Este galardón “se centra en personas encarceladas por motivos políticos en América Latina cuyos casos no han recibido una atención internacional significativa”.
Jorge Martín Perdomo fue condenado a ocho años de prisión por su participación en las protestas pacíficas del 11 de julio de 2021 (11J) en San José de las Lajas, provincia de Mayabeque. Su hermano, Nadir Martín Perdomo, también fue sentenciado a seis años. Ambos fueron acusados de delitos políticos como “desórdenes públicos” y “desacato”.
Actualmente, Jorge cumple su condena en el Campamento de Trabajo Correccional Ho Chi Minh, en condiciones inhumanas. Ha denunciado la falta de agua potable, el aislamiento prolongado y los castigos por negarse a realizar trabajos forzados. Recientemente, su madre, Marta Perdomo, denunció como forma de tortura la prohibición de tener libros a Jorge Nadir Perdomo en dicho campamento.
En marzo de 2025, Jorge estuvo incomunicado por más de 20 días, lo que llevó a sus padres a protestar frente a la sede del Partido Comunista exigiendo una fe de vida. Posteriormente, Jorge logró enviar una carta a su madre afirmando estar “vivo y respirando”, aunque aún sin acceso a llamadas telefónicas ni atención médica.
“Nominar a Jorge es un acto de reconocimiento al coraje del ciudadano común que rompió la barrera del miedo para exigir libertad y dignidad para todos los cubanos”, expresó Michael Lima, director de Democratic Spaces. “Nominar a Jorge es un acto de reconocimiento al coraje del ciudadano común que rompió la barrera del miedo para exigir libertad y dignidad para todos los cubanos”, expresó Michael Lima, director de Democratic Spaces.
“Otorgarle este premio sería un acto de justicia y un mensaje claro a los regímenes autoritarios: la comunidad internacional no olvida a quienes luchan por los derechos humanos”.
A pesar de su sacrificio, Jorge Martín Perdomo continúa prácticamente invisible ante la prensa internacional, los organismos de derechos humanos y los gobiernos democráticos. Solo la prensa independiente cubana, junto con los incansables esfuerzos de su madre y su prima, han logrado mantener su caso en la esfera pública.
Los ocho presos políticos nominados este año son:
José Gabriel Barrenechea Chávez, Alexander Mario Fábregas Milanés, Yosvany Rosell García Caso, Lizandra Góngora Espinosa y Jorge Martín Perdomo (Cuba); Nancy Elizabeth Henriquez James (Nicaragua); Carlos Julio Rojas y Nélida Sánchez (Venezuela).
El Premio Graciela Fernández Meijide reconoce a personas u organizaciones que defienden los derechos humanos en contextos autoritarios o en democracias donde se han producido retrocesos en las libertades civiles.
El galardón incluye una placa conmemorativa y un viaje con todos los gastos pagos a Buenos Aires para asistir a la ceremonia de entrega el 23 de agosto, como parte de una conferencia anual en memoria de las víctimas del totalitarismo.
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#Cuba Democratic Spaces proudly announces our nomination of Cuban political prisoner Jorge Martín Perdomo for the Graciela Fernández Meijide Human Rights Award https://t.co/y2LZsR7Poq
Jorge embodies the courage of a generation. On July 11–12, 2021, he and his brother Nadir…
Un premio para visibilizar la valentía de los presos políticos
¿Por qué Jorge merece el Premio Graciela Fernández Meijide?
Porque Jorge Martín Perdomo representa el coraje de toda una generación. Los días 11 y 12 de julio de 2021, se unió a cientos de miles de cubanos en la protesta pacífica más grande de la historia reciente del país. Su participación no fue simbólica—fue un acto de conciencia profundamente comprometido, en el que arriesgó su vida y su libertad para exigir dignidad, libertad de expresión y derechos civiles.
Jorge no pertenece a ninguna élite ni goza de protección internacional. Es un joven cubano común, criado bajo dictadura, que se atrevió a soñar con un futuro distinto. Su sacrificio encarna el anhelo de libertad que habita en millones de cubanos.
Las protestas del 11J, en las que Jorge participó, derribaron más de seis décadas de propaganda oficial en menos de 48 horas, revelando que el supuesto respaldo popular del régimen no era más que un mito sostenido por el miedo y la represión.
Otorgar el premio a Jorge Martín Perdomo sería un acto contundente de solidaridad y memoria, y enviaría un mensaje claro a los regímenes autoritarios: el mundo observa, y quienes luchan por los derechos humanos con dignidad y valentía no serán olvidados.
¿Por qué este premio beneficiaría a Jorge Martín Perdomo?
Porque visibilizar es proteger. Reconocer a Jorge con este premio proveería una capa de resguardo internacionalfrente a la impunidad de un régimen que castiga la disidencia con crueldad e incomunicación. Los presos políticos que no cuentan con atención internacional quedan totalmente expuestos a abusos, desapariciones forzadas o incluso la muerte bajo custodia—situaciones tristemente frecuentes en Cuba.
La visibilidad envía un mensaje al régimen: el mundo está mirando. También abre caminos al apoyo legal, diplomático y humanitario, y ofrece fortaleza emocional a Jorge y a su familia, quienes encuentran esperanza en el reconocimiento y la solidaridad.
Este premio permitiría amplificar la causa de Jorge, reforzar las voces que luchan por los derechos humanos dentro y fuera de Cuba, y honrar su valentía moral en su forma más pura.
¿Por qué Jorge Martín Perdomo no cuenta con visibilidad?
Porque, a diferencia de otros presos políticos en países como Irán, Rusia o China, Jorge Martín Perdomo no ha sido mencionado por la prensa internacional de gran alcance —ni en Estados Unidos, ni en Europa, ni en América Latina. Su nombre no aparece en los principales medios informativos ni en campañas internacionales lideradas por gobiernos democráticos, parlamentos o congresos que suelen abogar por la liberación de prisioneros de conciencia en regímenes autoritarios.
La visibilización de su caso ha recaído casi exclusivamente en los esfuerzos valientes y persistentes de su madre, Marta Perdomo, y su prima, Betty Guerra Perdomo, quienes, con escasos recursos, han denunciado su injusto encarcelamiento y las condiciones inhumanas a las que está sometido.
La falta de visibilidad de Jorge Martín Perdomo no es reflejo de la legitimidad de su causa, sino del silencio injusto e incomprensible que, con demasiada frecuencia, rodea a los presos políticos cubanos. Su caso exige la misma atención y solidaridad que se ofrece a otros luchadores por la libertad en contextos autoritarios.