de 9,000 estudiantes en las 27 escuelas de instituciones públicas y privadas de Venezuela.

“No es falta de oferta de Educación”, precisa Calatrava. “Cuando un muchacho dice que quiere estudiar la carrera, hasta los propios profesores le dicen ‘sácate eso de la cabeza”.

Si la educación en Venezuela no mejora, advierte, el país no tendrá mano de obra productiva que el PIB aumente. “No podrá salir del hueco en el que estamos, porque es un problema de ser humano. Es lo que nos viene si no actuamos ya”.

FUENTE: Entrevista a profesor Carlos Calatrava, especialista en Educación, Informe del Sistema de Evaluación de Conocimientos en Línea (SECEL) de la UCAB

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