
Dos personas murieron y seis resultaron heridas en un tiroteo registrado en la madrugada del lunes durante una fiesta clandestina en la zona industrial del centro de Los Ángeles. El episodio afecta a asistentes de un evento no autorizado, organizado tras la celebración del Hard Summer Music Festival. Las autoridades han encendido las alertas ante la proliferación de estas reuniones en espacios sin permisos y sin protocolos de seguridad aplicados, de acuerdo con The New York Times.
La información policial indica que el incidente se produjo a la 1:00 de la madrugada del 4 de agosto, cuando agentes acudieron a un almacén ubicado en la cuadra 1100 de la 14th Place, tras reportes de disparos. Previamente, oficiales habían disuelto el evento y arrestado a una persona por posesión de arma de fuego, pero las detonaciones posteriores dejaron dos fallecidos y seis personas heridas de diversa gravedad, según el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD).
El hecho ocurrió al concluir el Hard Summer Music Festival, realizado el fin de semana en Hollywood Park, Inglewood. Organizaciones civiles y autoridades municipales han advertido sobre el aumento sostenido de fiestas no oficiales ni vigiladas en la zona industrial, donde se detectan actividades ilegales y ausencia de controles. El contexto preocupa debido al riesgo de nuevos hechos violentos y la dificultad para fiscalizar estos espacios, según información de Los Angeles Times.
El domingo a las 23:00, agentes de policía identificaron que más de 50 personas se encontraban en una fiesta realizada en una nave industrial. En la primera intervención, arrestaron a una persona armada y desalojaron el inmueble. Cerca de dos horas después, la policía recibió varios avisos sobre disparos en el mismo punto. Al llegar encontraron a ocho personas alcanzadas por los disparos: un hombre murió en el sitio, mientras que siete víctimas fueron trasladadas a hospitales, donde una mujer de 52 años falleció por la gravedad de las heridas, según The New York Times.
Los heridos tienen edades que varían entre los 26 y los 62 años, según la información oficial. Algunos fueron hospitalizados en ambulancia, mientras que otros lograron llegar por cuenta propia. La identificación de una de las víctimas mortales, Gregory Derisso, de 29 años, fue confirmada por familiares. Las autoridades aún investigan la relación entre las personas presentes, el evento y los responsables de los disparos. Ningún sospechoso se encontraba arrestado al cierre de este reporte, de acuerdo con información de ABC7.

El tiroteo dejó un saldo de dos fallecidos: un hombre de 29 años, identificado como Gregory Derisso, y una mujer de 52 años. Otras seis personas sufrieron heridas, con estados que oscilan entre estable y grave. El Departamento de Policía de Los Ángeles no difundió los nombres del resto de los lesionados, pero confirmó que un número indeterminado de ellos recibió atención médica inmediata en hospitales públicos. Las edades de los heridos son entre 26 y 62 años, de acuerdo con Los Angeles Times.
Las formas de traslado también variaron: algunas víctimas ingresaron por ambulancia tras los llamados de emergencia, mientras otras se transportaron con ayuda de conocidos o por medios particulares. Al momento, no se publicaron nuevos partes médicos oficiales sobre la evolución de los pacientes.
El tiroteo se produjo horas después de la realización del Hard Summer Music Festival, uno de los festivales de música electrónica más importantes de Los Ángeles, que tuvo lugar en Hollywood Park, Inglewood. La fiesta donde sucedió el ataque no era un evento oficial del festival, según confirmaron sus organizadores, y tampoco estaba autorizada por el municipio. Este tipo de reuniones, conocidas como after-parties, han proliferado como celebraciones alternativas, aprovechando espacios industriales por su discreción y capacidad para reunir a grandes cantidades de personas fuera del circuito regulado, según The New York Times.
Fuentes policiales y testimonios de personas de la zona mencionan que la fiesta estaba relacionada con un grupo local que celebraba una fecha especial, en un entorno de vigilancia reducida y escasa fiscalización municipal.

Los almacenes y naves industriales vacías en el centro de la ciudad han facilitado la organización de fiestas no autorizadas. Entre los motivos figuran:
- Existencia de grandes espacios subutilizados o abandonados.
- Escasa presencia policial en el sector durante las noches.
- Ausencia de controles municipales y falta de permisos para eventos.
- Capacidad de convocatoria rápida por redes sociales.
Según Anthony Rodriguez, presidente del distrito de mejora comercial de la zona industrial, “habitualmente los dueños no tienen conocimiento del uso de sus inmuebles hasta que ocurre algún incidente grave”. Las autoridades municipales sostienen que este tipo de actividades crecen ante la falta de consecuencias legales y por el lucro que obtienen los organizadores. Tan solo en 2024, organizaciones barriales estiman más de diez fiestas clandestinas semanales en la zona industrial del centro, de acuerdo con información de Los Angeles Times.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, reiteró el compromiso de la ciudad para esclarecer el caso y reforzar la prevención de nuevos episodios violentos: “No habrá tolerancia para la violencia en la ciudad”, fue el mensaje publicado en su cuenta oficial X. El Departamento de Policía de Los Ángeles informó sobre el decomiso de al menos seis armas en la escena y de la apertura de una investigación para identificar a los perpetradores. Hasta el momento, no se han emitido órdenes de arresto adicionales más allá de la detención inicial por posesión de arma en la primera intervención policial.
La Fiscalía Municipal presentó en semanas previas una demanda civil contra los responsables de otra bodega por operar un club nocturno ilegal, como parte de los intentos para frenar la utilización de almacenes como espacios de fiesta sin control institucional. Organizaciones civiles solicitan más inspecciones, diálogo con propietarios y aplicación de sanciones a promotores de eventos clandestinos.

El aumento de fiestas clandestinas y la inseguridad asociada a eventos no regulados han encendido las alarmas entre residentes y autoridades. Los organismos públicos anunciaron una intensificación de operativos y mayores controles en la zona industrial, con el objetivo de prevenir reuniones masivas sin permisos que puedan derivar en incidentes violentos. El Departamento de Policía de Los Ángeles mantiene activa la búsqueda de sospechosos y trabaja de forma coordinada con la alcaldía y la fiscalía para definir estrategias de control en espacios industriales.
Las autoridades recomiendan a los ciudadanos abstenerse de asistir a fiestas o reuniones no autorizadas, y reportar actos sospechosos a las líneas oficiales para prevenir situaciones de riesgo.