Tras rumores de un despliegue de las fuerzas navales de EEUU por el sur del mar Caribe, que comprende la línea de aguas cercanas a Venezuela, Rubio confirmó en rueda de prensa esta movilización de tropas, alegando que los grupos criminales que operan "con impunidad en aguas internacionales, exportando a EEUU veneno", son una amenaza para la seguridad nacional de Washington.
Aunque la presencia militar de EEUU no es nueva, ya que mantiene de forma habitual tropas en países aliados, como Panamá, República Dominicana y Guyana, donde lleva a cabo adiestramiento y operaciones antidrogas, el actual despliegue despierta el interés mundial, puesto que parece ir más de una operación antidrogas de rutina para cumplir con objetivos de la seguridad nacional.
Para el mayor retirado Jesús Romero, exsubdirector de inteligencia de las Fuerzas Navales del Comando Sur de EEUU, el despliegue adicional de unidades navales obedece a una estrategia similar a la implementada por la administración Trump en marzo pasado en el Golfo de América -antes Golfo de México- para combatir la inmigracón ilegal y el tráfico de drogas, en particular el fentanilo, justo después de que designara a los carteles mexicanos como una amenaza a la seguridad nacional.
"El despliegue de otras unidades al Caribe responde a una campaña del Departamento de Seguridad Nacional de los EEUU, muy similar a la que se llevó a cabo en el Golfo de América hace un par de meses atrás", sostiene en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS.
Atacar el narcotráfico desde Venezuela
Asegura que los procesos articulados por la fiscal general Pam Bondi -que anunció hace poco el incremento de la recompensa por Nicolás Maduro a 50 millones de dólares, y las declaraciones de Rubio y del subsecretario del Estado Christopher Landau sobre el régimen de Maduro, están "enmarcadas" en la declaración del Cartel de los Soles como una organización terrorista y una amenaza a EEUU.
"Todas las acciones que está tomando el gobierno norteamericano ahora mismo son parte de la articulación cuando el presidente dice que esta organización y sus líderes son una amenaza para los EEUU", explica.
La fiscal Bondi indicó recientemente que la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) ha incautado más de 30 toneladas de cocaína vinculadas a Maduro y sus socios, casi siete ellas relacionadas directamente con el dictador venezolano lo que, a su juicio, "representa una fuente principal de ingresos para los carteles con sede en Venezuela y México".
El exoficial de inteligencia de la Marina de EEUU, de origen venezolano, menciona que es precisamente este incremento del tráfico de drogas que salen desde Venezuela lo que hace que Washington mantenga su presencia militar en el Caribe.
"Venezuela es hoy una amenaza clara por el incremento del flujo de cocaína que sale de sus costas, desde La Guajira hasta el delta del Orinoco y la frontera con Guyana. El despliegue de elementos marítimos, ya sea de la Marina o la Guardia Costera, busca reprimir ese tráfico", apunta.
Título 50: la herramienta más poderosa
Tras la designación del Cartel de los Soles como organización terrorista, Trump tiene en sus manos una poderosa herramienta para enfrentar al régimen de Maduro: el Título 50 del Código de EEUU, que le otorga al presidente la capacidad de ejecutar operaciones militares o clandestinas, sanciones y confiscaciones de activos sin informar previamente al Congreso.
Romero menciona que esa autoridad fue la que permitió al presidente Trump ordenar la operación para eliminar al general iraní Qasem Soleimani, en enero de 2020. "Eso es lo que le otorga el título 50 al presidente de los EEUU, y ahora cuenta con el Título 50 para tomar cualquier tipo de decisión sobre la amenaza del Cártel de los Soles y sus líderes", resalta.
Por ello, no descarta que Maduro, Diosdado Cabello, número dos del chavismo y actual ministro de Interior y Justicia; y Vladimir Padrino López, ministro de Defensa, con recompensa de 50 millones, 25 millones y 15 millones de dólares, respectivamente, puedan correr la misma suerte del general iraní. "Técnicamente, es exactamente lo que puede suceder", subraya.
Estrategia de dos niveles
A juicio de Romero, especialista en operaciones de inteligencia para el Ejército, la administración Trump está haciendo uso de todas las herramientas que tiene a manos para evitar una acción militar directa en Venezuela.
En este sentido, interpreta las acciones de Washington como un plan de dos fases. El plan A, que seria el visible: presión pública, con declaraciones de la líder opositora María Corina Machado y llamados de funcionarios estadounidenses, como el subsecretario Christopher Landau, a la movilización interna en Venezuela y mensajes claros sobre las consecuencias de no ceder para "magnificar" el temor dentro del régimen. Y un plan B, invisible: acciones encubiertas o militares que, de decidirse, podrían ejecutarse de forma inmediata y sin aviso, bajo el Título 50.
Este enfoque dual buscaría forzar una salida negociada o rendición de los líderes de la dictadura chavista, evitando el costo y la complejidad de una intervención militar directa. "El movimiento de un portaaviones a la costa de Venezuela para llevar a cabo una campaña para arrestar a Maduro cuesta multimillones (dólares)", señala, al estimar que pagar 50 millones por su captura "es mucho más barato".
Régimen contra las cuerdas
El presidente Trump habría logrado poner al régimen de Maduro contra las cuerdas, a pesar de las declaraciones de sus voceros, entre ellos Cabello, que aseguró que Venezuela también mantiene un despliegue en el mar Caribe y acusó a la DEA de ser "el único cartel de droga que opera a la luz del mundo".
Para Romero, los jerarcas chavistas están tratando de contrarrestar la amenaza pública. No obstante, considera que Maduro y su círculo son plenamente conscientes de la magnitud de las autoridades que tiene Trump bajo el Título 50 y el peligro que representa para ellos. "Ellos saben que tienen pocas alternativas, tal vez dos o tres. Están buscando, como en una balanza, cuál es la decisión que van a tomar porque la decisión de salir a pelear contra el gobierno norteamericano expone a la población venezolana a una realidad de guerra que nadie quiere", precisa.
Más allá de la retórica, el exoficial de inteligencia es claro: la estructura militar y de inteligencia de Estados Unidos está en capacidad de ejecutar una operación contra el régimen "en un corto tiempo", si así lo decide la Casa Blanca.
"Si los Estados Unidos quiere terminar con Maduro y Diosdado, lo pueden hacer hoy. No cabe ninguna duda que la inteligencia y la defensa norteamericana está capacitada para llevar a cabo este tipo de operaciones en un corto tiempo", enfatiza.